Hudson ToscaniNunca pensé en casarme realmente. La única mujer con la que había ansiado casarme había sido tomada por mi enemigo y no había tenido posibilidades reales de recuperarla.Pero aquí estaba, vestido para la ocasión con un traje italiano en negro y sosteniendo la mano de la mujer con la que consideré casarme desde el instante en el que la vi.Y mientras el padre decía las típicas palabras que se decían en una boda italiana y que la mayoría ya debía conocer por la cantidad de veces en las que fue a una.Pero yo estaba pendiente a los centinelas que tenía en los pisos superiores de la iglesia vigilando. Sabía que algo pasaría, porque fui lo suficientemente prepotente como para informas a todo el círculo de en dónde se desarrollaría la boda.Estaba provocando, claro que sí, pero todo era un medio para un fin y por esa misma razón había indicado que Daven no vendría a la boda, no me arriesgaría a que algo sucediera si las cosas no salían acordes a como yo lo quería.Y justo cua
Italy ToscaniHabía matado antes. Lo había hecho para salvar la vida de mi hijo y la mía.Pero esta vez claramente no lo hice por esa razón de poder, no. Yo había asesinado para demostrarle a los presentes que era capaz de ocupar el lugar de segunda en una de las mafias mas temidas de la ciudad.Y porque quería que llegara a oídos de Raian que la mujer que el había mantenido bajo su pulgar ya no existía.Ahora era alguien nuevo, una mujer diferente y aunque tuviera que moldearme a Hudson y sus gustos no importaba, haría lo que fuera necesario no solo para sobrevivir, sino también para acabar con él y cualquiera que significara un peligro para mi hijo.Por eso llevé aquellas gotas carmesí que me bañaban como una insignia. Manchaban mi vestido, mi cuello y parte de mi rostro.Cuando la boda acabó todos se dirigieron al gran salón en donde se desarrollaría la fiesta después de la gran celebración.Y sí, Hudson besó mis labios tras habernos declarado marido y mujer, pero el beso solo fue
Hudson ToscaniItaly era mía en todas las de la ley. Incluso formamos un jodido pacto de sangre durante la boda y en medio de una iglesia y ella aun llevaba la sangre como una insignia en su rostro y cuello y aunque trataba de concentrarme en todo lo referente a la fiesta mis ojos se desviaban a las curvas de su cuerpo resaltadas por el poderoso vestido rojo que la cubría.Me había dejado fuera de juego en cuanto salió de la parte trasera luciéndolo como una jodida estrella de Hollywood y las ganas de arrancárselo con los dientes surgieron desde lo profundo de mí, pero me abstuve de lanzarla sobre mi hombro y sacarla de la fiesta sin mirar atrás.Pero quería que tuviera todo esto, quería que se moviera frente a todas estas personas luciendo poderosa, intocable y mucho más que todo eso, luciendo absolutamente mía.Y ella parecía disfrutarlo. Disfrutaba de la atención de las mujeres a su alrededor que la alababan como harían con una reina, o más bien una diosa viviente.Italy era eso, u
Itali ToscaniNunca creí que tendría una luna de miel, no cuando casarme era algo que veía tan lejano e imposible. Pero aquí estaba. Había despertado en una isla desierta con Hudson enredado alrededor de mi cuerpo, o más bien yo enredada alrededor del cuerpo de Hudson.Habíamos desayunado juntos esa mañana el desayuno que él había preparado mientras yo lo interrogaba a cerca de mi hijo y de con quien se había quedado.Cuando me dijo que Natali lo tenía automáticamente se esfumó cualquier preocupación porque la mujer si se le daba una misión era ruda y se esforzaba por llevarla a cabo y ella era tan peligrosa que ese peligro destilaba de su cuerpo, lo que me dejaba saber que mi hijo estaría en muy buenas manos con ella.Ese mismo día, pero en la tarde los dos exploramos la isla, conocimos las criaturas tropicales que se movían por el bosque que eran inocentes y salimos del otro lado de la isla.Y una vez nos perdimos llegamos a la orilla y la recorrimos hasta que apareció en nuestro ca
Italy ToscaniNunca, en mis más remotos pensamientos creí que volvería a ver al hombre que tenía frente a mí. Nunca creí que volvería a ver a mi padre, o al menos el hombre que me había dado la vida en conjunto con mi madre, pero también el hombre que me la había quitado. El que la había hecho pedazos en solo una noche antes de que yo pudiera huir muy lejos de él.Había perdido tantas oportunidades en mi vida por su culpa que no sabía como reaccionar.Mi mano temblaba y mi labio inferior amenazó con hacer lo mismo mientras sentía mis ojos picar. Pero estaba rodeada de los hombres de Hudson.Muchos de ellos se encontraban mirando por las cámaras y otras tantos estaban cerca de las entradas del almacén viendo en el centro a mi padre.Este era mi verdadero regalo de bodas, el auténtico, el que se daba únicamente en un lugar tan tosco y cruel, como la mafia.¿Pero que tan cruel podía ser poner delante de una mujer al hombre que la había jodido hasta el punto de querer morir en muchas ocas
Hudson ToscaniItaly se deshizo en mis brazos y en ese momento me hubiese gustado que no matara a su padre tan rápido. Me hubiese gustado por un momento que lo dejara vivo para poder encargarme personalmente de él.Pero era necesario esto no solo para ella, sino para todos nosotros, porque si ella no podía deshacerse de su mayor enemigo, entonces no podría hacerlo con ninguno de los otros.Y ahora mis hombres la respetarían hasta el final de sus días porque había elegido familia antes que sangre.Una vez la llevé a la habitación y la dejé ya dormida y calmada me puse en acción para la reunión con los Volkov que teníamos pendiente.Aun que quería acabar con ello por su traición debía mantener la calma y fingir que les estaba dando una oportunidad para redimirse antes de acabar con todo su clan.Pero si obtenía su apoyo el resto se sumaría sin dudarlo un segundo y cuando tuviera el control absoluto dejaría las cartas sobre la mesa y se los entregaría a los rusos como oferta de paz.Por
Italy ToscaniMe estaba enamorando demasiado rápido. Con una fuerza que rivalizaba con la que poseían las olas del mar cuando chocaban con la orilla.Y no quería ni siquiera imaginar que me estaba enamorando sola, que Hudson Toscani aun ni siquiera había considerado mi presencia como la de su única mujer o tal vez como la que realmente él amaría hasta el final de sus tiempos.Sabía que todo esto era un acuerdo, pero cuando él me sostuvo cuando me desmoroné, la forma en la que me abrazó y cuidó de mi mientras el mundo se me hacía pedazos me hizo darme cuenta de que aunque no quería me estaba enamorando demasiado rápido del hombre. Ahora mi mirada siempre lo buscaba, siempre pasaba tiempo con él cada vez que podía y aunque los días iban pasando demasiado lento cuando solo tenía que cuidar a Daven y aprender cosas nuevas de la organización junto con Gian, pues me di cuenta de que debía retroceder un par de pasos antes de caer profundamente.Me fui alejando de a poco fingiendo que no era
Hudson ToscaniItaly se estaba encerrando en si misma nuevamente y se parecía demasiado a la versión que había tocado mi puerta hacía semanas pidiéndome que le diera protección al hijo que habíamos tenido ambos.Eso me molestaba más que cualquier otra cosa que estuviera sucediendo en mi vida en esos momentos.Porque sabía que ella se estaba cerrando porque no me quería cerca, no quería crear lazos afectivos conmigo que nublaran su juicio. Y todo lo que yo quería era que la mujer me entregara, aunque fuera un pedacito de ella para yo abrirle las piernas de mi bendita alma.Y algo que también me estaba molestando al triple era el acercamiento que Nial había estado teniendo en los últimos días.Mis demás hermanos después del día de la boda no se habían inmiscuido en los asuntos y habían continuado recibiendo sus honorarios tranquilos sabiendo que nunca podrían ocupar mi puesto, pero Nial era un caso diferente, aun cuando era un arrogante de mierda tenía una perseverancia de la que había