Christian había mandado a su ama de llaves hacer que la habitación de invitados se encontrará lo más cómoda y cálida posible.—La prometida del joven Jareth, ¿Vendrá a vivir aquí?— le pregunto la vieja ama de llaves a su jefe Christian Mars.—La señorita Eleonor Richards ya no es la prometida de Jareth— le informó a la vieja ama de llaves, posando su mirada severa en ella — más te vale no olvidarlo Cleotilde.Cleotilde no dijo nada, sabía que cuando su jefe se enojaba no era alguien fácil de tratar, sobre todo si involucraba a su familia y esa consideración no solo se extendía a su único hijo o nietos, también a la madre de los dos gemelos, Claire Mars.No era un secreto que el viejo Mars había estado por más de cinco años esperando que su hijo se diera cuenta de la estupidez que había cometido al dejar ir a una mujer como Claire y regresará por ella. Por lo que haría lo imposible por ayudar a ambos jóvenes a estar juntos y no importaba si eso incluía que él se hiciera cargo de la ex
Claire se quedó sujeta a los hombros de Jareth tan fuertemente que en el instante en el que fue penetrada le arañó los hombros mientras se arqueaba levemente hacia atrás en sus brazos.— Más… oh joder más…— pidió ella buscando su boca para besarlo con desesperación.Tal vez era egoísta por su parte, pero no podía dejar de amarlo, no podía dejar de desearlo, no podía dejar de estar en sus brazos porque sentirlo dentro era vivir, se sentía morir cuando no estaba con él, cuando siquiera se planteaba alejarse.Jareth se movió de manera rápida, de la manera necesitada que él y ella parecían necesitar, se inclinó a besar sus senos sacando uno de ellos del sostén, llevándoselo a su boca, succionando, lamiendo, soltándolo solo para besarla o para a poder gemir su nombre —Claire…— Jareth… dilo, dímelo por favor, necesito que lo digas — exigió deseosa de escuchar de nuevo como decía que la amaba y que el hecho de que su ex prometida estuviera ahí no significaba nada.Claire se sentía una pers
Christian llegó justo en el momento del chismorreo y como últimamente pasaba, nadie le prestó atención, por lo que pudo acercarse al grupito de colegas y becarios que se encontraban en ese momento "dialogando sobre el tema"—La secretaria no tuvo que decir nada de lo que vio, lo vio el de sistemas que en ese momento se encontraba instalando una actualización a la secretaria.—Así que quien habló fue el de sistemas—Eso se cree, aunque él dice que no, que él no fue.—¿Y cuál es el chisme?— pregunto Christian, intrigado y sin llamar mucho la atención.—Pues que la arquitecta Mars y el hijo del director Mars estaba la oficina de la arquitecta, follando. —¿Follando?— preguntó Christian de nuevo, queriendo saber más. Se encontraba atrás de ellas, por lo que se escondió aún más entre ellas.—Si, pero según supuse. El hijo del director Mars tiene una prometida, la mujer que se desmayó aquí.—Si, ¿Entonces ellos dos engañan a esa mujer?—Esa mujer no es nada del arquitecto Jareth — mencionó
— Por los niños no te preocupes — la cortó Christian, quién ya estaba preparado para aquella objeción, además no era la primera vez que se quedaba con sus nietos— se quedarán muy a gusto en mi casa.Por un momento pensó que aquello haría un poco más difícil ver a Enzo. Si estaba cuidando de sus nietos no podría acudir a verlo y era muy pronto para invitarlo a casa, muy pronto y peligroso porque no estaba preparado para salir del armario y mucho menos frente a la ex prometida de su hijo. Pero no importaba, si Enzo le amaba entendería.— ¿Pero qué pasa con Eleonor, ella no sabe de los niños y vivirá en esa casa?— Claire miró a Jareth sin saber del todo si quería que hiciera lo que le iba a pedir, por qué lo veía justo o por qué tenía cierta necesidad de reconocimiento frente a quien había pretendido casarse con el hombre que amaba, que la hacía sentirse culpable, pero no por ello dejaba de querer aquello — Si va a estar cerca de mis hijos, debe saber la verdad por ti.—Ella lo va a sabe
Claire estaba muy molesta por la forma en que esa mujer hablaba de sus hijos, por la forma en que parecía haberle preguntado si realmente sus hijos eran de Jareth, estuvo a punto de contestar, pero su exmarido se adelantó, por lo que espero a ver si Eleonor demostraba un poquito de madurez por su parte.Claire estuvo tentada a explicarle la razón por la que el padre de los niños no había descubierto la verdad sobre su paternidad todavía, pero luego recordó que no tenía por qué justificarse de nada frente a esa mujer.— Nuestra relación fue difícil — Explicó Claire levantándose y caminando hasta donde ellos estaban —no tenemos por qué darte más explicaciones, pero si antes de ti estuve yo, y de ese Matrimonio — No sé contuvo de remarcar esa última palabra para que ella la entendiera bien— nuestros hijos.— Es algo que sucedió mucho antes de que tú entrarás en la vida de mi exesposo y simplemente te informamos porque ellos pasan mucho tiempo aquí con su abuelo y espero no los importunes
Henry volteó a ver a Jareth, su padre viéndolo a los ojos, antes de volver a hablar —por favor cuida a mi madre. Si no lo haces no podrás ser mi papáJareth sonrió ante las palabras y solemnidad de su hijo, para después ponerse serio y asentir a lo dicho por el pequeño— No dejaré que nada malo le pase a tu madre. La cuidaré como si fuera mi mayor tesoro.Ambos niños estuvieron contentos con la explicación de su padre, por lo que ya no dijeron nada corriendo a la mesa.—Bueno, cenemos, que no querrán perder el vuelo.Por supuesto que ninguno de los cinco se percató de que toda la escena había sido vista con ojos furiosos por la única persona que parecía no ser invitada a la mesa esa noche.Si Eleonor había salido esa noche a tomar el fresco, fue testigo de cómo toda la familia Mars se abrazaba. Ella debería de estar ahí, esos hijos deberían ser los suyos, no los de la exesposa. Pero no, parecía que esos sueños ya no serían posibles y para colmo el estúpido y bueno para nada de su padr
Jareth no pudo mantener sus manos lejos del cuerpo de Claire, lo bueno es que el auto que había preparado su padre para que los llevara al aeropuerto era la limusina, el viejo Mars conocía a su hijo y si era como él en cuanto a no querer que vieran ciertos aspectos de su pareja, lo mejor sería darle un poco de intimidad.Jareth conocía a Claire desde hacía ya varios años, pero era la primera vez que se dejaba llevar, ambos se encontraban en lo que todos llamarían la luna de miel. —Mi padre sí que me conoce— mencionó Jareth a Claire una vez el chofer les indicó que ya estaba en el aeropuerto.Por supuesto, de haber sido otro arquitecto el encargado de ese trabajo, hubieran viajado en un avión comercial, en primera clase con todo pagado, pero se trataba del hijo y la madre de los nietos de Christian, por lo que este no había dudado en prestarles su jet privado.El CEO de Art life, le ofreció su mano a Claire para que se apoyará al salir, una vez que el chófer les abrió la puerta para q
Claire no tardó en desabrocharse el cinturón y sentarse en el regazo de Jareth para inclinarse contra su cuello y dejar varios besos suaves en esa área —¿Por dónde íbamos?—Íbamos justamente aquí…— le susurro Jareth quien agradeció que ella se sentará en su regazo y le hiciera olvidar que no estaba en el aire a Miles de kilómetros sobre la tierra.Las manos traviesas de Jareth empezaron a desabrochar la fina blusa que ella se había puesto, él por supuesto ya tenía la camisa desabrochada, por lo que podía sentir como Claire aprovechaba para poder tocar su piel, parecía que su toque era eléctrico porque en dónde tocaba hacía que el placer corriera por todo su cuerpo hasta alojarse en su entrepierna.—Creo que me ibas a dar a comer una fresa, pero a mí se me antoja hacer algo más…— susurro bajando un poco su sostén, dejando al descubierto uno de sus pechos, el cual tomó en su mano derecha. Como le encantaban a Jareth los pechos de Claire los cuales tenían el tamaño perfecto para que él