En esos momentos Jareth se encontraba maldiciendo haberla traído, porque sabía lo que Claire haría y eso solo hacía que se llenara de rencor hacia Eleonor, quien era la víctima en ese caso, sobre todo por qué no se lo merecía, suficiente tenía con saber que pronto moriría.Tenía que sentarse y eso hizo, se sentó y llevó su cabeza hacia abajo en medio de sus piernas, pasándose las manos por detrás.El doctor tomó la palabra al ver a Jareth derrumbarse — lo mejor será que la señorita Richards esté con alguien bien cuidada y tranquila a partir de ahora.Jareth alzó su cabeza asintiendo.—Por ahora debe quedarse, es más, no debería estar parada, así que regrese a su habitación.Eleonor no hizo nada más que asentir a lo dicho por su médico, viendo a Jareth a los ojos.—Jareth, por favor…— le suplicó ella suavemente a él.Él solo asintió a esa súplica — anda, ve a descansar, luego hablaremosSu prometida ya no dijo nada volteando a ver a Claire al salir y marcharse a su habitación, aunque c
—¡Claire!— le llamó Christian al verla salir de las puertas del ascensor.El padre de Jareth no dudo en abrir sus brazos al notar sus ojos rojos,—Pero mi niña, ¿qué ha pasado? ¿Por qué te encuentras en este estado?— le preguntó a la joven nada más la tuvo a un paso frente a él.Claire se lanzó a los brazos de Christian en cuanto lo vio, era como una niña pequeña que se ha estado conteniendo durante horas hasta encontrar a su persona segura, en este caso su persona segura era el abuelo de sus hijos.Quién se había convertido no solo en una figura paterna, sino en su mejor amigo.Ella no pudo más que echarse a llorar por lo sucedido, sintiendo que él la reconfortaba con el simple hecho de sostenerla como la hacía.Estaba segura de que en otra vida, si es que las reencarnaciones existían, ellos ya se habían encontrado. Porque Jareth podía ser el hombre al que amaba con toda su alma, pero Christian era como estar en casa, era su lugar seguro de un modo fraternal que no podía explicar.Cl
Se encontraba nervioso y no era para menos, se había citado con Enzo, Christian se sentía mal por hacerlo pese a lo que pasaba con su hijo y la madre de sus nietos- Pero tenía que hacerlo, tenía que ver a ese hombre que en el pasado había sido especial y que, maldita sea, todavía removía muchas cosas en su interior, las malditas mariposas que parecían incrementarse a medida que se acercaba a la pequeña y solitaria taberna donde esperaría al joven.El dueño de la taberna conocía a Christian, era un buen amigo el cual había conocido siendo su chofer y que luego con los años y hacerse igual de mayor que él le confío que adoraba ser su chofer, pero su verdadero sueño siempre fue poseer su propio negocio, por lo que Mars lo despidió con una buena compensación y de regalo por todos esos años le regaló el local que ahora era una discreta taberna exclusiva donde para entrar se necesita tener acceso vip era el lugar ideal para hacer cualquier tipo de encuentros.Bobby era así como se llamaba e
El gemido de Christian fue música para sus oídos, haciendo que deslizara los dientes por su cuello con suavidad, solo dejándole sentir el tacto de estos en la piel mientras se deshacía de su ropa y dejaba que él hiciera lo mismo con la suya.Aquel cuarto temático tenía un gran espacio para bailar, pero también una cama donde estar juntos cómodamente, pero la simple idea de alejarse de su piel, hacía que doliera perder esa cercanía.Una vez lo tuvo desnudo no dudó en girarlo poniéndolo de cara a la pared, no podía disfrutar de su rostro. Pero si de su espalda, de morderla y marcarla cuanto quisiera.Recordaba que en aquel barco Christian le había dicho que era raro que él fuera pasivo y la estrechez que encontró al enterrarse en él, Enzo jamás lo era ni siquiera con él lo había sido, por eso se agachó poniéndose de rodillas tras su amante y amasó sus nalgas para separarlas y pasar la lengua entre ellas, luego llegó dos dedos a su entrada, tanteando la estrechez para no hacerle daño enc
Christian había mandado a su ama de llaves hacer que la habitación de invitados se encontrará lo más cómoda y cálida posible.—La prometida del joven Jareth, ¿Vendrá a vivir aquí?— le pregunto la vieja ama de llaves a su jefe Christian Mars.—La señorita Eleonor Richards ya no es la prometida de Jareth— le informó a la vieja ama de llaves, posando su mirada severa en ella — más te vale no olvidarlo Cleotilde.Cleotilde no dijo nada, sabía que cuando su jefe se enojaba no era alguien fácil de tratar, sobre todo si involucraba a su familia y esa consideración no solo se extendía a su único hijo o nietos, también a la madre de los dos gemelos, Claire Mars.No era un secreto que el viejo Mars había estado por más de cinco años esperando que su hijo se diera cuenta de la estupidez que había cometido al dejar ir a una mujer como Claire y regresará por ella. Por lo que haría lo imposible por ayudar a ambos jóvenes a estar juntos y no importaba si eso incluía que él se hiciera cargo de la ex
Claire se quedó sujeta a los hombros de Jareth tan fuertemente que en el instante en el que fue penetrada le arañó los hombros mientras se arqueaba levemente hacia atrás en sus brazos.— Más… oh joder más…— pidió ella buscando su boca para besarlo con desesperación.Tal vez era egoísta por su parte, pero no podía dejar de amarlo, no podía dejar de desearlo, no podía dejar de estar en sus brazos porque sentirlo dentro era vivir, se sentía morir cuando no estaba con él, cuando siquiera se planteaba alejarse.Jareth se movió de manera rápida, de la manera necesitada que él y ella parecían necesitar, se inclinó a besar sus senos sacando uno de ellos del sostén, llevándoselo a su boca, succionando, lamiendo, soltándolo solo para besarla o para a poder gemir su nombre —Claire…— Jareth… dilo, dímelo por favor, necesito que lo digas — exigió deseosa de escuchar de nuevo como decía que la amaba y que el hecho de que su ex prometida estuviera ahí no significaba nada.Claire se sentía una pers
Christian llegó justo en el momento del chismorreo y como últimamente pasaba, nadie le prestó atención, por lo que pudo acercarse al grupito de colegas y becarios que se encontraban en ese momento "dialogando sobre el tema"—La secretaria no tuvo que decir nada de lo que vio, lo vio el de sistemas que en ese momento se encontraba instalando una actualización a la secretaria.—Así que quien habló fue el de sistemas—Eso se cree, aunque él dice que no, que él no fue.—¿Y cuál es el chisme?— pregunto Christian, intrigado y sin llamar mucho la atención.—Pues que la arquitecta Mars y el hijo del director Mars estaba la oficina de la arquitecta, follando. —¿Follando?— preguntó Christian de nuevo, queriendo saber más. Se encontraba atrás de ellas, por lo que se escondió aún más entre ellas.—Si, pero según supuse. El hijo del director Mars tiene una prometida, la mujer que se desmayó aquí.—Si, ¿Entonces ellos dos engañan a esa mujer?—Esa mujer no es nada del arquitecto Jareth — mencionó
— Por los niños no te preocupes — la cortó Christian, quién ya estaba preparado para aquella objeción, además no era la primera vez que se quedaba con sus nietos— se quedarán muy a gusto en mi casa.Por un momento pensó que aquello haría un poco más difícil ver a Enzo. Si estaba cuidando de sus nietos no podría acudir a verlo y era muy pronto para invitarlo a casa, muy pronto y peligroso porque no estaba preparado para salir del armario y mucho menos frente a la ex prometida de su hijo. Pero no importaba, si Enzo le amaba entendería.— ¿Pero qué pasa con Eleonor, ella no sabe de los niños y vivirá en esa casa?— Claire miró a Jareth sin saber del todo si quería que hiciera lo que le iba a pedir, por qué lo veía justo o por qué tenía cierta necesidad de reconocimiento frente a quien había pretendido casarse con el hombre que amaba, que la hacía sentirse culpable, pero no por ello dejaba de querer aquello — Si va a estar cerca de mis hijos, debe saber la verdad por ti.—Ella lo va a sabe