Más de tres horas después Derek y George llegaban al hospital con la incertidumbre de no saber el cuadro con el que iban a encontrarse.
George se acercó hasta la recepción para pedir información sobre Eliot Dunham.
—Hola, somos familiares del señor Dunham, yo soy el doctor George Müller.
—Llamaré al doctor que se hizo cargo de la operación para que les informe sobre la situación del paciente, permítanme.
—Gracias.
Derek y George esperaron por el doctor, y una vez que llegó les informó sobre los procedimientos que tuvieron que hacer para que Eliot sobreviviera. Él estaba vivo de milagro.
—No les voy a mentir, el señor Dunham está grave, las próximas 72 horas serán esenciales para su evolución, y todo dependerá de cómo responda a la intervención. Lo que más me pre
Las ideas se le mezclaban en la mente, pero ella había logrado recordar cuál era su propósito en todo esto. Ganar tiempo para Derek y eso pensaba hacer. Una vez que estuvo dentro le llegó la hora de enfrentarse a los dos hombres que la miraban expectantes.—Liesel por favor, adelante —Balthazor Amery fue el primero en hablar, sus maneras elegantes y su actitud cordial eran solo una fachada con la intención de engañarla, pero Liesel no era tonta nunca lo había sido.—Gracias —Liesel tomó asiento en el sillón individual, por alguna razón no los quería tener tan cerca.—Hola Liesel, soy el doctor Ignaz Isordia y estoy a cargo de tu tratamiento.—¿De mi tratamiento? ¿Y George?—El doctor Müller ya no era capaz de ayudarte.—¿Y estar encerrada era parte de ese tratamiento? No sé si est&aacut
Días después de esa plática la gente ya se había desplazado a sus respectivos puntos de ataque y se familiarizó con el área, para cuando llegó el momento del asalto, ellos ya se encontraban ubicados en su posición. La orden era que una vez que iniciará la operación no iban a tener manera de comunicarse hasta que regresaran a la casa de seguridad, pero en todo momento podrían solicitar apoyo aéreo para una extracción rápida en caso de ser necesario.Derek había dejado a un pequeño grupo de asalto por cualquier situación de emergencia que se pudiera presentar. Antes de que cerraran definitivamente la comunicación Derek les mando un mensaje a su gente.—Quiero soldados vivos, no héroes muertos. —Después de eso los intercomunicadores quedaron en silencio.Derek iría por el laboratorio de San Francisco ya que todo indicaba que Liesel estaba en ese lugar, Isordia era el director general de todos los laboratorios del grupo médico, pero el hombre pasaba más tiempo en esa región, lo que hacía
Derek y Liam, tenían mucho trabajo por delante, debían investigar a todo el personal que estaba involucrado en los ataques a los laboratorios para descubrir al traidor, él se sentía desesperado, cada día que pasaba era un día más que Liesel estaba a merced de esa gente.Lejos de ahí, a Liesel le suministraban la droga cada vez con mayor frecuencia, los estragos en su mente eran cada día peor, ya no recordaba casi nada de su vida pasada, apenas si sabía cuál era su nombre, pero seguía aferrándose a la ilusión de que había algo más que soledad para ella.Los sueños tan lúcidos que siempre la acompañaban sobre todo en sus noches no podían mentirle, no podían ser solamente fruto de su imaginación. En sus sueños había un hombre de ojos negros que nunca dejaba de llamarla, no veía su rostro solo sus ojos que le decían tanto o más que las palabras. Él corría, siempre detrás de ella, pero no lograba alcanzarla jamás. Cada una de las veces que tenía ese sueño despertaba sudorosa y con su nombr
Gerónimo sabía que debía arriesgarse a tomar este ofrecimiento, después del "accidente" que le sucedió a su amigo Eliot, porque eso eran, después de tantos años, no podía arriesgarse, ya era hora de que dejara la organización y qué mejor oportunidad que está.—¿Y qué ofrecen? —tampoco iba a mostrarse deseoso de tomar el acuerdo.—De momento montones de información que Eliot me entrego, y si aceptas, puedes ser participe en el congreso de cambiantes que estamos formando.—Eso suena muy interesante. Destapemos las cartas Derek, si viniste aquí es porque sabes algo. ¿Eliot te lo dijo?—No, él no me contó nada sobre ti, pero sí dejó pistas para descubrirlo. —Lo que me intriga de manera muy particular, es cómo ha pasado los controles de La Hermandad. —Natasha pensaba que tal vez los demás podrían imitar lo que Gerónimo hizo y así ser invisibles.—Yo no soy realmente un verdadero cambiante, nunca he podido convertirme. Algo fue mal en el vientre de mi madre y nací siendo un cambiante en t
Erick Quiles inyectó a Liesel con la misma droga que habían estado utilizando, esa droga le daba el poder de hacer con ella todo lo que quisiera. Así que una vez que el líquido entró en su sistema, Liesel sólo fue un títere en las terribles manos de ese hombre. Liesel torturó al hombre de la habitación, tanto que cuando se convirtió en su animal, este estaba tan débil que no duró mucho antes de fallecer. Todo el experimento había sido documentado tal y como pidió el doctor Isordia, y a partir de ese momento Liesel fue utilizada para hacer el trabajo sucio. Trabajo que después de realizado se lo mostraba para que ella fuera consciente de su poder y de lo que era capaz de hacer. Liesel dejo de soñar con el hombre de ojos negros, para comenzar a tener pesadillas por las cosas que ella había hecho, consiente o no ella era la ejecutora de ese terrible sufrimiento, su rostro era lo último que ellos veían antes de convertirse en animales para soportar el sufrimiento y que así La Hermandad
Al entrar al asiento trasero, Derek se quitó la máscara y guardó el arma antes de cortar las ataduras con la navaja que llevaba, quitó los tapones de sus oídos y la venda de sus ojos.Ella parecía estar en un estado inconsciente, Derek la recostó a lo largo del asiento trasero y se dispuso a salir para sentarse en el asiento del copiloto.Liam manejaba por la carretera a toda velocidad, el cielo estaba despejado y la temperatura era cálida, en otro momento pudiera haber apreciado la belleza del paisaje, pero de momento la carretera rural le parecía interminable. El avión ya debería estar esperando por ellos en el punto de extracción, listos para regresar a casa.El vuelo duró un poco más de dos horas, y ese fue el tiempo en que Derek se pasó mirando Liesel, no podía creer que de nuevo la tuviera entre sus brazos. Aun así, le preocupaba que ella no se hubiera despertado aún. Su lobo lograba olfatear un olor diferente en ella, cómo si le hubieran suministrado algo que la mantuviera dorm
Después de unos días ellos confirmaron su teoría, Liesel no mostraba ningún signo de saber quiénes eran ellos, incluso cuando Tatiana fue a visitarla, después de casi asesinar a Derek y Liam por no avisarle antes que ya habían encontrado a su mejor amiga.En ningún momento ella mostró algún indicio de saber quiénes eran, al contrario, se mostraba desconfiada y esquiva.—Oh Liesel me alegra tanto tenerte de regreso, te eche tanto se menos —Tatis quiso abrazar a su mejor amiga, pero ella dio unos pasos hacia atrás. —Liesel.—No sé porque todos me llaman así, mi nombre es Sophia.—¿Qué? ¡No! Tu eres Liesel Dunham y hemos sido amigas por casi diez años, acaso no lo recuerdas.—No recuerdo nada, mi memoria llega hasta hace unos meses, pero antes de eso, no tengo memoria de quien he sido.—Amiga —Tatiana quiso abrazarla, pero Liesel no se lo permitió.—Te dejaré tranquila, por ahora, pero te advierto que vendré otro día, tu eres mi mejor amiga y no vas a lo esté tan fácilmente de mí. A Lie
Los días que siguieron fueron terriblemente difíciles, pero el hombre de ojos negros nunca la abandono, cuando sentía que iba a caer, él siempre estuvo ahí para tenderle una mano, para darle ánimo y palabras de aliento. Él le habló de sus padres, de cómo su mamá Lysa la esperaba con mucha ilusión y de cómo su padre Eliot, estaba luchando cada día para salir del coma.Ella quería recordar algo de todo lo que le habían dicho, pero nada venía a su memoria, era frustrante sentirse tan vacía. Y ella que era una mujer que no confiaba en nadie, estaba comenzando a confiar en el hombre de ojos negros.Por fin se llegó el día de regresar a casa, y aun cuando el hospital no sé parecía en nada a los laboratorios de La Hermandad ella estaba feliz por salir de ahí.Derek fue por ella, ahora conocía su nombre. Estaba esperándola en la oficina del doctor Müller, George. No sé acostumbraba a llamarlo por su nombre.—¿Estás lista? —le preguntó en cuanto la vio aparecer en la entrada de la consulta.—