Italy Toscani—¿Lo preparaste tú? —cuestionó mientras llevaba otro bocado del filete frío que había preparado para la cena, pero el nunca llegó y yo me quedé dormida sobre la mesa sin cenar y sin darme cuenta.—Si, lo hice —admití.Me había avergonzado de mis declaraciones, pero nadie podía culparme, estaba adormilada y él me invadió con preguntas que no pude responder con mentiras. Así que aquí estaba, intentando olvidarme de lo que le había dicho mientras contestaba sus preguntas triviales para ayudarme a sentirme un poco más tranquila o tal vez en confianza.—¿Alguna razón en específico? —cuestionó con una ceja enarcada y yo asentí en respuesta.—Para que se te pasara el mal rato de la tarde, pero supongo que no importa ahora, llegaste tarde así que eso significa que te encontentaste solo o encontraste a alguien más.No pasó desapercibido para ninguno de los dos el tono desilusionado que empleé en mis palabras, pero así era como me sentía, pues había preparado aquella cena esperand
Hudson ToscaniElla no se negó a mis avances. No cuando le hice las insinuaciones y mucho menos cuando me levanté de mi lugar para tomarla a ella y levantarla para poder besar sus labios. Los suyos se entreabrieron y recibieron a mi lengua en su interior cálido y ella se entregó totalmente al beso se dejó envolver y yo me deleité con su esencia y la forma en la que sus manos se aferraban a mi pecho para evitar caer.Mis manos la sostuvieron de la cintura y mis brazos la rodearon para levantarla y que envolviera sus piernas alrededor de mi cuerpo para poder comenzar a caminar hacia nuestra habitación y hacia la cama que habíamos estado compartiendo, pero sin tener ningún tipo de roce porque ella aun no se sentía ni lista ni preparada.Pero ahora yo había reducido sus miedos dejándole saber que si se enamoraba de mí yo la sostendría, yo la envolvería y la mantendría a salvo.Dios, ansiaba tanto que ella se entregara a mí que ahora que la tenía no sabía por qué parte comenzar a contempla
Italy ToscaniEn algún momento creí que amar a Hudson sería difícil. Pero eso parecía estar siendo la cosa más sencilla que pude hacer en mi vida.No porque él fuera un hombre apuesto ni mucho menos, eso tenía más que ver con la forma en la que él me trataba y la paciencia que parecía reflejar cuando se trataban de cosas que tenían que ver conmigo.También era la forma en la que trataba a nuestro hijo, como lo consentía y como le dedicaba tiempo aun cuando su día a día era igual o más ocupado que el del presidente.Y la gente solía decir, incluso el presidente tiene familia, pero el había llegado al poder con una familia, Hudson había tenido que aprender a hacer espacio para su hijo ya después de haber sido nombrado patriarca de su familia.Y además de eso sacaba tiempo de sobra para mi.Anoche no empezó como había esperado que iría mi noche. Nunca creí que Nial se atrevería a asediarme de esa forma pero lo hizo. Y eso dejó una huella en mi que sabía que ni podría votar fácilmente por
Italy ToscanySabía que Hudson tenía compañías legítimas pero nunca creí que sería algo tan impresionante como el edificio de metal y cristal al que entramos en su coche deportivo.Había notado a lo lejos a uno de sus hombres o tal vez a unos cinco de ellos en un vehículo siguiéndonos desde el momento en que salimos de la casa pero a una velocidad prudente y sabía que ellos estarían ahí si se necesitan para algún atentado o emboscada.Al entrar en el enorme edificio traté de no impresionarme pero la melancolía me invadía al recordar que asi eran los edificios en los que quería trabajar o al menos en los que soñé que trabajaría mientras crecía pero mis sueños se vieron truncados por situaciones fuera de mi alcance, situaciones que ahora no valían la pena recordar pero que me estaban envolviendo en la melancolía en ese preciso momento.Mi tacones resonaban en el lugar con fuerza mientras iba junto a Hudson sosteniendo mi bolso de marca que no tenía ni idea de donde había salido pero que
Italy ToscaniEscuché atenta cada palabra que soltaron en la reunión y la grabé en mi mente por si habían cosas que no entendía preguntárselas a Hudson.La mayoría de las cosas se las que se hablaron trataron plenamente a cerca de los nuevos activos que depositarían los Volkov en la compañía y por las cosas que tramaba Hudson sabía que esos activos se quedarían en ella cuando todo acabara.Quería regodearme en ello y lo hice cuando me fui y le di una sonrisa de suficiencia antes de que Hudson me tomara de la cintura y me llevara con el de regreso al ascensor por el que habíamos salido.La reunión se extendió algunas cuatro horas por todas las variables que ellos trataron y porque los Volkov querían una constancia de que su dinero no caería en manos equivocadas lo que llevó a Hudson y su equipo a mostrarle ciertas cosas que servirían para eso.Y luego al llegar a casa Hudson almorzó conmigo y nos duchamos juntos mientras Hanna aun seguía con Daven.Y en la tarde nos la pasamos juntos h
Hudson ToscaniItaly era hermosa, eso era algo que tenía bastante claro, pero en estos momentos ella parecía más que eso, parecía una diosa viviente dispuesta a que todos sus súbditos por debajo de ella la adoraran sin parar. Y yo estaría encantado de adorarla hasta el final de los tiempos si ella me lo pedía.En cuanto bajo las escaleras me puse de pie y le tendí mi mano para que la tomara y la ayude a terminar de bajar las escaleras.Su brazo se enganchó en el mío y juntos salimos de la casa con los demás siguiendo nuestros pasos. La única que faltaría a la reunión era Hanna y aunque Natali no tenía ganas de ir ella había sido la intermediaria rusa que habíamos necesitado para consolidar esta reunión.Y la necesitaba para cuando los rusos quisieran hablar algo en su idioma se abstuvieran y todo lo dijeran en nuestra lengua para poder entenderlos todos. Aunque claramente tanto Natali como yo hablábamos ruso, Ian, Gian y Italy no sabían hablar en ruso por lo que claramente necesitába
Italy ToscaniNo estaba asustada, era más esa clase de nerviosismo que te dejaba un poco fuera de juego y no te permitía gesticular palabra.El lugar estaba abarrotado hasta la madre, pero los guardias hicieron un camino para nosotros que se dirigía directo al VIP en dónde ya se encontraban los rusos esperándonos.Sabía que tanto como Gian, su hermano y Natali nos seguían de cerca, para no hacer la entrada detrás o delante de nosotros para que se reflejara que no confiábamos en los rusos. Por eso ellos se mantuvieron alejados para pasar inadvertidos los primeros minutos.Forjar los lazos de confianza era vital en una situación como esta según lo que me había enseñado Gian en nuestras tardes de café.Había sido más provechosas de lo que yo había creído en primera instancia y aquí estaba yo, pensando todas las cosas diplomáticas que debía llevar a cabo para no cagarla en mi primera noche como esposa de la mafia.E irónicamente siendo esposa del que en algún momento fue mi enemigo y del
Hudson ToscaniNunca había hecho a alguien reamente intocable. No del todo. Y Hanna ni ninguno de los hermanos Toscani contaba, porque, aunque le di un poco más de oportunidades, ellos ya tenían su nombre hecho.Pero ver a Italy moverse a través de muchos mafiosos, hombres retrógrados que no la hubiesen mirado dos veces antes de este momento me hizo sentir orgullo.Porque lucía como una reina ante la que había que arrodillarse y quien no lo hiciera pagaría las consecuencias.En ese momento Italy entraba en una reunión con todos los jefes de familia italiana que asistieron a nuestra boda vistiendo un vestido blanco corto que solo llegaba hasta sus muslos. Era poco permitido en mujeres italianas tradicionales, pero yo nunca le diría a Italy lo que debía o no debía usar.Ella me miró con una sonrisa en sus ojos ya que sus labios permanecían sellados mientras se acercaba a la silla en la que yo me encontraba y se sentaba sobre mí. Sus manos rodearon mi cuello y con confianza se acomodó ha