Capítulo 864
Durante este tiempo, Daniel permaneció en el hospital.

Planta superior del hospital, sala VIP, unidad de escaldaduras.

Debido a que se perdiron la piel superficial de ambas manos por la quemadura, debía ser atendido adecuadamente, por lo que después de la consulta los médicos envolvieron sus manos con gasas gruesas.

Si no se fijaba bien, sus manos no eran diferentes de las de Doraemon.

No podía usar las manos, ni siquiera deslizar el móvil para jugar, y lo único que podía hacer cada día era tumbarse en la cama y mirar aburrido al techo, contando cuántos hilos formaban el dibujo de las tallas que rodeaban el techo.

Menos mal que Soledad pidió permisos estos días a la sastrería y se quedaba cuidándole sin salir todos los días.

Sintió que lo habían herido para protegerse, y en su corazón, además de la culpa que sentía por él, también estaba ese poquito de amor de antes, que en este momento convergía en una corriente, inundando violentamente el corazón.

Se ocupaba de pequeñas cosas como co
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