Nueva Jersey - 4 Años después Apilo la arena y la coloco dentro de una cubeta. Quien iba a decir que mi concepto de vacaciones de Zariano iba a ser rellenado una cubeta con arena.El sol de la tarde baña mi cuerpo cubierto con el bikini negro al cuál mi esposo le dio una sucia mirada y me dijo que tendría problemas está noche¡Joder! Quiero problemas si incluyen a mi caliente marido sacándome de él.—Mami—La vocecita de Stella me saca de mis sucios pensamientos—Dime cielo—Miro a mi hija de tres años que está llenado moldes para hacer figuras con la arena—Quiedo helado—Suspiro pidiendo paciencia al cielo—La abuela te dio uno antes de venir a la playa—Le recuerdo—Cuando regresemos tomarás la cenaMi niña hace un puchero lastimero. Ese que generalmente funciona con todos.Sí. Porque ni Iván es inmune a lo que Stella pide—Esa mirada funciona con papi. No conmigo—Cuchicheo ocultando la sonrisaAl darse cuenta que no me va a convencer renueva su actividad con el ceño fruncido y tengo q
Miro mi lugar de trabajo y la sonrisa se me hizo más grande. Paradiso italiano es mi bebé, por el que había trabajado por cinco años. Muchos no creían que con veintidós años lograría algo, pero ahora que han pasado varios años demostré que estaban equivocados. La tienda ofrecía gran variedad de ropa de las diferentes marcas que a los turistas y no turistas. Les encantaban: Armani, Dolce Gabbana, Gucci, Prada, Dior, Louis vuitton y otros más que entre ropa, calzado y accesorios hacían de la tienda un destino concurrido en toda la época del año. Fui hasta el mostrador y dejé mi bolso.—Buenos días jefa —me saludo puntual como siempre Marcelo—Bellísimos buenos días— dijo otra voz seguida de Marcelo—Traje café para mi jefa preferida— dijo Lissa entrando con mucho ánimo—Buenos días chicos —me reí ante la muestra de energía que traían— ¿Donde esta Cristal? —pregunté—¡Aquí! —dijo entrando rápidamente como un torbellino y con una sonrisa. Paso a un lado de los demás y llegó hasta mi— ¿Lleg
—Gracias por su compra — le di la factura a la clienta. Tomé el café que estaba a un lado de la caja registradora y sorbí. Mire la hora en el reloj de la pared y note que era media mañana y la tienda estaba muy concurrida. Aún esperaba recibir una llamada de Conte por lo de ayer. Deje el café con más fuerza de lo necesario. Vamos Aurora sabes que Conte no es tu problema sino Massimo —Tierra llamando a Aurora— Marcelo estaba parado en frente de mi con un cliente haciendo gestos con la mano —Si. Dime—me sobresalte. Él sonrió y puso encima del mostrador dos camisas perfectamente dobladas —El caballero se llevará estas— me dijo— Disfrútelas le dijo Marcelo al cliente mientras yo facturaba. Una vez se fue repase la tienda y mientras Marcelo le mostraba unas corbatas a un hombre, Lissa estaba atendiendo a una mujer que no sabía si llevarse un vestido u otro. —Aurora. Esto es para ti— dijo Cristal entregándome una tarjeta— En una semana celebrare el cumpleaños de Dominic y me gustaría que
Mientras caminaba a su encuentro puse mi mascara de que nada me importaba, solo yo. Massimo se puso de pie cuando llegue a la mesa situada al fondo donde nos daría la privacidad para hablar de lo que quisiera—Buenas noches— mi voz salió serena.Y era un logró porque lo menos que me sentía era serena. Corrió mi silla invitándome a tomar Asiento. Al menos algunas cosas no cambian me dije a mi misma. La caballerosidad de Massimo fue una de las cosas que me gustaron cuando lo conocí. Hizo una seña y un camarero se acercó hasta nosotros y se escondió detrás de la carta—Bienvenidos a sesto canto —comenzó el camarero —Puedo tomar su orden—Tomé la del señor— dije tomando la carta y mirando el menú.—De entrada, los canapés de calabacín —escuche a Massimo decir —y tomare el risotto—¿Algún vino? ¿postre de preferencia? — pregunto—Un tinto joven —respondió —y preferiría al finalizar un café solo —baje la carta y lo mire detenidamente. Ahora llevaba un traje negro de tres piezas que le daba
Massimo.—¿Sabes lo que se les hace a los tramposos? —Gruñí al chico que estaba haciendo trampa en el Black Jack. Las cámaras lo captaron y de inmediato fue llevado a las oficinas de seguridad—Señor—dijo asustado mientras miraba al par de sujetos de seguridad de mi equipo para luego mirarme—Yo solo pensé que...—Pensaste que podías venir y robarme—lo corte—no es la primera vez que lo haces, Estamos partiendo de un precedente—Finn me envió—se defendió nervioso—Me dijo que sería fácil—temblaba visiblemente—Ya sabes que hacer—dije a Rafa uno de mis hombres asintió—¡Señor D'Angelo! —grito el hombre mientras me daba media vuelta y salía de ahí —¡Señor! —camine por el pasillo y llegue a mi oficina—¿Problemas? —Conte estaba sentado en el sofá de mi oficina con una cerveza en la mano—Nada que no se pueda solucionar—Me senté en mi silla detrás del escritorio y desabroche mi saco—Pero me parece que tu deberías estar allá, en vez de estar aquí en mi sofá, bebiendo mis cervezas—Vengo de cu
—Me muero por unos cupcakes de frambuesa y limón—dijo Lissa mientras ordenaba un perchero —Ahora que lo mencionas, yo quiero uno de chocolate y avellana—Marcelo hablo sentado en una de las sillas que estaban en la boutique. Había sido una mañana algo ocupada pero ahora después del almuerzo la tienda estaba tranquila—Bueno. Yo estoy a régimen—esta vez fue Cristal la que hablo mientras esperaba que una clienta saliera del probador—Pero me podría comer uno de vainilla. Digo, para no comer tantas calorías—dijo esperanzada. Me reí—Así comas uno de vainilla te saldrás del régimen—dije—además, que aburrida. vainilla, yo concuerdo con Lissa. Un cupcakes de frambuesa y un volcán de chocolate si me animaría—Pues no se diga más, yo invito—Marcelo se puso de pie—Voy por esos manjares y enseguida vuelvoMientras Marcelo salía pensé la forma de decirles la verdad de lo que sucedía con la boutique. No debía hacer más larga la espera de esto, era importante para mí que ellos supieran lo que nos e
—¡Nena estas que Ardes! — dice una Cristal chiflando mientras miraba mi vestido vino tinto ajustado de escote V profundo de espalda baja.Además de eso, me había puesto mis sandalias doradas altas y mi bolso de mano del mismo tono donde había guardado mi móvil, tarjetas, algo de efectivo, identificación y mi lápiz labial. El cabello me lo había recogido en un moño desordenado también, sólo llevaba un brazalete y un delicado collar Tiffany en forma de copo de nieve que era de mi madre y mi abuela me había dado cuando viví con ella—No seas boba—Sonreí. Estaba en la tienda y estaba lista para ir al casino de Massimo. La puerta se abrió y Conte se quedó de pie en la puerta observándome—¿Estas listas? —me pregunto. Pero no me pasó desapercibida la mirada que le estaba dando a Lissa.Está por su parte estaba roja y practícame hundió su rostro entre las perchas—Bien chicos. Recuerden cerrar. Hasta mañana—me despedí de todos. Seguí a Conte hasta la camioneta que esperaba y cuando él espera
MASSIMO— ¿Crees que logre algo esta noche? —dijo Conte detrás de mi mientras observábamos las cámaras de seguridad—Más le vale—respondí viendo como Aurora Sonreía y hablaba con total naturalidad. Además, se veía hermosa en ese vestido. Aún podía sentir sus labios y los míos juntos. Apreté los puños en frustración, besarla no era el plan, pero ver a Gaetano hablar por Aurora me saco de las casillas, por eso la bese y ahora todo se había ido a la mierda, porque aún la deseaba—Massimo. Mira—dijo la voz tensa de Conte detrás y salí de mi letargo para mirar la pantalla donde se veía a Aurora un poco descoordinada y temblorosa— ¿Esta ebria? — pregunto Conte—Aurora estaba tomando daiquiri sin alcohol. Eso fue lo que dijo Peter—dije refiriéndome al barman. En segundos vi a Aurora desvanecerse y a Bastían cogerla en brazos. Conte y yo salimos rápidamente y bajamos hasta el salón. Me acerque hasta ellos viendo a Aurora inerte como una muñeca— ¿¡Que sucedió!?— exigí a Bastían que estaba pál