~•⊰ Mike ⊱•~Había esperado a que Susan saliera con noticias sobre Ray, así que al salir nos contó, con los ojos empapados en lágrimas, que Ray está muy magullado e hinchado por las contusiones que sufrió y que a los pocos minutos de despertar de la anestesia y verla, se volvió a dormir, ya que estaba con calmantes bastante fuertes, tras las cirugías a las que había sido sometido.—Mientras esté en la UCI, sólo puedo entrar a verlo yo, así que no es necesario que vengan, prometo mantenerlos al tanto —dijo una Susan un poco más repuesta—. Gracias por estar aquí…—No podría estar en otro lugar —respondí—. No dudes en llamar para lo que sea, Su. Estaré pendiente y de todos modos, vendré mañana —Asintió y nos abrazamos en despedida.—Me gustó mucho verte, Mike y por favor hazme caso —Pidió Megan, al despedirse.—Lo haré, Meg. Gracias por la charla —Me sonrió y se acarició el vientre con cariño—. Cuídala mucho, Kyle —Le dije al rubio, cuando se acercó a nosotros.—Con mi vida, siempre —Asi
~•⊰ Sandy ⊱•~Soltar la historia de Lucia y Mateo me había servido para calmar, aunque sea un poco, mi acongojado corazón, pues por alguna razón más allá de mi entendimiento, sentía un vínculo entre la novela que tanto me costó escribir y Mike. Supongo que es porque se me ocurrió estando con él y fue cuando más me fluyó escribirla, así que, con un peso menos encima, al siguiente día de darle su fin, decidí aprovechar estos últimos días en este bonito lugar y con las maravillosas personas que agradezco haber conocido.Cuando me vieron reaparecer, los chicos se volvieron a disculpar y pese a mis negativas, insistieron en darme una suma de dinero como reembolso por haber estropeado mi celular, así que a regañadientes y para que se quedaran tranquilos, acepté. Disfruté lo más que pude los días en la playa y aproveché de conversar mucho con todo el mundo, pero en especial, con los señores Sherewood, que a su modo, me animaron para que no desistiera en la comunicación con Mike, donde me a
~•⊰ Sandy ⊱•~—¿Estás segura de lo que vas a hacer? —preguntó por décima vez Steph, aprensiva. Suspiré y les tomé las manos a ambas, que me miraban con duda.—Creo que nunca estuve más segura de algo en mi vida, chicas —respondí, ya que lo había pensado muy bien, tras la conversación con Matt—. Además, si no me arriesgo, pasaré el resto de mi vida lamentándome por no haber hecho nada y definitivamente, no quiero eso, pues sé que Mike es único y no encontraré a nadie como él —expliqué.—Sabes lo mucho que te vamos a extrañar, ¿verdad? —preguntó Cristin, con los ojos llenos de lágrimas. Asentí en su dirección.—Y yo también las extrañaré un montón, pero me pueden ir a visitar cuando lo deseen o recibirme con los brazos abiertos en caso que yo venga a verlas —contesté. Ambas asintieron y nos abrazamos—. Las adoro, mis chicas bellas.—Y nosotras a ti, llamita.—Bueno. Dejémonos de sentimentalismos… —espetó Steph—. ¿En qué te ayudamos? —preguntó.—Lo primero, es poner en venta los pocos mu
~•⊰ Mike ⊱•~Agradecí en el alma que Fred llegara justo en el momento en el que debía responder a mi padre, pues no quería seguir conversando con ellos. Me sentía invadido y extraño, por este nuevo “interés” en mí y no sabía cómo comportarme con ellos, así que al salir de mi oficina para hablar con mi asistente, los despaché rápidamente, inventándome una reunión urgente.Decidí irme temprano de la concesionaria, pues no lograba concentrarme, tras el bombardeo de imágenes y emociones que tenía, además que mi humor iba de mal en peor. Tomé mis cosas, me despedí de todos, dando algunas instrucciones y salí rumbo al hospital, para visitar a Ray.Me sentía tan aturdido con todo lo que ha ocurrido en poco más de un mes y medio, que no sabía qué pensar. Logré hacer el viaje de mis sueños y recorrer el viejo continente. Cerré un capítulo de mi vida, al reencontrarme con Lindsay y darme cuenta que podía continuar, ser feliz y soltar.Me perdoné al permitirme fracasar en una relación que no hub
~•⊰ Mike ⊱•~Aparqué el auto en el garaje y al entrar a casa, subí de inmediato para darme un baño, aclarar las ideas y ponerme a buscar los datos de contacto de “Touristi-K”, la agencia con la que habíamos hecho el tour.Tenía el presentimiento de que ahí encontraría respuestas a mis preguntas, así que, al salir de la ducha, me puse un pantalón deportivo, una camiseta y las tenis. Bajé al estudio, donde tenía mi computador y aproveché de pedir algo de comer, pues, me temía que iba a tardar un poco en conseguir alguna información.Revisé uno de los correos que me habían enviado de la agencia y digité el número del callcenter que aparecía en los contactos. Me sentía sumamente ansioso por saber de mi linda pelirroja. Me contestó una mujer bastante amable a la que le expliqué que hace un par de semana había hecho un tour con ellos y que necesitaba contactar con urgencia a uno de los participantes que estuvieron en mi grupo, por lo que la chica se mostró bastante reacia a darme cualquier
~•⊰ Mike ⊱•~—¡Tengo que ir por ella! —Solté del abrazo a la pobre Úrsula, que no entendía nada. Me dirigí a la puerta, con el propósito de salir a toda velocidad.—¡Mi niño, sus panqueques! —exclamó y me frené en seco, antes de salir.Mi celular sonó, con el recordatorio para la reunión que tenía con el señor Robinson en unos minutos más y bufé, pues estaba tan excitado por todo, que no tenía idea de lo que estaba haciendo.—Estoy tan emocionado, que no sé ni lo que hago, Úrsula —La mujer se rio y negó, poniendo frente a la isla el plato con los panqueques.—Será mejor que coma algo, mi niño. Con el estómago lleno, ordenará mejor sus ideas —Me dio unas palmadas en el brazo cuando me senté para comenzar a comer, y siguió lavando los utensilios que había utilizado, sin decir más.Lo único que tenía en mente, era a mi linda pelirroja y una dirección donde podría encontrarla, aunque igual seguía intrigado por lo de su número telefónico, así que tomé mi celular y volví a insistirle a Romá
~•⊰ Mike ⊱•~Casi cuatro horas después, me encontraba haciendo escala en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (JFK), en Nueva York. Tendría que esperar una hora para tomar el nuevo vuelo, así que caminé hacia la sala de embarque y no me moví más de ese lugar, hasta que volviera a abordar.Aproveché de comer algo y de hablar con Fred, pidiéndole que me hiciera una reserva en un hotel en Cambridgepara tener donde llegar, darme un baño y salir en la búsqueda de mi linda pelirroja.“British Airways anuncia la llamada del vuelo A trescientos diecinueve, con servicio directo al Aeropuerto de Londres-Heathrow (LHR). Embarque por la puerta dos”.Me paré como si hubiese un resorte en el asiento, ya que el tiempo se me había hecho eterno, así que con rapidez me acerqué para abordar.Busqué mi asiento y agradecí que en esta oportunidad me tocara solo, con un acompañante en el frente. Tras unos minutos de espera, un aeromozo se acercó.—Buenas noches, mi nombre es Jensen y yo los atenderé
~•⊰ Sandy ⊱•~Me bajé del taxi, caminé por el bonito sendero y toqué el timbre. Esperaba no ser imprudente al haber venido sin avisar.—¡Sandy, hija! —exclamó Heather sorprendida, abriendo completamente la puerta. Limpió sus manos en el mandil que llevaba puesto y me recibió con un abrazo.—Perdón por haber venido sin avisar, espero no interrumpir —respondí.—Claro que no, linda. Pasa, por favor —Pidió y sentir el aroma a comida casera, abrió mi apetito, dándome cuenta que llegué en mal momento—. ¡Viejo! ¡Mira quién está aquí! —exclamó entusiasmada, por lo que a los pocos minutos apareció un sorprendido Geoffrey.—Buen día, Geoffrey —Saludé.—¡Qué bonita sorpresa, linda! —dijo entusiasta.—Vamos, viejo, ve a buscar otros cubiertos y pone un puesto más en la mesa —ordenó Heather y negué.—Por favor, no se preocupen por mí —Pedí—. No me di cuenta la hora que era cuando venía hacia acá. No quisiera molestar.—No es ninguna molestia, hija. Será un placer que nos acompañes para almorzar —r