Liesel miró a Derek, y aún con todos estos sentimientos que no hacían más que confundirla, tuvo que reconocer que él solo pretendía utilizarla, le dolió en el alma, y el corazón cuando tuvo que reconocerlo, pero no podía negar por más tiempo, la cruda verdad que tenía ante sus ojos, no cuando Derek la despreciaba, por alguna razón que ella desconocía. Ya había sufrido bastante con su desamor.
Derek notó el cambio de humor en ella, pasó de estar excitada a completamente fría, incluso su aroma había cambiado, era como si ella estuviera sepultada bajo una capa muy profunda de su corazón sus sentimientos hacia él.
—No te atrevas a negar lo que sientes por mí —era un reproche de su parte, uno muy egoísta pero no podía permitir que ella negara su amor por él.
—T&uacu
Al final Liesel no llegó a dar una respuesta a la pregunta hecha por Kurt, una llamada en el celular del abuelo la salvó de tener que dar muchas explicaciones, sobre todo explicaciones que no quería dar. Ella salió del despacho dejándolo solo para que atendiera el teléfono cuando él le informo que necesitaba responder esa llamada, Liesel asintió y se fue directo a la recamara de Lysa, necesitaba hablar con su madre para informarla de la decisión que había tomado.Encontró a Lysa Dunham en la recámara de su padre, un lugar que no había visitado con mucha frecuencia desde que llegó a la casa de los Steiger, pero para su defensa debía decir que recordaba muy poco del hombre postrado en la cama.Después de la llamada, Kurt mandó a llamar a su nieto, Derek no se encontraba en la casa, pero fue informado en cuanto regresó que su abuelo n
Liesel y Derek se quedaron mirándose el uno al otro, hasta que ella tuvo que desviar la mirada antes de quedar atrapada de nuevo en esos sentimientos que él le provocaba cuando hacía eso. Sus entrañas derritiéndose en esa extraña energía que lo envolvía a él y la atraía a ella.Derek por su parte tenía en el rostro una expresión divertida y una sonrisa arrogante que la acompañaba, estaba perfectamente consciente de lo que estaba pasando con ella.A Liesel le provocó borrar esa sonrisa con una bofetada, pero tampoco pensaba darle el gusto de saber que a ella la molestaba con su actitud, mejor sería ignorar a Steiger, estaba segura de que eso lo irritaba aún más.—Entonces le diré al abuelo que te marches de la mansión.—Te lo agradezco. —Ella entró en la habitación y
Pareciera que la noche se había puesto del mismo humor que su amiga, el aire bajo un par de grados y ahora estar sentadas en la terraza del restaurante en el piso 23 del edificio no le parecía una muy buena idea.—¿Estás molesta?Liesel se volvió a mirar a regañadientes —No, ¿Porque debería estarlo?—Solo era una pregunta, ¿Cómo no dejas de mirar hacia ellos?—Es que ella me parece familiar.—Es una "Amiga" —recalco —de Derek, nada más.—¿Estás muy segura?—Porque sé de lo que estoy hablando. Si no estás molesta, entonces ¿Estás celosa?—Deja de hacerte la tonta.—Pues entonces tu deja de parecer exnovia celosa, deja de mirarlo, es raro.Las chicas retomaron su charla y aparentemente todo ese asunto de Derek quedó en el olvido, solo que el corazón de Liesel no dejaba de latir de manera desbocada, «maldito» pensó antes de poner todo su esfuerzo en ignorar su presencia.Por su parte Derek había sido consciente de la presencia de Liesel desde que llegaron al lugar, cómo no hacerlo cuando
Cuando llegan a la casa, Derek nuevamente la toma en sus brazos para bajar del auto, ella todavía está muy afectada por la visión de ese hombre, ¿Quién era él? Y ¿Por qué ella se puso así? De una u otra manera obtendría las respuestas, pero en ese momento Liesel lo necesitaba. Pulso la clave en el elevador privado que lo llevaría hasta el penthouse, una vez dentro la llevo hasta la recámara y la colocó en medio de la cama, le quitó los bonitos zapatos que se adherían a su pierna con una fina pulsera y la arropó con una manta suave y cálida, antes de salir de la habitación.—¿A dónde vas? —la ansiedad en su voz, no quería estar sola.—Ahora regreso, tranquila aquí está a salvo.Derek se fue a la cocina para prepararle un té, y mientras esperaba llamó a su hermana.—Por favor llama a la Lysa, que esté enterada que Liesel se quedará conmigo esta noche.—¿Por qué haría eso? —Se cruzó de brazos.—Liesel se encuentra demasiado afectada como para volver a casa, además no quiere que su madre
Como había prometido, Derek la esperaba a la salida del restaurante.—Lista.—Si.Derek abrió la puerta del carro para ella, y Liesel subió, se sentía como una colegiala, las mariposas revoloteando en su estómago.—¿A dónde vamos?—Espera y verás.Después de manejar un rato Derek estaciono el auto, el cartel decía Manito Park.—¿Ya habías venido?Liesel se limitó a encogerse de hombros.—La verdad es que no lo recuerdo, pero será un gusto conocerlo a través de tus ojos.Derek comenzó dándole un tour, le contó que el parque se estableció desde 1904 —Y cuenta con áreas de picnic, un zoológico, y además cuenta con cinco áreas de jardines principales, el jardín japonés Nishinom
Ese día después de pasear por el jardín Derek la invitó a cenar.—¿Pasó por ti a las ocho?Ella consultó su reloj y vio que casi eran las seis.—Mejor a las 8.30 —era muy poco el tiempo que iba a tener para arreglarse.—Está bien. Entonces te veo más tarde. —Derek salió del auto para abrir la puerta y que ella pudiera bajar. La acompañó hasta la puerta de su casa y antes de que Liesel entrará la tomó de la mano y jalo de ella para darle un tierno beso en los labios.Derek se separó muy pronto para el gusto de Liesel que se quedó con ganas de más. Más de ese calor que emanaba de su cuerpo, de su pasión, se su energía, ella quería más de ese hombre, lo quería todo.—Te veo más tarde.Liesel no pudo m&aa
Derek ayudó a Liesel a subir al coche, pero no lo hacía solo por su buena educación, la verdadera razón era porque no podía mantener sus manos alejadas de su cuerpo.—Te apetece ir a cenar o prefieres hacer otra cosa.—¿Qué tienes en mente?A él se le ocurrían muchas cosas y sobre todo muchas posiciones sobre lo hacer esa noche. Así que solo le dedico una sonrisa maliciosa llena de intención.—Creo que me gusta más tu idea —Liesel había captado su indirecta.Derek manejó hasta su apartamento y subieron hasta el penthouse, sus intenciones no eran llevarla a su casa sino ir a cenar así que no tenía nada preparado.—Se te olvida que soy Cheff.—Para nada.—Déjame ver qué puedo hacer con lo que tienes —Liesel dejó su bolso de diseñador en la
Las sensaciones palpitaron por su cuerpo y reclamaron una liberación. Comenzó a rotar las caderas mientras él la acariciaba, extendiendo las piernas para experimentar mejor el poder de su hábil contacto.—Dios —murmuró él.Liesel volvió a adelantar los pechos, pero se echó para atrás en el instante en que los labios de él los tocaban. Derek gimió como un animal y le lanzó una mirada que rodeaba lo pecaminoso.—Eh —murmuró, la boca abierta buscando todavía el pezón. —No es justo…—Las damas primero —replicó ella de forma casi inaudible.Era delicioso y decadente tener ese control. Ponerse en primer lugar.Se masajeó los dos senos, observándolo mirarla, al tiempo que rotaba las caderas más deprisa contra la mano de Derek a medida que unas sensac