Erick Quiles inyectó a Liesel con la misma droga que habían estado utilizando, esa droga le daba el poder de hacer con ella todo lo que quisiera. Así que una vez que el líquido entró en su sistema, Liesel sólo fue un títere en las terribles manos de ese hombre. Liesel torturó al hombre de la habitación, tanto que cuando se convirtió en su animal, este estaba tan débil que no duró mucho antes de fallecer. Todo el experimento había sido documentado tal y como pidió el doctor Isordia, y a partir de ese momento Liesel fue utilizada para hacer el trabajo sucio. Trabajo que después de realizado se lo mostraba para que ella fuera consciente de su poder y de lo que era capaz de hacer. Liesel dejo de soñar con el hombre de ojos negros, para comenzar a tener pesadillas por las cosas que ella había hecho, consiente o no ella era la ejecutora de ese terrible sufrimiento, su rostro era lo último que ellos veían antes de convertirse en animales para soportar el sufrimiento y que así La Hermandad
Al entrar al asiento trasero, Derek se quitó la máscara y guardó el arma antes de cortar las ataduras con la navaja que llevaba, quitó los tapones de sus oídos y la venda de sus ojos.Ella parecía estar en un estado inconsciente, Derek la recostó a lo largo del asiento trasero y se dispuso a salir para sentarse en el asiento del copiloto.Liam manejaba por la carretera a toda velocidad, el cielo estaba despejado y la temperatura era cálida, en otro momento pudiera haber apreciado la belleza del paisaje, pero de momento la carretera rural le parecía interminable. El avión ya debería estar esperando por ellos en el punto de extracción, listos para regresar a casa.El vuelo duró un poco más de dos horas, y ese fue el tiempo en que Derek se pasó mirando Liesel, no podía creer que de nuevo la tuviera entre sus brazos. Aun así, le preocupaba que ella no se hubiera despertado aún. Su lobo lograba olfatear un olor diferente en ella, cómo si le hubieran suministrado algo que la mantuviera dorm
Después de unos días ellos confirmaron su teoría, Liesel no mostraba ningún signo de saber quiénes eran ellos, incluso cuando Tatiana fue a visitarla, después de casi asesinar a Derek y Liam por no avisarle antes que ya habían encontrado a su mejor amiga.En ningún momento ella mostró algún indicio de saber quiénes eran, al contrario, se mostraba desconfiada y esquiva.—Oh Liesel me alegra tanto tenerte de regreso, te eche tanto se menos —Tatis quiso abrazar a su mejor amiga, pero ella dio unos pasos hacia atrás. —Liesel.—No sé porque todos me llaman así, mi nombre es Sophia.—¿Qué? ¡No! Tu eres Liesel Dunham y hemos sido amigas por casi diez años, acaso no lo recuerdas.—No recuerdo nada, mi memoria llega hasta hace unos meses, pero antes de eso, no tengo memoria de quien he sido.—Amiga —Tatiana quiso abrazarla, pero Liesel no se lo permitió.—Te dejaré tranquila, por ahora, pero te advierto que vendré otro día, tu eres mi mejor amiga y no vas a lo esté tan fácilmente de mí. A Lie
Los días que siguieron fueron terriblemente difíciles, pero el hombre de ojos negros nunca la abandono, cuando sentía que iba a caer, él siempre estuvo ahí para tenderle una mano, para darle ánimo y palabras de aliento. Él le habló de sus padres, de cómo su mamá Lysa la esperaba con mucha ilusión y de cómo su padre Eliot, estaba luchando cada día para salir del coma.Ella quería recordar algo de todo lo que le habían dicho, pero nada venía a su memoria, era frustrante sentirse tan vacía. Y ella que era una mujer que no confiaba en nadie, estaba comenzando a confiar en el hombre de ojos negros.Por fin se llegó el día de regresar a casa, y aun cuando el hospital no sé parecía en nada a los laboratorios de La Hermandad ella estaba feliz por salir de ahí.Derek fue por ella, ahora conocía su nombre. Estaba esperándola en la oficina del doctor Müller, George. No sé acostumbraba a llamarlo por su nombre.—¿Estás lista? —le preguntó en cuanto la vio aparecer en la entrada de la consulta.—
Ella giró la cabeza mirando a su alrededor, quería cerciorarse que aún estaba en la agradable habitación en casa de los Steiger, y que el hombre de ojos negros junto a ella era real y no solo producto de su imaginación.Derek llevaba el torso desnudo, únicamente vestidos con unos pantalones de pijama negros.—Shhh, tranquila estoy aquí, estoy aquí —Derek la abrazó y comenzó a tararear una nana, en algún momento él la sentó sobre su regazo y comenzó a mecerla suave y lento.Liesel alzo la mirada al escuchar la voz de Derek y se encontró a escasa distancia del varón más peligroso que jamás había visto. No existía otra palabra para describirlo. Con una estatura muy superior al metro ochenta, tenía la constitución de la máquina de combate. Ella inhalo una y otra vez del aroma masculino, olía a hombre, olía a poder y aún inesperado toque de bravura mezclada con ternura, definitivamente olía a él. Disfrutó del salvaje barrido de sus sentidos que despertaban con él, solo con el hombre de ojo
Ella giró su cabeza al sentir la penetrante mirada de Derek, era consciente que otras mujeres lo observaban y hasta le lanzaban sonrisas coquetas, pero él solo la miraba a ella. Eso le gustó, la hizo sentir especial. Derek sonrió, y en sus ojos burbujeaba la risa, pero también algo ardiente, algo que susurraba que él podía enseñarla a vivir nuevamente, enseñarla a vivir de verdad.Después de bailar y jugar, Liesel fue hasta Derek, se sentía feliz y llena de energía y vitalidad.—¿Quieres beber algo? —le ofreció Derek.—Sí, gracias.Derek se marchó para traer unas bebidas y Liesel aprovechó ese momento cuando él estaba de espaldas a ella, se permitió el lujo de deleitarse contemplándolo, apreciar su pura belleza masculina, era simplemente exquisito.Él volvió con ella y traía en las manos una bebida caliente, chocolate.«Chocolate» su mente se esforzaba en intentar recordar si alguna vez lo había probado, pero fue en vano.Liesel tomó la taza caliente en sus manos y sopló antes de darl
Derek bajo su boca para besarla, no tenía la intención de ir más allá que solo rozar sus labios, no quería asustarla y mucho menos presionarla, y así lo hizo al principio, pero cuando quiso separarse de ella, Liesel se aferró a él tomándolo de la chaqueta, y subió la intensidad del beso.El gélido aire del lago golpeaba sus cuerpos y el canto armonioso y melancólico de los animales nocturnos los atrapó en una vorágine de pasión y delirio.Derek la apretó contra su cuerpo, no esperaba esa reacción por parte de ella. Bajo las manos hasta sus nalgas y la instó a subirse sobre su cuerpo para sentarla sobre la barandilla quedando él entre sus piernas, se moría por tocar la suavidad de su piel, por explorar cada parte de su cuerpo, y para darle un beso tan íntimo, que los llevará a ambos hasta la gloria.Liesel estaba absorta, totalmente entregada a la pasión de su cuerpo y al goce de su corazón, era como si por fin después de mucho tiempo su alma probará alimento. Las manos de Derek estaba
Derek la ayudaba a sacarse la ropa mojada, ella está temblando debido al frío, odiaba el frío, porque eso le recordaba a sus días dentro de los laboratorios de La Hermandad, cuando la castigaban por no cooperar, y ponían su habitación tan helada como un congelador, y a ella únicamente la dejaban vestida con su ropa interior, esas noches eran un verdadero martirio, cuando su cuerpo ya no lo soportaba más, y llegaba casi al punto de la congelación, los médicos de La Hermandad cambiaban la temperatura y de pronto la habitación parecía el mismo infierno.Derek noto el cambio en su humor, la chispa de hacía un momento había desaparecido.—¿Qué te pasa? Recordaste algo.—No solo que... Odio el frío. —No era la verdad, pero tampoco una mentira.—Ven aquí —Derek abrió sus brazos para ella y Liesel terminó de cerrar la distancia que los separaba ambos tenían desnudos la parte del torso, pero en ese momento la caricia no era para nada sexual, ella necesitaba cariño, afecto, consuelo y él iba a