(Anastasia Clark)
A mediados de esa tarde, Jonathan apareció, con su adorable sobrina Esther, que venía con un tutú puesto y todo. Ambos entraron, y yo los atendí con una enorme sonrisa, pues teníamos cinco minutos de descanso en ese justo momento.
Me llevé a Esther a la clase, junto al resto de mis alumnos, y proseguimos la lección.
***
La entrevista del día siguiente fue intensa, cuando llegamos estábamos histéricas, pero Joe y Oscar nos la hicieron realmente amena, nos relajamos en seguida.
“Y aquí la tenemos, señores y señoras, tenemos el placer de tener en este plató a la señorita Anastasia Clark – anunciaba, haciéndome reír, divertida – cómo ya hemos estado diciendo al principio de nuestro programa, estuvo en dos campeonatos mundiales y quedó tercera en ambos”
“Apunto de ser segunda en el segundo” – añadía Oscar – “Pero un error del jurado la llevó a obtener el tercer puesto”
“Es cierto – aseguré – justo iba a por el oro en el tercero, pero me lesioné la rodilla y tuve que dejarlo”
“Bueno, bueno, dejemos de hablar del pasado – proseguía Joe – recientemente has abierto una escuela de baile”
“White Dance – declaré – es su nombre”
“Y ya apenas quedan plazas” – me reí al escuchar aquello, pero era cierto. Así que me encogí de hombros.
“Cuéntanos, Anastasia, ¿cómo nació la idea?”
“Pues en realidad la propuso Nicky – señaló a mi socia, al fin reparan en ella – ella sabe cuánto adoro a los niños, y mi gran pasión por el baile, así que… surgió la idea de fusionarlas y crear White Dance”
“¿y el nombre de la escuela de dónde viene?”
“Eso es por el tipo que puso la pasta” – aseguraba Nicky, mientras yo le daba un codazo, molesta, haciendo que ellos mirasen hacia nosotras – “Bromeaba” – añadió al notar como la asesinaba con la mirada – sólo bromeaba.
“El nombre … supongo porque es mi color favorito, el blanco, y me recordaba al ballet, a mis días en la gloria. Por eso, White Dance”
La entrevista duró un poco más, pero más o menos eso fue lo importante.
Iba a matar a Nicky, os lo aseguró, ¿cómo se le ocurría decir algo así?
Ni siquiera pude ponerme a decirle que no estaba de acuerdo, pues en cuanto bajamos nos encontramos en la puerta a una muchacha. En cuanto me vio sonrió, parecía que nos estaba esperando.
(Seven White)
Allí estaba, como un reloj, frente a la puerta del colegio de Lucy. Había llegado cinco minutos antes, pues ella aún estaba en clase. Cuando salió lo hizo con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro, no entendía su nuevo cambio de ánimo. Quizás habían vuelto a admitir a Kara, lo cual me parecía improbable, pues aún no había tenido tiempo de hablar con mamá sobre el tema.
En el camino busqué información al respecto. Mi hermana tenía razón, Ana lo había conseguido, abrir su propio negocio, y había triunfado en el proceso, pues ya no quedaba ninguna plaza para asistir a su academia. Todos los hijos e hijas de los habitantes de la ciudad se habían apuntado a sus clases.
Javier se detuvo a escasos metros, Lucy abrió la puerta, con la intención de salir, pero la detuve, agarrándola del brazo, en cuanto vi aquello: un auto se detenía frente a la academia, justo donde una joven con el cabello moreno esperaba, sonriendo hacia el tipo que había en el interior del vehículo.
Era Ana, la reconocí en seguida, y el tipo… no tenía ni idea de quién era el tipo, pero ella se subió en su coche y se marchó sin más.
Según la información que Javier me había conseguido, aquel tipo era su gestor, el que le llevaba las cuentas y documentación de la academia. Ese nuevo negocio lo había montado con la famosa Nicky, Brad iba a ponerse contentísimo en cuanto le dijese que sabía el paradero de la desaparecida diosa del deseo, que era uno de los nombres que él solía ponerle.
El trabajo de Javier era inmejorable, incluso le había tomado fotos al tipo, no estaba mal, un rubiales de ojos azules, de estatura normal y con gafas.
“Jonathan Khol – Ex marine.
Después de su última misión toda su unidad fue enviada a casa, como premio por los servicios prestados. Después de eso, el gobierno los destituyó a todos.
Su madre falleció el pasado año de neumonía, su padre tiene una gestoría en la que él trabaja actualmente. Tiene una hermana mayor que está casada con un español y una sobrina pequeña”
No había mucho más relevante.
(Brad Allen)Estaba agotado aquella maldita semana, tantas reuniones me estaban matando, tenía pensado salir de cacería, pero antes si quiera de haberlo organizado, recibí un inesperado mensaje de mi mejor amigo. Cosa rara en él, pues no solía ser el primero en dar el primer paso.Lo ojeé, despreocupado, dejando a un lado el balance de la semana, me estaba mareando con tanto número. Masajeé el tabique nasal y por poco no me ahogo con mi propia saliva cuando leí el nombre de aquella diosa.Sosainas:Tío, no te lo vas a creer, pero he descubierto dónde se esconde tu diosa del placer Nicky.Yo:¡Hijo de puta!¿Cómo coño has conseguido esa información antes que yo?Sosainas:<
(Anastasia Clark) Aquel día estaba feliz, pues el cupo de alumnos estaba lleno, era señal de que el negocio iba como la seda. Sonreí, de oreja a oreja, mientras preparaba mi clase de bachata, junto a Nicky. Deberíamos contratar a más personal, nosotras no vamos a dar abasto con todos los tipos de bailes – se quejaba, y la entendía perfectamente, pero de momento, al menos hasta el próximo mes tendríamos que bastar las dos – Por cierto - añadió, al darse cuenta de que me estaba tomando más tiempo del que debía en responder - ¿Qué tal te fue ayer con Jonathan? – preguntó, con cierto rintintín, como si quisiese emparejarme con él, de alguna forma – Me dijo Brenda que vino a recogerte y todo, ¿eh? Sólo se ofreció a llevarme a casa, ya que Brenda se iba con su marido y su hija, y tú te fuiste antes a esa cita de la que ni siquiera me quieres hablar – me quejé, haciéndola reír.
(Seven White) Me pasé toda la puta semana pensando en Anastasia Clark, atado de pies y manos, porque la señora Winston estudiaba mis movimientos. No sé, quizás se quería asegurar de que no metía la pata con la fusión, o de que no cancelase la boda en el último momento. Aunque, si es cierto que iba a verla todas las noches, a mirarla desde la ventana, sin ver apenas mucho. Si es cierto que la vi reír varias veces, mientras hablaba con Nicky. Brad, por supuesto, por poco no me hace alabanzas y se pone a rezarme como si fuese un puto dios, cuando le dije que sabía dónde se escondía su diosa del placer. Me aseguró que iría el fin de semana a buscarla, y le aseguré que le acompañaría. Pero cuando llegamos allí, aquel sábado por la tarde, no había nadie en casa, las persianas estaban bajadas y no había luz en el interior. ¿Dónde demonios se habían metido aquellas dos? Era imposible que estuviesen trabaja
(Seven White)Iba a matar a Brad, me había hecho venir a ver la puesta de sol al puerto, porque su “diosa del placer” le había citado en el puerto, junto a un montón de barcos. Justo iba a liársela cuando ocurrió, algo que podría cambiarlo todo.Mi mundo se detuvo en cuanto la vi, subida en un barco, atracando en el puerto, junto a ese tipo y su amiga Nicky. Ella sonreía, lucía feliz, su risa retumbó en el silencio de aquella tarde oscurecida, y por supuesto, no era yo el causante de ella.Nicky bajó del navío, visualizándonos en ese justo instante, caminando luego hacia nosotros, mientras yo la seguía con la mirada, a Anastasia, mi Ana, esa que tan desesperamente busqué durante semanas estaba allí, a escasos metros de mí, con una sudadera prestada, junto a un tipo que no dejaba de
(Anastasia Clark)Cogimos un total de veinte peces aquella mañana, y Nicky no dejaba de gritar cuando yo sacaba uno, parecía una loca, pero le emocionaba tanto o más que a mí. Él, por el contrario, había dejado de pescar y tan sólo nos miraba, parecía estar pasándoselo en grande.A la una de la tarde, dejamos de pescar, metió los peces en la nevera, ante el sofocón de Nicky, que no quería que los matara, y luego sacó nuestro almuerzo.- He traído unos bocadillos – aseguró, dándonos uno a cada una, mientras Nicky le miraba con cara de pocos amigos.- A mí me dejas – se quejó, molesta – mata peces – él tan sólo sonrió, pero no bajó la mano con su bocadillo.- ¿Qué crees que &i
(Seven White)Estaba totalmente negado a aceptar su petición y estuve más que tentado a fugarme con ella, pero afortunadamente no lo hice, tan sólo la llevé a su casa, y me despedí de ella.- Buenas noches, Ana – me despedí, pero ella no salió del maldito auto, tan sólo se giró, para mirarme, lucía molesta – he sido un idiota esta noche, en el muelle – me disculpaba – de verdad, yo …- No existe ese tipo de relación que insinúas entre Jonathan y yo – aseguró, dejándome noqueado en el acto, pero al mismo tiempo aliviado – sólo es un conocido, ni siquiera somos amigos, Seven – añadía, para luego apoyar las manos en sus rodillas, haciendo que se le escurriese las mangas de la sudadera hacia abajo, tapándoselas casi por co
(Anastasia Clarck)No quería pensar en la discusión que tuve con Seven el día anterior, no quería pensar en lo mucho que quería correr a sus brazos y aceptar su propuesta. Pero no podía hacerlo, había muchas cosas que no separaban. Para empezar, él iba a cansarse con la señorita Winston, además, su padre y mi madre tuvieron una aventura, y por si eso no fuese poco, su familia estaba completamente en contra de lo nuestro. Por no hablar de cómo me trató en el muelle, de esa puta escena de celos que terminó con él haciéndome daño en el brazo, perdiendo los papeles y tratándome cómo si fuese basura.No iba a volver a permitir que un hombre me tratase así nunca, por muy enamorada que estuviese de él. Yo no quería ser cómo una de esas mujeres maltratadas que perdona
(Seven White) Ella no soltó prenda, no tenía ni idea de qué le había sucedido con su madre. Me pasé el día en casa, respondiendo emails a papá sobre la fusión, y a las siete de la tarde recibí un mensaje de Brad, pero ni siquiera lo leí, quería terminar de una vez. Dejé de prestar atención al ordenador, tan pronto como la vi saliendo de la ducha, con la toalla alrededor de su cuerpo, y su cabello húmedo. Se metió en mi habitación, y yo aproveché para cerrar el ordenador y bichear el teléfono. Tenía un mensaje de mi mejor amigo. Brad: “Nicky acaba de avisarme. Tenemos cena en casa del tipo del barco. A las 9 te paso a recoger, ponte guapo” Yo: “No sé si voy a poder ir, tengo aquí a Christi” Brad: