—Tres días, solo nos quedaremos tres días más, si en esos tres días nuestra presentación no les gusta, nos iremos. No lo intentaremos más, no porque no podamos, pero hay algo más importante qué deseo atender.Laura asintió, podía ver la lucha que había en el hombre, una lucha que a Tiziano también le llamo la tensión, porque no solo era Jareth quien estaba ansioso, es más, estaba seguro de que por primera vez el ingeniero Mars estaba priorizando algo más que su trabajo y su reputación después. —¿Es un trato?— le preguntó al matrimonio frente a él. No sin antes tomar la mano de Claire.—¿Qué dices Claire?Ella sonrió a su esposo, era justo habían perdido tres días con su luna de miel, así que estaba bien que ellos les dedicaran esos tres días a sus clientes para un proyecto de esa envergadura.— Tres días y trabajaremos con todas nuestras ganas para presentar un boceto, obviamente luego lo podemos seguir desarrollando en la distancia— aseguró ella entrelazando los dedos con los de Jar
.«Hemos estado siguiendo al hombre y la mujer»«No debe de haber ningún tipo de duda, ni de error»«La información que tengo hasta ahora es que la hija de ese sujeto es la prometida del CEO de Art Life y es una mujer rubia, aunque las fotos que me han dado tienen un mal enfoque, no me cabe duda que es la hija de ese hombre.»«Entonces, si está seguro de que se trata del objetivo, proceda a continuar con el plan. Cambio y fuera».La conversación a través del radio terminó de golpe. Era su primer trabajo para ese grupo o para fines más prácticos su incursión a las ligas mayores.No tenía ninguna opción o posibilidad de que él pudiera fallar este trabajo. Llevaba dos días siguiendo a la pareja, por lo que no le quedaba duda de que esa mujer se trataba de la hija de Richards, la persona que había jodido y seguía jodiendo a sus jefes, por no conseguí callarse y seguir dándole información a los federales.Eleonor, no podía más con el encierro, estar ahí encerrada entre esas cuatro paredes l
—Ya hablaremos de esto, luego Claire— murmuró Jareth al oído de su esposa, mordisqueando el lóbulo de su oreja, sabiendo lo que eso le causaría. Ya tendría tiempo a solas para hacerle pagar el encelarlo.—Los niños se encuentran merendando, por supuesto, que si, ellos se mueren por verlos.Christian se quedó callado sin moverse, lo que hizo que su hijo se pusiera de nuevo en alerta, su padre era como él, ambos se paralizaban cuando no sabían cómo explicar algo.—¿Qué ocurrió padre? ¿Les pasó algo a los niños?Su padre negó ante las palabras de su hijo, solo para aspirar fuertemente,—Es solo que ellos pueden que les pregunten si Jareth es su padre, Eleonor… Bueno, ella…El rostro de Jareth se oscureció ante las palabras de su padre sin que pudiera evitarlo.— ¿Esa mujer se atrevió a contarles a mis hijos la ver…?Claire no pudo terminar de hablar al escuchar las voces infantiles de sus pequeños, acercándose a su abuelo y poniéndose frente a la cámara.— Hola mamá — dijeron los dos a l
Su objetivo se encontraba justo a un par de metros a su alcance, al igual que él se encontraba caminando por los vitrales de ese centro comercial de la mano de su prometido.El hombre casi sintió pena por la mujer al verla tan feliz que por un momento se preguntó ¿Si el padre de ella dejara de hablar al saberla en peligro?Negó por la estupidez de sus pensamientos. Si el hombre quisiera a su hija dejaría de hablar, pero no lo hacía, continuaba abriendo la boca y hablando con los federales.Él tampoco podía darle más tiempo, necesitaba hacer aquello, por lo que se le contrató.Ahora se trataba de su vida y la de ella.Entre ser y no ser. Estaba él. Su objetivo estaba en ese momento saliendo por fin del centro comercial. Era ahora o nunca, su pareja se encontraba pidiendo el auto donde ambos se irían.—Avanza— le pidió a su compañero mientras se preparaba en la parte de atrás con una jeringuilla lista para inocular el sedante en el cuerpo de la rubia una vez la tuviera en su poder.Era
Ella estaba feliz y enamorada cada día más que el anterior, hablando con su esposo de las ganas que tenía de enseñar el proyecto para volver a casa por fin con sus pequeños, pero poco pensaba que de un momento a otro esa posibilidad se volvería muy lejana.Lo último que recordaba era ser metida a la fuerza en un coche y como una mano le tapó la nariz y la boca haciendo que perdiera la consciencia en un instante.Cuando despertó ella ya estaba a oscuras tendida sobre una pequeña cama de muelles que sonaba a cada pequeño movimiento que hacía.Algo metálico y fuerte le rodeaba el pie hasta el momento causándole dolor al moverlo y el olor a humedad era muy palpable a su alrededor, nada más podría decir hasta el momento porque no había ningún pequeño destello de luz en ningún lugar.— ¡Hola! ¿Hay alguien ahí?— gritó ella intentando moverse, pero lo que tenía atado al pie era demasiado pesado como para intentarlo.Parecía que no, ni siquiera un lejano ruido le llegaba de fuera, solo el de l
No podía disfrutar de ese tipo de reacción, no cuando su hijo se encontraba mal, y él no tenía como ayudarlo.—Claire…— fue decir el nombre de la madre de sus nietos y Christian Mars desmoronarse.Dejándose caer en uno de los muebles, no podía permanecer más tiempo parado y aunque Enzo lo sostendría, se negaba a recibir esa clase de apoyo.—Ella fue secuestrada, por lo que me contó Jareth y lo que aparece en las noticias, ha sido un maldito secuestro que le pudo pasar a cualquiera, pero hay algo que me dice que no es así, algo me dice que a Claire la han secuestrado.Enzo le había tomado mucho cariño a Claire durante el tiempo en el que estuvo fingiendo ser su prometido, pero ver a Christian así fue lo que realmente lo hizo sentarse a su lado y a pesar de que él quisiera o no, atraerlo contra su cuerpo y rodearlo entre sus brazos.— Pero ¿Quién podría querer hacerlo? La verdad es que es muy raro que una mujer europea sea secuestrada en las Vegas, pero si quieres yo podría…— Enzo odiab
Ella no podía ser Claire Mars, tenía que ser Eleonor. Los nervios y el miedo por lo que ese error supondría para él. Lo estaba matando.O mejor dicho lo mataría porque si no le entregaba a esos hombres a Eleonor, ellos se encargarían de eliminarlo, así como el asesino a su primo, el hombre tras el volante.¿De qué había servido matar a alguien de su familia, si él mismo estaba a punto de morir?Por lo que tras colocarse el pasamontañas entró a la habitación donde se encontraba la mujer que había secuestrado. Con pasos rápidos caminó hasta ella tomándola de los cabellos, no le importaba si eso la dañaba.—¡Dime tu nombre, maldita sea! ¿Cómo te llamas mujer? ¡Dímelo!Necesitaba saberlo, porque de no ser Eleonor tenía que pensar en cómo actuar.Odiaba eso, odiaba que las cosas no salieran tal y como él las había planeado. Le costó mucho encontrar la aparición del tal Jeremy Mars con su supuesta prometida, como para que no se tratara de ella. ¡Tenía que ser ella! No podía ser nadie más.
La secretaria de Tiziano no hizo esperar al arquitecto Mars, tenía órdenes expresas tanto de la esposa de esta como del mismo Tiziano de hacerlo pasar, no importaba si estaban en alguna junta.Jareth no era más que la sombra del hombre de tres días atrás. Su aspecto era el de un pobre desquiciado, sin ningún tipo de ilusión y así era como se encontraba sin Claire.Sin ella no encontraría motivos para vivir, aunque no podía darse ese lujo, tenía sus dos hijos por los cuales ver.Era el tercer día, los dos primeros días no había podido hablar frente a frente con el ítalo americano, en esos dos días no había salido más que de su habitación a la embajada y de ahí con la policía que no dejaba de llamarle a dar sus declaraciones.Jareth no entendía cómo podían considerarlo sospechoso, solo porque antes estaba prometido con otra mujer.Mujer la cual en ese momento se encontraba a salvo de él en casa de su padre. A salvo porque las palabras de su padre seguían alimentando su furia.“Esa muje