(Seven White)
Ella no soltó prenda, no tenía ni idea de qué le había sucedido con su madre. Me pasé el día en casa, respondiendo emails a papá sobre la fusión, y a las siete de la tarde recibí un mensaje de Brad, pero ni siquiera lo leí, quería terminar de una vez.
Dejé de prestar atención al ordenador, tan pronto como la vi saliendo de la ducha, con la toalla alrededor de su cuerpo, y su cabello húmedo.
Se metió en mi habitación, y yo aproveché para cerrar el ordenador y bichear el teléfono. Tenía un mensaje de mi mejor amigo.
Brad:
“Nicky acaba de avisarme. Tenemos cena en casa del tipo del barco. A las 9 te paso a recoger, ponte guapo”
Yo:
“No sé si voy a poder ir, tengo aquí a Christi”
Brad: Buenass
Hoy les traigo capítulo extra, espero que les guste :D
Ya empieza lo bueno, se acaban de conocer Brad y Christi. ¿Creéis que sucederá algo entre ellos? Por lo pronto él se ha quedado con las patas colgando :P
(Anastasia Clarck)Fuimos a su casa, le dio de comer al perro, un bonito san bernardo, que parecía quererle horrores.- Le has caído bien – aseguró, mientras su perro me babeaba las manos para que siguiese acariciándole – oye, voy a darme una ducha – añadió, dejándome gratamente sorprendida – puedes darte una vuelta por la casa, si quieres, tardo poco – prometió. Asentí, para luego darme una vuelta por allí, curioseando.Tenía bastantes fotografías de cuando estuvo en la marina, con sus compañeros y amigos, con los que seguía manteniendo el contacto. También había algunas de su familia, y de su sobrina a la que adoraba. Y por supuesto tenía otras tantas de los lugares que había visitado, de pesca e incluso
(Seven White)Estaba pensando en volver a hablarle, casi al final de aquella cena, cuando mi teléfono comenzó a sonar, y tuve que descolgarlo, pues la llamada provenía del teléfono de mi futura esposa.- ¿Eres Seven? – preguntó la voz de una chica que no conocía. Hice un ruidito afirmativo antes de que aquella joven siguiese hablando – Deberías venir por ella, está muy borracha y está haciendo locuras – se quejaba su amiga, mientras escuchaba detrás la voz de Christi diciéndole que colgase el teléfono – Estamos en la Rosa Negra, ¿sabes llegar?- Claro, estaré allí en media hora – aseguré, para luego colgar el teléfono y mirar hacia mi amigo – yo me voy ya, tengo que ir a recoger a Christi, ¿te vienes o te quedas?&nbs
(Anastasia Clarck)Nos pasamos por casa para coger unos bikinis, de camino a la de Adam.La casa de Adam era enorme, y la piscina estaba en la parte de atrás, cubierta, para no molestar a los vecinos.Kara, Nicky y yo nos pusimos los bikinis en el baño, y luego caminamos juntas hacia la piscina, donde los chicos ya habían empezado a beber, incluso pusieron música. ¡Cómo no! Era música española, y sabía que era idea de Jonathan.Nicky y Adam no dejaron de tirarse la caña en toda la noche. Nos reímos mucho, eso tengo que admitirlo.Con la cuarta cerveza, John se puso a cantar una canción en español, mientras sus amigos le tiraban agua, y yo me reía mucho.Al fin descubrí por qué Kara quería venir, parecía gustarle mucho Hunter, el chico tímido y amigo de J
(Seven White)Sabía que ella tenía algo con ese tipo, por mucho que dijese que no, pues los había visto besándose varias veces, y eso sólo quería decir una cosa. Ella estaba avanzando, había dejado atrás lo nuestro y seguía su camino hacia el futuro, con otro tipo que no era yo. Eso me estaba matando, pero no podía hacer nada, ¿no es cierto? Yo tenía que casarme con Christine, y no podía escapar de ello.Hablando de ella, mi futura mujer se mudó a mi casa, en el lago, por lo que solía hacer las reuniones con papá por Skype, trabajar en casa y mandarle la información. La fusión sería en un par de semanas, así que ella también trabajaba desde allí.Discutía acaloradamente con su madre, por teléfono, mientras yo ent
(Brad Allan)El club estaba a rebosar esa noche, tenía pensado llevarme a unas cuantas a la cama esa noche, olvidarme del trabajo por unas horas, de los putos problemas con el nuevo socio de mi padre, y de las continuas largas de Nicky. Tenía a otro en la retaguardia, no me quedaba ninguna duda. O quizás era yo, el que estaba en el banquillo mientras se zumbaba a otro.Me marqué varios bailes de los míos, ya tenía a una mulata en el bote, cuando mi colega sugirió ir a por otra copa. Le miré, con cara de pocos amigos, y le prometí a la morenaza que volvería en unos minutos. Iluso, no iba a volver.- Es que es algo nuevo en ti – escuchaba la voz de una chica a mi lado, justo cuando me metía entre la multitud para llegar a la barra, el pesado de mi colega, que había olvidado la cartera en casa, y esperaba que le invitase a toda
(Anastasia Clark)Kara había decidido quedarse con la clase de ballet, así yo podía centrarme en las clases de salsa y bachata, tan sólo necesitaba encontrar a una pareja de baile, para que me ayudase. Yo no podía enseñar esos bailes sin una pareja.Me llevé el día haciendo llamadas, intentando encontrar a alguien, pero todos mis antiguos amigos de la academia en la que estudié ya estaban trabajando.A las seis llegó Seven, con mi querida Lucy, a la que abracé en cuanto la vi.- Lucy – la llamé, entusiasmada, dándole un cálido abrazo, mientras su hermano nos miraba, agradecido de que al menos mi relación con ella fuese la misma - ¿qué te trae por aquí?- Kara me dijo que es
(Christine Winston)Buenas…No sé muy bien cómo funciona esto…No pensaba escribir en este libro, yo no soy buena hablando sobre sentimientos, pero ellos piensan que es necesario para que comprendáis también mi punto de vista, así que …¿Por dónde debería empezar? ¿Por ese día o antes?Recuerdo que levanté con una resaca increíble. No solía beber ni salir a clubes, y bailar con chicos tampoco es algo que hiciese a menudo. Sonreí al pensar en Brad, y cogí el teléfono para buscar su número, sólo para asegurarme que no lo había imaginado.¡Dios Bendito! ¿Cómo podía un tío como Brad estar interesado en mí? De normal, los chicos que se me acercaban eran todos
(Seven White)Todo había terminado entre Ana y yo, estaba más que dispuesto a aceptarlo, pero no sin antes llevarme a mis padres por delante. Los mandé a la mierda, dimití en la universidad, en la fusión y con respecto al matrimonio.Pero cuando llegué a casa, me arrepentí de lo último.Christine estaba allí, dolida, furiosa, y sabía exactamente la razón de ello. Acortó las distancias entre ambos y me cruzó la cara. Me lo merecía, absolutamente todo.- Lo has estropeado todo – se quejaba, volviendo a golpearme, una y otra vez - ¿qué voy a hacer ahora? ¿No has pensado en eso? ¡Dijiste que serías mi amigo, pero a la primera de cambio te largas y me dejas en la cuneta!