NARRADORA—Ella… ella pidió un permiso para ausentarse por problemas médicos —la chica le respondió temblando, con la cabeza baja.—¿Problemas médicos? Je… ya veremos —Haley chasqueó la lengua con una risa sarcástica. Que esa mugrosa no pensara que se iba a librar tan fácil de todo lo que tenía hoy preparado.—¡Y ya deja de temblar, maldición! ¡Parece que alguien te va a comer! ¡Inútil! —caminó enojada hacia su oficina. Si algo odiaba, era a las débiles.Al menos en eso tenía que admitir que Miller tenía bastantes ovarios.Solo que Haley nunca se imaginó que la chica no temblaba por ella, sino por la persona dentro de su oficina.En cuanto la jefa abrió la puerta, se quedó rígida en el umbral al ver el rostro del hombre que la esperaba sentado detrás de su escritorio.—Pasa adelante y cierra la puerta —Nathan le dijo entre dientes, apenas aguantando la ira que sentía.Se había ido de la casa de Trinity hace un rato, casi la perdía y una de las culpables era esta víbora frente a él.
NARRADORAPor esa desgraciada, Nathan se había atrevido a tratarla así. No se lo perdonaría.Se levantó, aún con las piernas como gelatina, y tomó el móvil sobre el escritorio para marcar un número. La ira recorría sus venas.—Haley querida, ¿qué sucede? Necesitamos reunirnos para detallar qué hacer…—Su hijo ya sabe todo y vino a amenazarme en la oficina —interrumpió a Fiona groseramente. A estas alturas le daba lo mismo el protocolo.El silencio del otro lado del teléfono le indicó que la Luna tampoco sabía del regreso sorpresa de Nathan, mucho menos que se había enterado de sus maldades.—No le habrás dicho que yo estuve involucrada, ¿no?—No, pero si no me ayuda, Sra. Langford, puede que se me vaya un poco la lengua.—No tienes que amenazarme. Controla tu temperamento. Sé que estás preocupada y asombrada, por eso voy a dejar pasar estas formas tuyas, pero contrólate —Fiona le habló fríamente.Haley se dio cuenta de que no estaba siendo inteligente al desechar a su única aliada.
NATHANEscuchaba la charla casual de mi madre.Me preguntaba, asombrada, por qué había regresado tan repentinamente y dónde había estado.—Tuve unos negocios que atender. Todo quedó amarrado en Europa —le respondí fríamente, con ganas de decirle varias verdades.Me criaron en el respeto hacia mi Alfa y mi Luna, por mis padres, y siempre he tratado de mantenerlo, incluso con las arbitrariedades de mi padre.Sin embargo, con mi madre me dolía más, mucho más, porque sabía que ella lo hacía para ayudarme a conseguir el puesto de líder, pero sus acciones a mis espaldas me alejaban de ella y comenzaba a desconfiar de sus “buenas intenciones”.—¡¿Nathan, qué podía ser más importante que ese proyecto?! ¡Tu padre te lo confió sobre Logan, tú no…!—¿Me llamaste solo para eso? Estoy algo ocupado…—¡Espera! Espera, hijo, no me cuelgues. Bueno, no te enojes conmigo, caramba, qué malas pulgas —comenzó a querer suavizar las cosas.No sé si sospechaba que yo sabía que ella estaba involucrada en lo de
TRINITYDespués de arrastrarme hasta este barrio lleno de edificios modernos, de parques privados, porteros en cada entrada y un ambiente completamente de personas adineradas, Mónica me mostró este apartamento, que es más grande que nuestra casa… pasada.Y digo pasada porque, al final, accedí a vivir aquí. Siento que cada vez le debo más a Nathan. Dios, es que me está absorbiendo en su mundo de comodidades, donde todo se ve tan fácil.Mónica ha tenido que irse a trabajar, la niña en el colegio. Yo, ahora mismo, estoy desempleada. Decidí confiar en él y mandé la carta de renuncia pensando que Haley se opondría, incluso con algo de temor. Era obvio que tenía todo un sinfín de planes malévolos para joderme.Me asombró el hecho de que la desgraciada de Recursos Humanos me la aceptó sin problemas e, incluso, me pagaron el mes completo cuando solo trabajé la quincena. Sé que todo ha sido por la presión de Nathan.Aun así, vivo y muero con el susto de que la policía o Inmigración, no s
TRINITY Los tomo con los dedos un poco temblorosos. Él me acaricia cuando nuestras manos se juntan en la envoltura transparente del ramo. Siento mariposas revoloteando por todos lados. ¿Por qué este hombre puede echar abajo todas mis barreras de manera tan fácil? Es porque estoy enamorada. Estoy enamorada de Nathan Langford. —Pasa adelante —le digo en voz baja. Admito que estoy un poco nerviosa. ¡Qué tontería! Parezco colegiala por algunas galanterías. Es la falta de costumbre. —¿Te gustó el departamento? —me pregunta, pasando finalmente. Voy a la cocina a buscar dónde poner las flores. Él me ve desde la sala en este espacio abierto. —Sí, gracias, es muy hermoso y ya vi que incluso te buscaste una cómplice —le respondo poniendo los ojos en blanco. Dejando el ramo sobre la encimera y abriendo los closets llenos de vajillas que me dan hasta miedo tocar. Todo aquí es tan exquisito. —Los números para contactar con el mayordomo del edificio, el guardia de seguridad… to
TRINITYPosiblemente, tiene hasta ropa aquí y haciéndose el de «no subo el elevador si no me invitas»Voy a tomar agua bien fría del refri porque siento que me quemo por dentro. Abro y veo todos los comestibles. ¿Y si hago algo de comer? Ya es un poco tarde. En unas horas, James trae a Scarlett, aunque, de seguro, regresaremos a la casa hoy… no sé. ¡Diantres! Maldigo. No puedo concentrarme en nada. La braga empapada y mi mente calenturienta anhela esa cosota que se restregaba con mis nalgas.Ah, no. No, no. Es hora de mostrar quién es la que manda en esta casa.*****NATHAN—¡¿Estás demente?! ¡¿Por qué no montaste a nuestra hembra?! ¡Ella estaba receptiva, su coño estaba excitado! ¡Deberíamos haberla tomado! ¡La deseo!”Mi lobo me está rugiendo furioso, no ha parado de taladrarme el cerebro desde que tomé la estúpida decisión de parar."¡Estoy cansado de explicarte que deseo demostrarle que estoy dispuesto a ir más allá, que no solo es sexo! ¿No quedamos en eso? " le gruño un po
NATHAN—Nathan…Gime hechicera mi nombre, llevándome a los límites de la cordura.Su clítoris vibra bajo mis labios mientras se lo chupo. Dos dedos se sumergen en la apretada funda penetrándola desde abajo, hago tijeras y la dilato para recibirme.Tiro con fuerza del elástico del chándal, se atasca en mis muslos y mi tieso pene sale dando un respingo, no pierdo tiempo y voy directo a apretármelo, masturbándome con todos mis fluidos.Gruño entre sus nalgas, la abro y mi lengua la recorre por todos lados, Diosa, me estoy ahogando tan rico en todo este jugo, mi mano trabaja mi polla sin parar, aprieto el capullo como si fuese su coño alrededor.Me imagino ahora mismo la escena de nosotros dos, Trinity con medio cuerpo apoyado en la encimera, semidesnuda, empinando ese culo que me mata y yo de rodillas, detrás de ella, comiéndomela y pajeándome rudo, como un pervertido.Sssshhh qué delicia, pero necesito más y mi hembra también se está impacientando.—Nathan, te necesito, cariño, no más
TRINITYEstoy tan feliz, como hace mucho no estaba.Encima de la mesa del té hay cajas de pizzas, comida rápida de un chino, todo tipo de bebidas y chuches que Nathan mandó a pedir para los niños.Han llegado del colegio y han arrasado a pesar de la comida casera, que pude terminar cuando cierto pulpo me dejó en paz.Mónica llegó luego, decidimos hacer como una fiestecita improvisada para celebrar la nueva casa.Nathan llamó a July, que llegó con cara seria, al lado de la mano derecha de Nathan, el tal William.Apenas me vio, July se alejó de él como si tuviese la peste; esos dos se traen unas ganas, que se ve a la legua.Invitamos a James, pero era su noche libre y entiendo que lo quiera pasar con su familia, ya bastante que no tenía vida sirviéndole a Nathan, aunque sé que mi Alfa le paga muy bien.Había acostado a los niños hace un rato, toda esta casa está equipada para llegar y vivir, incluso los niños tienen sus habitaciones separadas cerca de la nuestra.Mi hija ha flipado en c