~•⊰ Mike ⊱•~Una semana después, volábamos rumbo a Austin, ya que tenía temas que solucionar en la oficina y por supuesto, ir a visitar a Ray para presentarle oficialmente a Sandy, ya que aún no le contaba nada de todo lo que había ocurrido en estos días.Había acompañado a Sandy a la editorial, donde la recibieron muy bien y le dejaron las puertas abiertas para lo que ella quisiera. Se le veía feliz y realizada, lo que me hacía sentir más vivo que nunca, sobre todo, porque sus logros son los míos también.Su familia es un caos, pero a la vez son increíbles personas. Me sentí tan bien acogido, que no fue difícil encariñarme con cada uno, pues durante todos esos días compartimos y les contamos anécdotas del viaje y de cómo nos fuimos enamorando Sandy y yo.Fue gracioso cuando, al fin, Sandy llamó a sus amigas y las puso en contexto de todo lo que había ocurrido hasta nuestro encuentro. Les enseñó el dedo con el anillo y estallaron en gritos de alegría, felicitándonos a ambos y haciéndo
~•⊰ Mike ⊱•~Sandy estaba encantada con cada espacio de la casa y me sentía como en un sueño, mientras la miraba recorrer con entusiasmo cada rincón. Estaba seguro que esta era la indicada y por lo mismo la había dejado para el final, pero necesitaba la confirmación de mi linda pelirroja, quien había subido, otra vez, para mirar el segundo piso, pues quedó fascinada con las vistas al mar.Después de hablar con el señor Tanner con respecto al pago y la fecha de entrega en caso de que Sandy me diera el visto bueno, me preocupé al notar que mi linda pelirroja estaba tardando mucho en bajar, así que subí a buscarla.—Sandy, amor —La llamé, pero no me respondió.Aproveché de darle otro vistazo a las habitaciones y cuando salí al balcón de la habitación principal, la vi desmayada en el suelo. Mis alarmas saltaron de inmediato y corrí para socorrerla.—¡Sandy, mi amor! —Verifiqué que no se hubiese golpeado y tomé su pulso, que por suerte estaba normal.Llamé una ambulancia y la tomé en brazo
~•⊰ Sandy ⊱•~Habían pasado dos largos y horribles meses, ya que, como si fuese una mala broma del destino, a los días de volver de Nueva York, comencé con las benditas náuseas del embarazo, las cuales todavía no me han abandonado por completo, pero al menos ahora, me dejan vivir un poco más en paz, aunque no me debería quejar, porque Mike me consiente demasiado y me ha acompañado cada vez que debo devolver el estómago, mientras con todo el amor del mundo, sujeta mi cabello y me acaricia la espalda. Lo amo demasiado.Lo más increíble, ocurrió un día que estábamos tranquilos en casa, recostados sobre el sofá viendo una película y sonó el timbre. Mike se levantó a ver de qué se trataba y nos sorprendimos al ver a sus padres, que venían a saludar. Mi primera impresión, fue que me odiarían al volverme a ver tras haberles dicho tantas verdades en la cara, pero me llevé una grata sorpresa cuando ambos me abrazaron con cariño para saludarme y me agradecieron por cada palabra que les había di
~•⊰ Sandy ⊱•~Los invitados continuaban aplaudiendo y tirándonos pétalos de rosas, mientras Mike y yo caminamos sonrientes hacia la zona donde nos tomarían algunas fotografías para el recuerdo.Cuando llegamos a la recepción, las felicitaciones y los saludos no se hicieron esperar. Stacy, Andrea y Maggie, aún seguían sin palabras por nuestra boda y nos dieron la bonita noticia de que Andrea y Ryan, se casarían el próximo año. Joseph y Mildred estaban tan sorprendidos como los demás, pero felices por nosotros, y por último, ver a los señores Sherewood emocionados por nuestra unión y más aún, con la noticia de que seríamos padres, logró robarme algunas lágrimas de emoción.La comida estuvo maravillosa. Ver a todos nuestros seres queridos en un mismo lugar, felices y disfrutando, era impagable, pero más lo era saber que ahora mi vida estaría unida a la de Mike, pues si había algo que tenía claro, era que estaríamos juntos hasta que la muerte nos separe.Tras hacer una ronda por las mesas
Camino a la felicidad es una novela escrita por Andrea Paz PS y registrada en SafeCreative bajo el código: 2302073446890.Se prohíbe cualquier copia parcial o total de la obra, ya que estará infringiendo los derechos de autor._________________________________~•⊰ Sandy ⊱•~Necesitaba volver rápido a casa y contarle las buenas nuevas a Will—. ¡Otra novela más en camino, Sandy! —vitoreé para mí, mientras me bajaba del autobús y caminaba por Brooklands Avenue.La tarde estaba bastante fresca, a pesar de que se acercaba el verano. Por las tardes, no deja de correr ese viento frío, que te hace abrazar a ti misma, o quizás, cobijarte entre los brazos del hombre de tu vida, cosa a la que iba dispuesta en ese preciso momento.Steph, mi mejor amiga, me había dicho que lo celebráramos juntas, tal y como lo habíamos acordado hace una hora atrás, pero contárselo a Will era algo importante para mí y tenía todo el derecho a saberlo, como todas las otras veces, donde le he comentado que han aprobad
~•⊰ Sandy ⊱•~Habían pasado dos semanas, tras ese “especial” episodio de mi vida. No fue difícil acostumbrarme a la soledad de mi casa, ya que, si bien lo pensaba: cuando estaba con Will, cada uno estaba sumergido en su propio mundo y sólo asomábamos la cabeza de vez en cuando, para interactuar—. O al menos, así lo quería recordar.Los días estaban cada vez más soleados y bonitos, así que tomaba mi mochila con el portátil, mi libreta con apuntes, alguna fruta, una botella de agua y me disponía, a salir en búsqueda de inspiración. Nada me estaba funcionando.Llevaba más de veinte minutos mirando la pantalla, con tan sólo un párrafo escrito, el cual reescribí, por lo menos, diez veces antes.—¡Maldita sea! —bufé, bajando la pantalla del portátil y mirando a mí alrededor. Ni la tranquilidad del precioso jardín botánico de la universidad, conseguía que me llegara la inspiración. Era como sí el universo hubiese conspirado en mi contra: “ahora que no eres feliz, has perdido el don de escr
~•⊰ Mike ⊱•~Sentía la electricidad en el ambiente. Una mezcla entre nervios y un desmesurado entusiasmo. Había planificado este viaje al poco tiempo, después de “ese” día, lo que significó muchísimas horas de trabajo extra, reuniones, viajes, asesorías y más aún, entrevistarme con un montón de personas, a quienes debía confiar lo más preciado que tenía en la vida: mi negocio.“Roberts Group” nació gracias a mi afición por los autos. Tras una fallida incursión en el negocio del entretenimiento, junto al hermano de Lindsay, mi ex esposa; me arriesgué y decidí hacer uno de mis sueños realidad, al invertir en una concesionaria automotriz de autos de lujo.Al día de hoy, ya tengo seis concesionarias operativas en algunas ciudades de Estados Unidos como: Miami, Austin y Houston, todas con una excelente proyección y las ofertas para seguir creciendo me siguen llegando, lo que me hace sentir muy orgulloso por el camino recorrido.El timbre sonó y bajé las escaleras para abrir, ya que estaba
~•⊰ Mike ⊱•~Escuché a mis espaldas como la chica pelirroja quedó refunfuñando, pero la ignoré y continué observando a mí alrededor.Éramos un grupo de aproximadamente veinte personas. La gran mayoría eran parejas o grupos de amigos. Así que al parecer, era uno de los pocos que venía sólo, aunque precisamente era lo que necesitaba.—¡Nos pondremos en marcha! —anunció Román, llamando la atención de todos—. Estamos a una pocas cuadras de nuestro primer destino, así que iremos caminando, mientras les comento algunas reseñas históricas.Comenzamos el recorrido, mientras entre Xavier y Román nos iban contando algunas reseñas de las calles, la antigüedad de la ciudad y enseñándonos algunos lugares más icónicos o con alguna historia detrás.—¡Bienvenidos a la plaza del Duomo de Milán! —exclamó Xavier, girando con sus brazos extendidos—. La antesala de nuestro primer destino —agregó, señalando la famosísima catedral.Mientras caminábamos hacia la entrada, nos comentaban sobre los datos histór