TRINITY—¿Qué pasó? —No, no, cariño, tranquila, no es nada súper grave, creo, no sé cómo te lo vas a tomar —frunció el ceño, sus ojos se desviaban a mis labios, mi cuello y escote. Bajé la mirada y, ¡santo cielo! —Nathan, qué rayos, ¿cómo oculto esto ahora? —me toqué un poco.Me había mordisqueado y besuqueado toda, tan dominante, siempre queriendo dejar su marca como los perros con la orina. —No te toques, lo vas a empeorar… —sostuvo mi mano. —¡¿Cómo se va a empeorar esto?! —respiré hondo, bajando mi tono — ¡Son humanos, no ciegos o idiotas!Le dije entre dientes, haciendo gestos dramáticos. —Tendrás que excusarme de la reunión, la bufanda puede tapar esto, pero de la manera en que miras mis labios y el ardor que siento, me imagino que estaré peor que las Kardashian. ¿De qué te ríes? Hablo en serio. Lo golpeé en el pecho cuando el muy cabrón aguantó la risa.—Hay otra manera, nena, que te puede curar al momento, de hecho, eso iba a agregarlo en el contrato, Trinity, yo… —vi la
TRINITY Aparta mi cabello y besa con suavidad mi nuca, haciéndome estremecer. Como siempre me sube, me baja, me zarandea y me lleva por el camino que desea, este Alfa seductor. —Pues acuérdese de eso cuando dé los bonos al final del mes, jefe —me giro y paso las manos por su cuello.Mis pies de puntillas y mis labios dándole un húmedo piquito. —Si sigue trabajando así de eficiente, le voy a poner un cheque en blanco delante, para que se firme el bono que quiera —tonteamos unos minutos. Es cierto eso que dicen que al comienzo de cualquier relación, todo es color de rosas. Fui al baño y cuando regresé, ya estábamos de nuevo en modo profesional.La reunión continuó y Nathan esta vez se comportó. Creí ilusamente que a pesar de que la Srta. Pechos de Melón casi me arruina mi reconciliación, todo había fluido y parecía casi perfecto. Demasiado perfecto…*****EMMA Me siento como una prisionera. Nathan hoy salió con esa mujer, tenía la esperanza de librarme de su perro fiel, pero n
TRINITYNathan me ha dejado en la casa y se ha ido con la tal Emma para atender el otro proyecto.Noto que hay algo que no me dice, la tensión entre ellos, quizás solo es paranoia y tiene que ver con la importancia de este negocio.Le pedí ir, pero me explicó que este trato ya no era con humanos y que los hombres lobo eran más complicados.Terminaba de colgar, hablando con Luquita y Scarlett que jugaban en el parquecito cerca de la casa, cuando escuché el sonido de un auto que subía por la montaña.Se detuvo en la entrada y enseguida James salió.Lo vi a lo lejos hablando con un hombre, su cabello castaño, creo que era también un hombre lobo.Parecía incluso que discutían en algún momento.James estaba en una postura fría y defensiva, agarró su celular y se puso a llamar con insistencia.Dio algunos pasos esperando, pero nadie le recogía la llamada.Volvieron a comunicarse, el otro hombre se veía conciliador, incluso gentil, explicándole de nuevo.De repente miraron en mi dirección y
TRINITY —¡Aaahh! – grité sin poder evitarlo, agarrada con fuerza al respaldo del asiento delantero mientras el sólido vehículo se bamboleaba y daba saltos peligrosos cada vez que pasábamos a gran velocidad sobre las raíces de los árboles. —¡Maldición! ¡Prepárese para correr, Srta. Miller! No importa qué, usted corra sin parar, quítese los tacones. James gritó y me descalcé sin pensarlo dos veces, quedándome solo con las plantillas de las medias pantis como protección. El coche dio un giro brusco que casi nos vuelca, mis uñas se enterraron en el cuero, mi cabeza se estrelló contra la puerta y sentí algo tibio bajar por mi mejilla. Un oscurecimiento delante de mis ojos, pero me sacudí frenéticamente, no podía darme el lujo de desmayarme, no ahora. —¡Abra la puerta y escape al pueblo! – el seguro se desbloqueó y James me ladraba órdenes con los caninos de su lobo fuera, a punto de cambiar de forma. Abrí la puerta sin pensarlo dos veces. El auto estaba atravesado, no podíamo
NATHANApenas le mandé un mensaje de voz a Emma, disimulando mi partida apresurada. “Quédate en la reunión bajo mi nombre. Necesito tomar con urgencia un vuelo a Halifax, mi padre está grave.” Este mensaje es una tontería, ni siquiera sé si le llegará, es solo para ganar tiempo. —¡William rastrea ahora mismo la Ford o el teléfono de James, deprisa, no hay tiempo que perder! – le rujo a la bocina del manos libres.—Ya estoy en eso – me responde y enseguida me da una ubicación – parece cerca de la ruta 45 de la carretera del bosque, son los límites de la manada Claro de Luna. Nathan, ¿qué hago? —Avisa a Morgan – pienso frenéticamente en los planes a trazar para evitar una guerra, para salir todos con vida. Esta no es mi manada, ni mi territorio, pero es obvio que hoy tendré que asesinar.No estoy muy seguro de si mi padre romperá las relaciones por defenderme y más, cuando sepa que hay una humana de por medio.Esto debo manejarlo por mi cuenta.—¿A Morgan Connor? ¿Estás seguro? —¡
NATHANEncontré un auto atravesado en medio de la carretera y huellas de vehículos internándose en el bosque a través de una brecha.Giré el volante sin pensarlo dos veces; la carrocería del lado izquierdo crujía, perdiendo la pintura con profundos rayones al pasar casi pegado a un árbol.Avancé mirando fijamente el camino para no volcar el auto y por momentos, observaba la pantalla donde el punto rojo se acercaba más y más.“¡Nathan, están allí, justo delante de nosotros!” mi lobo me gritó lo que ya mis ojos descubrieron.Pisé el freno y todo mi cuerpo se movilizó hacia delante, retenido apenas por el cinturón de seguridad que me quité de un tirón.Abrí la puerta y en cuanto mis pies humanos tocaron el césped, comencé la transformación.Blaze corrió en frenesí y saltó sobre el lomo de un lobo que atacaba al de James, desgarrando su carne profundamente.NARRADORAJames luchaba con furia, ya había matado a uno de sus atacantes, pero estaba herido y algo cansado, por lo que la pelea con
NARRADORA“No puedo ocultar el hecho de que asesinamos a estos guardias, solo tengo que buscarme una buena razón, destapar la verdad.” Nathan le respondió, pensando frenéticamente cómo hacía cada vez que algo le salía mal en un proyecto. Estaba seguro de que Dominic estaba detrás de todo este plan, quizás hasta con el consentimiento de su padre, el Alfa, no sabía bien. ¿Qué le había ofrecido Emma a cambio de acabar con Trinity y jugársela de esta manera? No dudaba que los planos de los proyectos, ellos tenían la materia prima y si obtenían la tecnología para crear las embarcaciones de pesca, entonces ¿para qué venderles a ellos si podían fabricarlas? “James, ve a mi auto, rápido, tráeme la carpeta con documentos y el teléfono, ¡ve!”, Le habló por su vínculo a su guerrero, que aunque herido, estaba de pie y preguntando por la seguridad de Trinity. “Ella está bien, no te preocupes.” Nathan entonces se transformó a su forma humana, frente a los ojos llorosos de Trinity, que cambi
NATHANHemos regresado por donde vinimos.Tomo la llamada, observando cómo James tira el cadáver del lobo asesinado por Trinity y lo deja sobre el suelo del bosque.—Hola—¡Sr. Langford! ¿Qué sucede? ¡Llevo rato llamándolo señor y no me responde! ¡Tampoco toman el fijo de la cabaña! —es la voz alterada de esa arpía de Emma.—Saliendo de la manada me encontré con un incidente, atacaron a James —le respondí con tranquilidad.—¡¿Qué, un ataque?!—¿Cómo que un ataque? ¿Dentro de mi manada? —escucho la voz “sorprendida” de Dominic, maldito cínico —Veo un auto de la patrulla atravesado en la carretera…—Dile que siga las huellas de las ruedas y nos encuentre en el bosque —le ordeno a Emma y cuelgo.Su voz temblaba y aunque había falsedad en algunas cosas, creo que ha comenzado a darse cuenta de que las cosas no salieron como ellos habían planificado.James se sentó descansando en el suelo, sus heridas curándose, yo estaba recostado a un árbol, ambos vestidos con harapos de las ropas destroz