~•⊰ Sandy ⊱•~Desde que conozco a Mike, nunca lo había visto reírse tanto como hoy y eso me tenía más que encantada. Disfrutar de su risa varonil y ver su hermosa sonrisa, era mi pago. Saber que era quien le proporcionaba una pequeña cuota de felicidad al día, me hacía sentir importante y útil.Que este engaño, al menos, sirva de algo bueno —Me repetí, intentando convencerme de que todo entre los dos iría bien, pero luchando contra lo que mi corazón quería gritar a los cuatro vientos, sobre todo ahora, que me encontraba sobre su tonificado cuerpo, disfrutando de sus suaves y carnosos labios.Me estaba volviendo adicta a los besos de Mike. Si con tan solo sentir sus labios sobre los míos, mi piel se erizaba por completo y me hacía perder la voluntad. Sus besos siempre demandantes, pero nunca atarantados; su lengua suave, siempre acariciando y recorriendo, encendiéndome por completo. Y si lo pensaba bien, estar así, aquí, con él, me hacía sentir cómoda y segura. Sabía que nada malo me p
~•⊰ Sandy ⊱•~La señora Roberts comenzó a reírse como si le hubiesen contado un chiste muy bueno, acompañada de su esposo, que se reía sin entender el porqué.—Qué graciosa, linda —dijo entre risas—. Mi querido Mike ya está casado, ¿verdad, Mike? —preguntó y miré a Mike un tanto desconcertada, pues no es algo que él me hubiese contado y me estaba poniendo algo nerviosa.—¿Te casaste con Megan? ¿Megan Wilson? —preguntó una asombrada Lindsay, que seguía inmiscuida entre nosotros.—No hay otra Megan, la hermana pequeña de Ray —respondió la madre de mi compañero, que seguía sin reaccionar. Le di un apretón en la mano, llamando su atención y me miró, suspiró pesado y aclaró su garganta.—No me casé con Megan, madre —respondió al fin.—¿¡Pero cómo…!? —exclamó la mujer, que por cierto, no conoce la palabra discreción, pues tenemos a todo el grupo al pendiente de la conversación, incluso algunos otros comensales.—Si me permiten —interrumpí—, ¿por qué no hablamos de esto en otro sitio? —suger
~•⊰ Mike ⊱•~—No se muevan, se ven preciosos —dijo una voz que ya se me hace bastante conocida, por lo que dejamos de besarnos y nos encontramos con la picara sonrisa de Heather—. Ya les decía yo, que no se les haría difícil y se les daría natural, ¿verdad que sí, viejo? —preguntó a su marido.—Como siempre, tienes la razón, querida —respondió Geoffrey.—Me siento observada —murmuró Sandy entre risas, que aún estaba entre mis brazos.—Se acostumbrarán. Después de todo, eres mi prometida —respondí coqueto, guiñándole un ojo y sonrió—. Espero que me envíe esa imagen cuando pueda, Heather —dije, al acercarme al matrimonio mayor, junto a Sandy.—Sin duda, hijo. Ya les tomamos varias, ¿cierto, viejo?—Le estamos agarrando la maña a este aparato —agregó el hombre.—Cualquier cosa, siempre nos pueden preguntar —sugirió mi linda pelirroja.Retomamos la marcha, dejando el bonito mural de John Lennon, para devolvernos hacia el Puente Carlos, el cual volvimos a atravesar hacia Ciudad vieja.—Ést
~•⊰ Mike ⊱•~Después de unas indicaciones, caminamos hasta el restaurant “CottoCrudo”, dentro del mismo hotel, donde nos juntaríamos con mis padres.—¡Aquí estás! —dijo mamá, al vernos llegar, aunque la mirada reprobatoria que me da, por venir de la mano con Sandy, no me ha gustado nada.—Madre. Padre —saludé con un asentimiento—. Aprovecho la oportunidad y les presento como corresponde a mi prometida, Sandy Harrison —Pongo mi mano en su espalda baja y la acerco a mis progenitores, para que la saluden.—Es un gusto, Sandy —saludó papá, dejándole un beso sobre el dorso de la mano.—El gusto es mío, señor Roberts —respondió mi pelirroja.—Hola, linda —dijo mi madre, acercándose con duda y dejándole un beso en cada mejilla.—Un placer conocerla al fin, señora Roberts —rebatió con educación.—Ahora, me vas a explicar, Mike —dijo mamá un tono más alto de lo que debería—. ¿Cómo es que no te casaste con Megan? ¿Qué hace Lindsay aquí? y ¿de dónde conociste a esta chica? —preguntó, olvidando t
~•⊰ Sandy ⊱•~Sonrío al sentir a Mike inhalar profundamente mi cabello y pasar suavemente su nariz por sobre mi cuello, erizándome la piel.—Buenos días, pequeña —saludó, al notar que ya había despertado—. ¿Cómo amaneces?—Con ganas de no moverme de aquí —Volteé y lo abracé, acurrucándome entre sus brazos, inhalando su aroma entre cítrico y amaderado, característico de él—. Hola —Dejé un beso sobre sus labios.—Hola —respondió con una sonrisa—. Me encantaría poder complacerte con eso, pequeña, pero no podemos —dijo entre risas, acariciándome con suavidad la espalda.—Me acabas de romper el corazón —bromeé.—¿Crees que lo logremos en cuarenta minutos? —preguntó, sin dejar de sonreír, cosa que me encantaba en él, pues tiene una sonrisa hermosa, la que dice mucho de él como persona.—¿Sabes cuál es mi segundo nombre? —respondí con otra pregunta. Negó—. Rápida y furiosa…Sonreí con malicia y me levanté de un salto de la cama. Corrí hacia el baño, pues mi vejiga estaba a punto de reventar
~•⊰ Sandy ⊱•~“Caminó inseguro hacia la habitación en la que se volvería a encontrar con Greta. Tragó el nudo que se instaló en su garganta y aún sin comprender por qué aquella refinada mujer insistía en verlo, golpeó la puerta.Al igual que la vez anterior, la guapísima Greta, lo recibía en una elegante bata de seda negra, una copa de champán en la mano y un cigarrillo en la otra. Le dejó un beso en cada mejilla y Mateo entró en silencio, siguiendo sus pasos.Sentía escozor en las palmas de sus manos, clara señal de que sabía que no debía estar en ese lugar, dejando al amor de su vida sola, en casa, pero algo más fuerte que él, lo llevaba a estar frente a esta mujer, que lo único que le pedía era un poco de compañía. La primera vez, él la escuchó por horas. Ella le habló de su vida, de sus amantes y de lo sola que estaba, pues todo quien se acercaba a ella, no era sólo por su belleza, sino por interés y aunque realmente no le dio más detalles, él sólo se limitó escuchar.Lucia, por
~•⊰ Mike ⊱•~Las puertas del elevador se abrieron y deposité a Sandy en el suelo, aferrándola a mí, pues sus piernas flaquearon al hacerlo.Sandy me miraba como si fuese un unicornio, sin borrar la sonrisa de su rostro, mientras lo que le respondió a Lindsay se repetía en mi mente una y otra vez: “Sería poco objetivo que te lo responda yo, Lindsay, pero espero darle todo el amor que alguien como Mike merece, pues como te lo dije antes, es un hombre maravilloso y a quien sé, amaré por el resto de mi vida”.¿Lo habrá dicho por sonar convincente o es que hay algo más? —Es la pregunta que quedó pululando tras escucharla responder a mi ex.Apoyó su cabeza sobre mi pecho y con los ojos cerrados, continuó el recorrido hasta la planta once, donde se encontraba nuestra habitación.Las puertas del elevador se abrieron y se tambaleó un poco al intentar avanzar, así que la tomé en brazos y caminé con ella, mientras se abrazaba a mí.—Encajamos tan bien… —murmuró y sonreí, pues tiene razón. Es com
~•⊰ Mike ⊱•~Después de que cada uno se arreglara y se vistiera, nos reunimos con el grupo en el lobby del hotel, donde Román y Xavier nos esperaban, con sus características sonrisas.Nos llevaron a desayunar al comedor del hotel, donde nos tenían preparado un desayuno bufet con todo lo que uno quisiera comer, pues según nuestros guías, necesitaríamos mucha energía para el largo día que nos esperaba.—Mmmm, prueba esto —dijo Sandy, al acercarme una cuchara con algo así como una mermelada, que realmente estaba muy rica—. Me comería un pote de esto —murmuró, mientras chupeteaba la cuchara. Sonreí como bobo, pues la simpleza y naturalidad en lo cotidiano con Sandy, era lo que más me gustaba de ella.—Es deliciosa —Le guiñe un ojo y sus mejillas se sonrojaron de inmediato, mientras terminaba mi omelette. Apenas terminamos de desayunar, nos dieron unos minutos para ir al baño. Al salir del hotel, nos sorprendimos al encontrar un montón de bicicletas, que esperaban por nosotros.—Espero q