Vale oro Ennio Di Monti sin duda no había estado preparado para esto, él había creído ciegamente en un golpe de suerte, pensando que Domenico había cometido un error al atacarlo.—No sé de qué hablas —espetó tragado el nudo que se había formado en su garganta al ver cómo Alessio quitaba el seguro de su pistola.—Derribaron el helicóptero de Domenico sobre el mar —anunció Alessio.—¿Está muerto? —preguntó con un hilo de voz.—¿No te lo dijo el hombre a quién le diste la orden de derribarlo? —cuestionó Alessio, presionando el cañón sobre la piel del hombre a quién había considerado algo más que un socio.—No fui yo —refutó de inmediato, sabiendo que su vida podía terminar en cuestión de segundos si Alessio le disparaba.—Silvano —llamó Alessio.El piloto salió de detrás de los hombres de seguridad del Capo de la Cosa Nostra y enseñó las fotografías que había hecho del momento exacto que el helicóptero de la familia Di Monti se elevó en el aire y se dirigió a una distancia prudente has
Hermanos Ajeno a todo lo que en Italia sucedía con su familia, Paolo miró el cuadro familiar en la sala de la familia Montecarlo, aquella imagen fue la primera que captó su atención y la del chico que era unos años menor que él y que extrañamente se parecían. —¿Quién es él? —preguntó mirando a Paula con curiosidad, aún no podía creer que fuera su tía y no su madre. —Él es Alejandro y ella Leticia —respondió, señalando a los dos niños en el cuadro. —¿Él es tu esposo? —preguntó una vez, refiriéndose a Arturo. —Lo es —respondió ella. Paula no sabía exactamente como decirle a su sobrino que Alejandro era su hermano, sería una revelación delicada, pero no podía mantener oculta la verdad, ellos eran hermanos y debían conocerse. Saber que podían contar el uno con el otro. —¿Dónde están ahora? —Paolo estaba nervioso, pero también tenía mucha curiosidad por conocer a su familia materna, desde que nació estuvo aislado, ni siquiera conocía a su abuelo Alessio, no personalmente porque nadie
El diablo también sabe amar Un gemido ronco abandonó los labios de Pilar al sentir los labios de Domenico deslizarse por su cuello, ella ni siquiera sabía cómo habían terminado en la habitación y tampoco estaba interesada. De lo único de lo que era consciente era de tener su cálido cuerpo pegado al suyo, saberlo vivo y suyo era sin duda lo mejor.Domenico se olvidó de todo y de todos, en ese momento todo su ser era exclusivamente para Pilar, no quería que nada empañara su amor y su entrega. No cuando sentía en sus huesos el ronroneo de la muerte…Pilar gimió al sentir la rodilla de Domenico abrirse paso entre sus piernas, ella enredó sus dedos en los cabellos cortos de su marido y lo atrajo para profundizar el beso, mientras sus lenguas se enredaban.Pilar sintió el deseo correr por sus venas como lengüetas de fuego, como si la sangre se le convirtiera en lava volcánica y la consumiera en su calor, hasta derretirla por completo.Domenico tomó el cuerpo de Pilar y la hizo enredar sus
El hombre que te ha traicionado Pilar abrió los ojos, sintiéndose ligeramente desorientada, hasta que el recuerdo de lo que hizo con Domenico volvió a su mente, ella sonrió y tanteó el lado de la cama donde esperaba encontrarlo, sin embargo, ese lado de la cama se encontraba vacío y por lo frío que estaba, Domenico debió marcharse hacía mucho tiempo.El corazón de Pilar se estremeció, pero decidió confiar en Domenico, era así como ellos debían funcionar, en ese mundo cruel, llenó de traiciones y muertes, solo podían confiar entre ellos.Pilar se movió y apartó las sábanas de su cuerpo, el cual protestó a la hora que sus pies tocaron frío mármol, estaba dolorida. Deliciosamente dolorida, era una pena que no tuviera a Domenico con ella en esos momentos.Ella suspiró, se dirigió a la ducha para darse un baño e ir a su encuentro, por lo menos es lo que pensaba, pero media hora después de salir de la ducha y ver que él no aparecía, la preocupación se instaló en su pecho hasta casi ahoga
Vine por tiUn silencio sepulcral se instaló en la habitación, mientras los dos hombres se enfrentaron en un duelo de miradas.—¿Esperas que confíe en tu palabra? —Domenico tenía sus sospechas sobre Pietro, pero era su hermano y debía darle el beneficio de la duda. Lo último que necesitaba era meterse en una alianza equivocada, sin embargo, la verdad se reveló ante sus ojos cuando Esteban abrió el sobre y dejó verle su contenido.Fotos de Pietro reuniéndose con Theo y Filipo en Grecia, Domenico apretó el puño, su hermano le había hecho una cita con Esteban, una cita que no tuvo lugar, pero que hubiese sido malinterpretada por cualquiera de los dos líderes, Theo tendría una excusa para atacarlo o bien Esteban lo hubiese visto como un traidor.Sin embargo, eso no fue todo lo que Domenico pudo descubrir en esas fotos, también había fotos de Pietro reunido con Aarón Mondragón y las fechas coincidían con la muerte de Pía.¡Pietro la había mandado a matar!Domenico no podía describir el tip
Diablo también sabe llorar Pietro gimió al sentir la bala abrirse paso por su carne, a la altura de su hombro, la pistola cayó y sus hombres dispararon con rapidez para cubrirle la espalda.—¡Es una emboscada! —gritó uno de ellos, mientras varios helicópteros aparecieron en el cielo, como si fuera una película de Hollywood y dispararon a matar.—Traigan a Pilar y salgamos de aquí —gruñó Pietro, corriendo para huir, olvidándose de Vittorio, mientras pensaba como dejar la isla, ya por aire no era una opción…Entre tanto, la figura de una mujer corrió por el patio. Ella tenía un solo objetivo y no pensaba perderlo de vista, ella saltó por encima de los cuerpos en el piso, sus botas militares se mancharon de sangre, pero poco le importó, ella disparó y eliminó a varios hombres que se interpusieron en su camino, hasta llegar al jardín, donde encontró a Vittorio malherido.—¿Dónde está la señora Conte? —preguntó con rapidez, sabía que no podía perder mucho tiempo.—¿Quién eres? —cuestionó
Llévame con él Pilar no sabía cuánto tiempo había pasado desde que Domenico dejó la habitación, ni cuando tiempo había llorado por aquel pequeño y diminuto ser que perdió sin saberlo. Ella quería comprender a Domenico, pero no estaba lista para hablar con él y escuchar sus razones para ocultarle algo tan importante.Ella caminó hasta el balcón y dejó su qué vista varaba por el oscuro mar, dominado por la noche, mientras ahogaba un nuevo sollozo.—Lo siento bebé, no sabía que ya estabas de camino —dijo, mientras llevaba su mano a su vientre—, pero te prometo que a este bebé, voy a cuidarlo por dos —susurró.Pilar suspiró y dejó que el aire fresco y la brisa del mar la consolara, aunque no creía que eso fuera posible, el corazón le dolía doblemente, mientras la culpa por no haberse dado cuenta de su estado le carcomía el alma.Domenico no estaba mejor, permaneció sentado junto a la puerta y cada sollozo de Pilar le rompió el corazón, como jamás pensó posible sufrir de nuevo por alguie
Nunca dejé de amartePilar se tensó como la cuerda de un violín al escuchar las palabras de Domenico, recordar a la mujer del cuadro era suficiente como para no querer conocer a la hermana, pero no podía juzgar a una por culpa de la otra. En todo caso ella solo quería recuperar a su hijo, ella necesitaba estrechar a Paolo entre sus brazos, ni siquiera podía explicarlo…—De igual manera, quiero ir por mi hijo—dijo tajante—. Quiero a nuestro hijo en casa —añadió antes de continuar su camino.Domenico caminó detrás de ella, sin embargo, se detuvo para hacer varias llamadas y preparar su salida de Italia. Una vez que resolvió las cosas, llamó a Paula para avisarle que irían por Paolo.—Señor Conte —Annika apareció justo en el momento que Domenico se preparaba para seguir a Pilar al interior de la casa.—¿Dijo algo? —preguntó Domenico, refiriéndose a su hermano.—No, supongo que espera a que Theo venga por él —respondió Annika—. Le tiene fe a un hombre que vive de provocar traiciones, algo