Capítulo 8
-¿Y te besó? -preguntó Diara con intriga. Nicole soltó un suspiro mientras giraba los ojos.
-No -dijo-. Cuando me llevó a mi casa, me quedé un momento dentro de su auto fingiendo buscar las llaves y luego se inclinó, pero me dio un beso en la mejilla.
-Tal vez está esperando el momento especial -dijo Diara.
-¡De verdad creí que me besaría! - expresó-. Estaba tan nervioso y lo amo tanto que quiero abalanzarme sobre él y comérmelo a besos.
Diara soltó una carcajada mientras tocaba el botón para desactivar los seguros de su auto, habían salido de clases y se disponían a irse a sus hogares.
-No te le abalances encima -dijo Diara abriendo la puerta de conductor-, ya tienes su atención ahora tienes que hacerlo rogar por ti.
-¿Eso es lo que intentas hacer conmigo?
La voz de Zeleo llegó como un susurro a su oíd
Capítulo 9 Nicole caminaba por los pasillos de la universidad en dirección al baño, escuchó unas risitas hacerse más intensas cuando cruzó el pasillo, y sintió como su respiración abandonó sus pulmones al ver que se trataba de Lucas, de su Lucas. Él estaba hablando con una chica muy amistosamente mientras ella le tocaba el hombro y el pecho en discretos coqueteos. La barbilla de Nicole se alzó mientras tomaba una profunda respiración y caminaba por el pasillo, ignorando lo mejor que pudo a la pareja. Lucas ni siquiera pareció percibirla mientras besaba a la muchacha y se reían con complicidad. Esa chica ni siquiera era bonita a criterio de Nicole, con su nariz respingona y su cabello rubio artificial, llegaba a parecer una mala imitación de Nicole. Se encerró en un cubículo y simplemente comenzó a llorar, no quería hacerlo, pero era como si le hubieran golpeado el corazón con un bate de béisbol,
Capítulo 10 Diara caminaba hacia su aula mientras revisaba algunos papeles de la carpeta que sostenía en sus manos, cuando alguien se interpuso en su camino evitándole su paso, por un momento ella creyó que se trataba de Zeleo, pero al levantar la vista solo pudo fruncir el ceño. -Muévete que voy pasando -dijo Anaís cruzándose de brazos, tenía unos tacones plateados que la hacían lucir un poco más alta, pero apenas le llegaba por los hombros a Diara. -¿Quien te crees? ¿la reina de Inglaterra? -ironizó Diara- muévete tú. Anaís frunció el ceño dando un paso más cerca de Diara. -Oye pero si tu eres la muñequita nueva de Zeleo -dijo-, tienes que andar con cuidado, luego de que le des lo que quiere, se olvidará de ti. -¿Lo dices por experiencia? -contraatacó Diara alzando una ceja. La mano de Anaís voló hacia la carpeta
Capítulo 11 La habitación daba vueltas cuando Zeleo abrió los ojos, su cabeza punzaba fuertemente por la resaca. No sabía donde se encontraba, esa no era su habitación porque las paredes eran rosadas y habían adornos de muñecos o posters en todos lados. Miró a su lado izquierdo, fijando sus ojos en la chica desnuda que estaba a su lado, tenía el cabello castaño y liso, por un momento pensó que era Diara, pero luego notó que la piel de ella era trigueña y rustica. De repente los recuerdos de la noche anterior relucieron en su cabeza. Restregó sus manos por su cara, mientras terminaba de vestirse con la ropa que había lanzado por toda la habitación en la noche cuando había llegado borracho. Su pecho le seguía doliendo, Diara tenía novio y él se hab&
Capítulo 12 Cuando Zeleo se intentó apartar de Anaís, ella se aferró a su cuello con la excusa que todavía no estaba segura de sentir algo. Pero ya algo fastidiado, Zeleo se separó de los pequeños brazos de Anaís la cual comenzó a reírse mientras miraba más allá de él. Los ojos azules de Zeleo se voltearon para ver de qué ella se reía, cuando vio unos mechones castaños desaparecer en el cruce del pasillo rápidamente, él frunció el ceño mientras volteaba a mirar a Anaís con desconcierto. -Después me lo agradecerás -dijo ella dando un paso hacia él, pero Zeleo se alejó cuando todo comenzó a cobrar sentido. Corrió rápidamente por el pasillo detrás de Diara, su corazón latía de modo exagerado, Diara los había visto, y tal vez ahora no lo quería volver a ver, tenía que alcanzarla y explicarle todo. Los truenos retumbaban por el pasillo mientras él bajaba las escaleras, hasta e
Capítulo 13 -¿Entonces -dijo Marta-, se podría decir que son novios? Diara giró los ojos mientras terminaba de comerse las tostadas con queso que su madre le había hecho para la cena, alzó sus ojos grises hacia marta con una pequeña sonrisa. -No lo sé -dijo- supongo... -¿Pero cómo que supones? -insistió su madre sentándose en el taburete al lado de su hija-, ¡te besó y dijo que tú eras su todo! -Sí, pero no me dijo nada de que ser algo más que amigos, así que no lo sé. -Invítalo -dijo su madre dando una palmada con sus manos como si fuera lo más obvio-, dile que venga a ver una película, y se lo preguntas o se lo pregunto yo. -Mamá...&
Capítulo 14 Diara había bajado de su edificio para abrirle la puerta a Zeleo cuando habían pasado ya veinte minutos, pero al llegar a la entrada, se dio cuenta de que no había rastro de Zeleo todavía, reconoció que había sido una decisión apresurada y que debió esperar a que él le avisara por un mensaje o una llamada que ya había llegado, pero es que ella estaba totalmente entusiasmada de volver a verlo, desde ayer no lo había visto y ya era sábado, por lo que las ansias de verlo la carcomían. Estaba enamorada, su primer amor... porque aquel hombre no contaba, simplemente fue una obsesión de cuando ella era niña, no amor. -Hola Diara -manifestó el hombre rubio entrando por la puerta del edificio. Diara le sonrió respondiéndole con un be
Capítulo 15 Diara peinó el cabello de Zeleo con su peine, quitándole el copete que normalmente él usaba. Habían discutido unas cuantas veces por eso, porque Zeleo no le gustaba que le tocaran el cabello, pero por ser Diara el que pidió peinarlo, simplemente lo permitió. Diara estaba sentada sobre el sofá de terciopelo de la sala y Zeleo estaba sentado en el suelo en el hueco de sus piernas para que ella lograra peinarlo con comodidad. -Listo -dijo Diara dejando el peine azul a un lado del mueble-, mírate. Zeleo soltó un suspiro levantándose del suelo para verse en el espejo de la sala, soltó una ligera carcajada mirándose el cabello, ella lo había peinado hacia adelante, parecido al corte que tenía Justin Bieber cuando apenas empezaba su carrera. De repente sintió unas manos rodearlo por la cintura y el rostro de Diara apareció reflejado en el espejo, con la barbilla apoyada justo sobre su
Capítulo 16 Diara leía el sobre que le había dado Erick. No podía creer lo que veía, sus ojos no dejaban de expulsar lágrimas y su llanto parecía emerger de su garganta de forma descontrolada. Marta le decía que todo estaría bien, mientras le acariciaba la espalda, tratando de reconfortarla, pero no pudo evitar que unas lágrimas salieran de sus ojos. -¿Por qué? -murmuró Diara-, ¡no entiendo! Marta sorbió su nariz mientras negaba con la cabeza. -A veces simplemente... -¡No mamá! -la interrumpió Diara levantándose del regazo de su madre, pasó una mano por su rostro, limpiándose las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas-. No existe un “simplemente”, ya van