Capítulo 856
Ánsar se quedó atónito por un momento y no contestó, sólo sonrió.

Huntley se dio la vuelta y dijo: —He oído que el presidente Ramírez tiene en su casa unas plantas muy valiosas y raras, y ahora están de temporada, ¿así que me pregunto si tendría el placer de verlas?

—¡Claro! —Ánsar contestó a toda prisa—.¡Alteza, por aquí!

Huntley siguió a Ánsar para ver las flores, riendo y bromeando, y Hera se endureció al ser dejada atrás por los dos.

—¡Alteza, perdónelos! —La consoló suavemente la doncella que estaba a su lado.

—¡Je, no los tengo en cuenta! —Hera se mofó—. ¡Soy la reina del futuro, si se atreven a despreciarme así, se arrepentirán después!

—¡Sí, tenemos tiempo! —La doncella le guiñó en silencio, indicándole que mirara hacia la ventana.

Hera se acercó a la ventana y oyó risas de fuera. Las dos figuras que estaban a la piscina, eran Soledad y Daniel...

La finca de la familia Ramírez estaba cerca de una selva, con piscinas pegadas a calas. Había palmeras a las orillas y las flores tra
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