La mujer del cuadroEl helicóptero aterrizó en el helipuerto en Sicilia, Alessio había montado una habitación para Vittorio con todo el equipo médico que necesitaba para su tratamiento y recuperación. Ivana por primera vez sintió agradecimiento por el viejo jefe de la organización.—Gracias —pronunció con un poco de dificultad.—No tienes nada que agradecer, Ivana. Vittorio ha sido uno de los hombres más fieles de la organización, ha arriesgado su pellejo sin importarle su vida, al igual que tú lo has hecho desde las sombras —pronunció el viejo.Alessio no era partidario de la integración de las mujeres como guardaespaldas de la mafia, quizá para un hijo de millonario, para un presidente o cualquier otro miembro de las entidades del gobierno, pero no para hombres como ellos que bailaban con la muerte muy seguido, más veces de las que quisieran. Sin embargo, Ivana le había demostrado lo equivocado que estaba, pero era demasiado orgulloso para admitir su valía hasta el día de hoy.—Es m
¡Despertaste!Paula se fijó en el rostro pálido de la mujer que acompañaba a Domenico y por un momento se sintió mal, pues imaginaba que su reacción era por su parecido con su hermana.—Bienvenidos a mi casa —se apresuró a decir para romper el tenso silencio instalado entre ellos.—Gracias, siempre tan amable —dijo Domenico—. Permíteme presentarte a Pilar Conte, mi esposa —añadió.—Encantada de conocerte, Pilar, soy Paula Madrigal, la tía de Paolo —se presentó estirando la mano para que Pilar la cogiera.El primer instinto de Pilar fue rechazar el saludo, sin embargo, la calidez percibida en los ojos de la mujer delante de ella se lo impidió y se vio sosteniendo la mano de Paula.—Un placer —dijo sin más.Paula le sonrió.—Paolo no ha dejado de hablar de ti, cuando le dije que Domenico venía, lo primero que hizo fue preguntar si venías con él, entonces no supe responderle. Sin embargo, me alegra que vinieras —expresó Paula.Pilar de repente se sintió un poco tonta al temer que el pare
TómameLos siguientes días fueron una montaña rusa para todos, mientras Domenico y Pilar se permitían ser felices unos días lejos de Italia, fingiendo ser una familia normal, disfrutando del embarazo, de su hijo Paolo y del nuevo lazo forjado con la familia Montecarlo. A quienes Pilar podía describir como el modelo de familia que deseaba para su propio hogar.En las costas de Sicilia, exactamente en Cefalú, Vittorio se recuperaba satisfactoriamente. Luego de despertar se negó a estar en el mismo sitio donde Pietro era prisionero, pues su sangre siciliana le exigía venganza y él no dudaría en dispararle a la cabeza, pero la orden era no asesinarlo. La intención de Domenico y Alessio era dejar un claro mensaje, no importando quien fuera el traidor, el trato sería el mismo y el infierno que le esperaba Pietro presagiaba ser eterno.—Un euro por cada uno de tus pensamientos —dijo Ivana, acercándose con un tazón de sopa. La mujer más temida en la Cosa Nostra, jamás imaginó que volvería a s
Ese día no es hoyPilar se movió sobre la cama, su cuerpo estaba envuelto entre las sábanas de seda y enredado entre las largas y firmes piernas de Domenico, luego de hacer el amor hasta el amanecer…—Vamos a llegar tarde —le susurró él, provocando que Pilar se estremeciera y un cosquilleo corriera por toda su columna vertebral, como si aún no estuviera satisfecha. Y la verdad sea dicha, no lo estaba, Pilar se sentía codiciosa, quería más de Domenico, lo quería todo.—¿Un mañanero? —susurró Pilar en respuesta, arrancando una risa melodiosa de los labios de Domenico.—Me encantaría más que un delicioso mañanero, pero… —dijo, bajando los labios al hombro desnudo de Pilar y deslizando su pecaminosa lengua sobre la piel descubierta, aquella piel suave que lo volvía loco.—¿Pero? —le cuestionó Pilar en medio de un largo suspiro.—Paolo está deseoso porque vayamos con él, su hermano lo ha invitado a navegar y él está encantado —Domenico se rio—. Como si no conociera el mar —añadió.Pilar le
El diablo también sabe bailarDomenico observó en completo silencio a su esposa e hijo, tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no lanzarse sobre ella y cubrir su cuerpo con el sobretodo, pero no podía convertirse en un esposo celoso, no cuando los dos hombres en el yate solo tenían ojos para sus respectivas esposas. Las dos mujeres eran muy guapas, sin embargo, ninguna podía ser comparada con su bella Pilar.—Creo tontamente, que los tres tenemos el impulso de cubrir sus cuerpos —expresó Arturo, acercándose a Domenico y entregándole una copa de whisky.—No es un pensamiento tonto, es exactamente lo que quiero hacer —confirmó Domenico.—Totalmente de acuerdo —dijo Diego, pese a que Corolina no tenía cintura de arena, dos embarazos seguidos le habían hecho perder su figura de antaño, sin embargo, le había dado medidas correctas donde era necesaria, la ancha cintura no era un problema para él. —Tú tienes evidencia de que no le has podido quitar las manos de encima, Amari tiene poco
Peligrosa amistadEl placer corrió por la columna vertebral de Domenico, mientras los dedos de Pilar se deslizaron por encima de su piel, como si fuera una pluma. El cosquilleo le hizo estremecer, cuando esas manos rodearon su cintura y se metieron bajo las sábanas e hicieron contacto con la polla semi erecta del hombre.—Buenos días —susurró Pilar al oído de Domenico, mientras su lengua jugó con el sensible lóbulo de su oreja.—Pilar…—Me encanta cuando pronuncias mi nombre de esa manera, me haces sentir poderosa —dijo Pilar perdida por el deseo que le embargaba.—Tienes todo el poder sobre mí, Pilar, soy tuyo por entero y sin reservas —gruñó Domenico, mientras la boca de su esposa hacía estragos en su cuerpo.Pilar nunca había tomado del control de la relación, siempre había sido él quien la buscaba, por lo que aquella faceta de Pilar estaba enloqueciéndolo.—Voy a hacerte al amor —afirmó Pilar, mientras giraba el cuerpo fuerte de Domenico sobre la cama.Él sonrió.—¿Qué es lo que h
¿Sospechosos?«¡Pietro!»El grito de Alessio fue devorado por el sonido de las olas golpeando las rocas al fondo del acantilado. El mar se había tragado el cuerpo de Pietro…—¡Busquen su cuerpo! —ordenó Alessio a sus hombres. Estos se movilizaron con prontitud, lanchas rápidas salieron en la búsqueda y rescate del cuerpo de Pietro Conte, mientras helicóptero de Domenico y su familia aterrizaba en el helipuerto de la mansión procedente de Palermo.—¿Qué es lo que ha sucedido? —preguntó Domenico ante la movilización en masa del personal de seguridad, desde los aires había observado el movimiento de varias lanchas rápidas y lo primero que pasó por su cabeza fue Pietro.Domenico corrió al sótano sin esperar respuesta de su gente, atravesó el jardín y se internó en las oscuras gradas hasta llegar al recinto exclusivo para castigar a los traidores. La ira se abrió paso por su pecho al darse cuenta de que las cadenas estaban abiertas y que su hermano no estaba allí.—Lo siento, señor —dijo e
Bienvenida a la familia Conte Pilar había pensado que había sentido ya todo tipo de dolor y que nada podía compararse a tener una bala metida en su carne, pero dar a luz a un hijo era lo más doloroso que alguien pudiera imaginarse. Quizá no le alcanzaría la imaginación, era como si todos sus huesos fueran apretados al mismo tiempo y estuvieran a punto de romperse y así como llegaba, desaparecía.Contracciones.El doctor le había mencionado todo lo que necesitaba saber, le había dado instrucciones para cuando el momento decisivo llegara, pero ¿Quién su sano juicio podía recordar una serie interminable de recomendaciones mientras su cuerpo era atravesado el dolor? Pilar dudaba que alguien fuese capaz de hacerlo, por lo menos ella no.Todo lo que Pilar deseaba era que su bebé no demorara en llegar y que el médico no demorara en entrar a la sala preparada para la llegada de su bebé, ella no sabía el sexo del bebé porque Domenico y Paolo habían pedido que fuese una sorpresa, así que Pilar