Capítulo 5
Zeleo entró a la cocina de su casa para desayunar antes de irse a la universidad, esta vez se arregló más de lo normal, incluyendo que se aplicó el perfume de hombres que solo usaba cuando iba a fiestas, ansiaba ver a Diara, solo quería hablar con ella y bromear acerca de cualquier cosa, le parecía extraño el hecho de que no la hubiera podido sacar de su mente desde que se despertó, era como una sensación nueva para él y eso le gustaba.
-... ¿Y por qué no me lo puedes decir a mí?... -decía su mamá Juliett por el teléfono de la casa en tono enfadado, alzó sus ojos advirtiendo a Zeleo observarla, seguidamente inclinó la cabeza a un lado señalando el desayuno que había hecho para él, servido en la mesa.
Zeleo se sentó
Capítulo 6 Habían pasado los días: martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo, sin rastro alguno de Diara. Era extraño para Zeleo extrañarla de ese modo, era como si ansiara verla o hablar con ella. Recordó cuando terminó con Anaís el miércoles, cuando ella se le acercó solo para discutir. -Eres un idiota -había gritado Anaís mientras le daba una bofetada-, ¡¿cómo puedes andar por ahí sin siquiera acercarte para preguntarme por qué estoy molesta?! -¡Porque no me importa si te molestas por una estupidez que ni yo entiendo! -le había respondido Zeleo mientras pasaba una mano por su propia mejilla sintiéndola pulsar de dolor por la bofetada que le había dado ella. Recordaba cuando Anaís le había levantado su delgada mano para abofetearle otra vez, pero Zeleo se la aguantó en pleno vuelo a su cara. -No pienses en golpearme otra vez -l
Capítulo 7 La profesora Lovera revisaba los exámenes de los alumnos de la universidad, tenía una lista impresa en papel con todos los nombres de sus estudiantes, cada vez que corregía un examen le colocaba la calificación al lado del nombre. Tomó el examen que tenía la única calificación más alta, era de la alumna Diara Grey, frunció el ceño observando que la evaluación no tenía ni una respuesta errónea, seguidamente buscó en su portafolio la lista de asistencia, porque por alguna razón no recordaba a la alumna Diara Grey entre sus estudiantes. -Mira nada más -murmuró la profesora Lovera, observando que de los ciento cincuenta días que ella tenía dando clases, Diara había faltado setenta veces a su materia de matemáticas
Capítulo 8 -¿Y te besó? -preguntó Diara con intriga. Nicole soltó un suspiro mientras giraba los ojos. -No -dijo-. Cuando me llevó a mi casa, me quedé un momento dentro de su auto fingiendo buscar las llaves y luego se inclinó, pero me dio un beso en la mejilla. -Tal vez está esperando el momento especial -dijo Diara. -¡De verdad creí que me besaría! - expresó-. Estaba tan nervioso y lo amo tanto que quiero abalanzarme sobre él y comérmelo a besos. Diara soltó una carcajada mientras tocaba el botón para desactivar los seguros de su auto, habían salido de clases y se disponían a irse a sus hogares. -No te le abalances encima -dijo Diara abriendo la puerta de conductor-, ya tienes su atención ahora tienes que hacerlo rogar por ti. -¿Eso es lo que intentas hacer conmigo? La voz de Zeleo llegó como un susurro a su oíd
Capítulo 9 Nicole caminaba por los pasillos de la universidad en dirección al baño, escuchó unas risitas hacerse más intensas cuando cruzó el pasillo, y sintió como su respiración abandonó sus pulmones al ver que se trataba de Lucas, de su Lucas. Él estaba hablando con una chica muy amistosamente mientras ella le tocaba el hombro y el pecho en discretos coqueteos. La barbilla de Nicole se alzó mientras tomaba una profunda respiración y caminaba por el pasillo, ignorando lo mejor que pudo a la pareja. Lucas ni siquiera pareció percibirla mientras besaba a la muchacha y se reían con complicidad. Esa chica ni siquiera era bonita a criterio de Nicole, con su nariz respingona y su cabello rubio artificial, llegaba a parecer una mala imitación de Nicole. Se encerró en un cubículo y simplemente comenzó a llorar, no quería hacerlo, pero era como si le hubieran golpeado el corazón con un bate de béisbol,
Capítulo 10 Diara caminaba hacia su aula mientras revisaba algunos papeles de la carpeta que sostenía en sus manos, cuando alguien se interpuso en su camino evitándole su paso, por un momento ella creyó que se trataba de Zeleo, pero al levantar la vista solo pudo fruncir el ceño. -Muévete que voy pasando -dijo Anaís cruzándose de brazos, tenía unos tacones plateados que la hacían lucir un poco más alta, pero apenas le llegaba por los hombros a Diara. -¿Quien te crees? ¿la reina de Inglaterra? -ironizó Diara- muévete tú. Anaís frunció el ceño dando un paso más cerca de Diara. -Oye pero si tu eres la muñequita nueva de Zeleo -dijo-, tienes que andar con cuidado, luego de que le des lo que quiere, se olvidará de ti. -¿Lo dices por experiencia? -contraatacó Diara alzando una ceja. La mano de Anaís voló hacia la carpeta
Capítulo 11 La habitación daba vueltas cuando Zeleo abrió los ojos, su cabeza punzaba fuertemente por la resaca. No sabía donde se encontraba, esa no era su habitación porque las paredes eran rosadas y habían adornos de muñecos o posters en todos lados. Miró a su lado izquierdo, fijando sus ojos en la chica desnuda que estaba a su lado, tenía el cabello castaño y liso, por un momento pensó que era Diara, pero luego notó que la piel de ella era trigueña y rustica. De repente los recuerdos de la noche anterior relucieron en su cabeza. Restregó sus manos por su cara, mientras terminaba de vestirse con la ropa que había lanzado por toda la habitación en la noche cuando había llegado borracho. Su pecho le seguía doliendo, Diara tenía novio y él se hab&
Capítulo 12 Cuando Zeleo se intentó apartar de Anaís, ella se aferró a su cuello con la excusa que todavía no estaba segura de sentir algo. Pero ya algo fastidiado, Zeleo se separó de los pequeños brazos de Anaís la cual comenzó a reírse mientras miraba más allá de él. Los ojos azules de Zeleo se voltearon para ver de qué ella se reía, cuando vio unos mechones castaños desaparecer en el cruce del pasillo rápidamente, él frunció el ceño mientras volteaba a mirar a Anaís con desconcierto. -Después me lo agradecerás -dijo ella dando un paso hacia él, pero Zeleo se alejó cuando todo comenzó a cobrar sentido. Corrió rápidamente por el pasillo detrás de Diara, su corazón latía de modo exagerado, Diara los había visto, y tal vez ahora no lo quería volver a ver, tenía que alcanzarla y explicarle todo. Los truenos retumbaban por el pasillo mientras él bajaba las escaleras, hasta e
Capítulo 13 -¿Entonces -dijo Marta-, se podría decir que son novios? Diara giró los ojos mientras terminaba de comerse las tostadas con queso que su madre le había hecho para la cena, alzó sus ojos grises hacia marta con una pequeña sonrisa. -No lo sé -dijo- supongo... -¿Pero cómo que supones? -insistió su madre sentándose en el taburete al lado de su hija-, ¡te besó y dijo que tú eras su todo! -Sí, pero no me dijo nada de que ser algo más que amigos, así que no lo sé. -Invítalo -dijo su madre dando una palmada con sus manos como si fuera lo más obvio-, dile que venga a ver una película, y se lo preguntas o se lo pregunto yo. -Mamá...&