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80. Mi padre mi ejemplo
El detective había quedado atrapado en la habitación de lavado, era la única ventana que se encontraba abierta desde donde Liam le había dado ingreso y ahora intentaba violentar la puerta sin ponerse en evidencia sobre su presencia para no alertar a James.Mientras tanto, terribles imágenes y sensaciones comenzaron a pasar por la mente de Amber: el aturdimiento, sus labios que parecían adormecidos y no podían hablar, un hombre en medio de una fiesta la tomaba de la cintura y la amenazaba y, por último, aquel desconocido tocando su cuerpo.— ¡Dios no!, no puede ser posible.— ¿Crees que me conmoverás con tus lágrimas y tu llanto?— Por favor, no te desquites con ella, fui yo quien invité a tu padre a esa fiesta y que pedí que fuera ella para verla antes de irme. Fue un acto egoísta que cambió la vida de todos.— Mi papá es inocente y si eres culpable porque lo perjudicaste con socios y amistades de alta sociedad, ¿sabes cómo nos veía la gente?, como nos golpeaban en la escuela por ser
81. Demasiado por asimilar
La primera reacción de Liam al ver cómo James se quitaba la vida frente a él fue salvarlo. No importaba lo sucedido, en eso pensarían luego, pero su instinto lo obligaba a no ignorarlo y quedarse con los brazos cruzados.Corrió hacia él y colocó sus manos tapando la herida James lo miró sorprendido, preguntándose por qué hacía aquello en vez de dejarlo morir. Era un ser maligno, manipulador y vengativo que se había engañado con personas inocentes.— Tengo miedo.— Estoy contigo, no te abandonaré a pesar de lo que ha sucedido, ya no hables más.Pero por la mente de Liam pasaban con rapidez aquellos momentos compartidos con el que consideraba su hijo, cuando lo cuidaba al enfermar, las noches que veían juegos y películas juntos, cuando lo enseñaba a manejar.“Son 10 años de vivencias juntos, estoy seguro de que en algunos de esos momentos existió sinceridad, ojalá Amber no lo tome a mal”.En ese momento apareció el detective, quien con rapidez tomó un trozo de tela y de inmediato se lo
82. Medidas desesperadas
Amber había decidido quedarse por unos días en un hotel, apartada de todo, tenía mucho que pensar y se sentía confundida y decepcionada, así que alquiló una pequeña cabaña cerca del mar, dejo la maleta que preparó y observó un momento el paisaje desde su ventana.De pronto regresaron aquellos recuerdos de aquel hombre tocándola y se sintió sucia, se quitó la ropa que contenía rastros de sangre y hollín para colocarse debajo de la regadera y dejar que el agua lavara su cuerpo y su mente.“Fui el centro de una venganza sin tener idea, me entregué a un hombre que pensaba que me amaba y fingió desde el primer momento”. “Ahora entiendo su falta de tacto, aquella primera vez su brusquedad que justifiqué con inmadurez y la falta de paciencia, era que sentía que se acostaba con su enemiga, la fuente de sus males”.“¿Por qué mis padres nunca dijeron nada?, siento que todos han llevado sus vidas siendo cautelosos para no lastimarme, seguramente sufrían en silencio cuando hablaba de mis pesadil
83. Dudas y Adiós
Amber se llenó de valor para entrar en la sala, su madre la acompañaba y ante la multitud que había asistido rindió su versión de los hechos. Trataba de ignorar la mirada penetrante de Liam, así como la de James, que no demostraba emoción.Luego de unas horas, el resultado y la sentencia fueron escuchados. James pasaría muchos años encerrado, pero no le habían dado cadena perpetua ni de muerte, así que tendría una segunda oportunidad, si tenía buen comportamiento y recibía tratamiento psicológico.Al finalizar todos salieron y Amber recibió un mensaje de Liam, sin duda era la cita a la cual no deseaba asistir porque sabía que se trataba de una despedida, sin embargo, llevó a su madre a la cabaña y luego se presentó en el lugar.— Hola, Amber.— Hola, Liam… Ha ido bien el juicio, al menos ya todo terminó.— Así es, por favor, toma asiento, no te quitaré mucho tiempo.— Bien, pediste reunirnos.— Sí, como te dije, solo quiero despedirme, no quise irme sin verte y decírtelo en persona.—
84. Un lugar secreto
Andrew se sentía apenado de ser intermediario en aquella situación aún más al notar que Amber estaba afligida, pero a pesar de que no entendía cuál era el origen del problema, debía respetar el proceso de cada uno.Por lo que Brigitte y el mismo Liam le explicaron, entendían que ella necesitaba equilibrio emocional y mental para cerrar ese capítulo oscuro y continuar con su vida.Cuando terminó de leer la carta fue evidente que tenía ganas de llorar, tomó el papel y volvió a guardarlo en su sobre, necesitaba terminar con todo aquello para poder ir a su habitación y desahogarse.— Entiendo que tienes algo que decir, no quiero comprometerme en aceptar sin saber de qué se trata.— Bien, no le daré más largas, tengo en mi poder las escrituras de la casa, Liam te la está cediendo.— Pero eso no es necesario, yo tengo mi casa.— Él piensa que podría ser mejor para ustedes comenzar de nuevo en un lugar donde no haya malos recuerdos.— ¿Y ustedes?, se están quedando allí…— Brigitte y yo ya h
85. Otra vez no
Amber pensaba que aquel lugar sería algún tipo de espacio pequeño y hasta rudimentario, pero para su sorpresa lo que encontró fue una habitación entera, elegante y llena de detalles que, por increíble que pareciera, era como siempre soñó.El estilo era vintage, los muebles parecían ser antiguos, restaurados o un poco desgastados, los estampados de flores, el decorado del cabecero de hierro forjado lacado en blanco, unas lámparas suspendidas de metal y todo en colores pastel.Con un ventanal que daba a un pequeño jardín, era un espectáculo a la vista, además de dar una sensación de relax. “¿En qué momento pensó en todo esto?, Es simplemente increíble”.Las paredes estaban revestidas en madera, excepto por una donde se mostraba un mural que mostraba una foto de ella, natural, joven y con una sonrisa contagiosa.Aquella imagen no era en una gala o una postura perfecta ni practicada; por el contrario, era fresca y espontánea. Ese día había decidido hacer un pícnic con algunos compañeros d
86. Encuentro inesperado
El día anterior…Liam llegó al aeropuerto dispuesto a no dejarse llevar por el desánimo, tenía mucho por atender y se sentía completamente agotado. “Aprovecharé de tomar unos días para descansar”.Sacó el teléfono del bolsillo ilusionado con encontrar un mensaje, quizá, pero no había nada allí, excepto por un mensaje de sus padres que le esperaban en el aeropuerto.Lo apagó de nuevo y se lo metió en el bolsillo, pero en cuanto comenzó a caminar, una chica chocó con él a toda velocidad, haciendo que Liam perdiera el equilibrio y cayera sobre ella. —Disculpe, tenía mucha prisa y no lo vi, lo siento.“Qué hombre tan atractivo, me parece conocido, pero quizá es modelo y sale en la revista. Qué mal tino conocerlo así, mejor me levanto, me esperan y no creo que le gusten las mujeres liberales o que tomen la iniciativa”.Cosméticos e infinidad de cosas que la chica tenía en su cartera, además de papeles, quedaron esparcidos por el suelo, ambos se arrodillaron y comenzaron a recuperar los obj
87. ¿Cortando lazos?
Davina no podía creer la suerte que tenía, Liam Mckenzie había sido su crush cuando era muy joven y estudiaban en el mismo colegio, sin duda cambió mucho físicamente al igual que ella pero como el buen vino había resultado mucho mejor con la madurez, ahora tendría la oportunidad de conocerlo en persona. — ¿Qué piensas?, estás sonriendo de forma maliciosa—, preguntó su primo curioso. — Solo en que esta noche saldré a cenar. — ¿Por qué hiciste planes si sabías que yo saldría contigo? — Lo siento, fue algo fortuito. — ¿Te verás con las chicas?—, insistió Blair. — No, con alguien que me encontré de mi escuela, es solamente una cena pero no deja de ser interesante—. Él no estaba de acuerdo, pero conocía su carácter y sabía que no ganaría nada oponiéndose. Llegadas las 8 de la noche, Liam se encontraba en el restaurante ya sentado a la mesa en espera de la misteriosa mujer, ansioso por recuperar su celular. Estar incomunicado por tantas horas, en un principio le había servido para des