Liesel terminó con los estudios que George quiso realizar, estaba cansada y hambrienta, había pasado todo el día en el hospital, pero antes de irse, George la mandó llamar a su consultorio.
—¿Y entonces? ¿Qué es lo que tengo? —pregunto no queriendo darle importancia a la situación, a ninguna de ellas.
—Debes hablar con tus padres Liesel.
—¿Por qué no puedes decírmelo tú? Eres mi doctor de toda la vida. ¿Pasa algo malo? ¿Hay algo que no me estás diciendo? George, es mi vida, necesito saber. Ya no soy una niña Doc. —Liesel se había levantado del asiento, y estaba exaltada. Así la encontró Derek.
—He ¿Qué pasa?
Liesel no dijo nada, solo se abrazó a él y comenzó a llorar. Le había llegado la hora, y por eso George no se atrevía a decirle
Cuando Derek despertó Liesel seguía dormida, anoche la había amado en más de una ocasión y en más de una forma, ella debía estar agotada. Sonrió orgulloso al recordar las veces que ella gritó su nombre al tocar el éxtasis y la forma en la que se había entregado a él, por completo y sin inhibiciones.Se llevó una sorpresa al consultar su agenda y ver qué no tenía ningún pendiente, lo único importante del día era acudir a la casa de Liesel para hablar con sus padres. El informe del día anterior indicaba que La Hermandad había concentrado a todos sus hombres lejos de la región, lo que sugería que por lo menos de momento Liesel estaba a salvo.En la recámara Liesel pensaba en la manera de como escapar de la casa y encontrar a alguien que la llevara con la gente de La Hermandad, debía salvar al
Esa noche el clima estaba bastante seco, a él no le extrañaría que de un momento a otro comenzará a llover, lo que haría más difícil seguir su olor ya que el agua limpiará el ambiente. Así que no había tiempo que perder, necesitaba de manera urgente localizar a Liesel, saber qué había pasado con ella.Comenzó a seguir la dulce fragancia que lo embriagaba con una sensación de pureza, la fusión de jazmín y nardos con un toque de roble que le aportaba a su aroma calidez y seducción. Sí definitivamente era ella, su esencia imposible de olvidar. Para su desgracia comenzó a llover, tal y como lo había imaginado, Derek siguió buscando hasta que perdió el rastro en una bifurcación un poco más adelante.Llamó a su hermana tal vez Liesel se dirigió ahí, ella era su mejor amiga, rezo por
Lysa que hasta ese momento había permanecido en silencio tomó la palabra.—Gracias a George Müller es que pudimos sacar a Liesel y ocultarla, por lo menos hasta ahora.—No alcanzo a entender —Derek había vuelto a tomar asiento.—George en realidad no es cardiólogo, bueno no como su primera especialidad. Él y yo nos conocimos cuando ambos estábamos estudiando medicina, somos amigos desde entonces. George realizó la especialidad en genética y yo me casé con Eliot y me convertí en madre y esa ha sido mi mejor especialidad —sonrió antes de proseguir —Cuando nació Liesel y nos dimos cuenta de lo que habían hecho, yo lo contacté y le conté todo. Sobre La Hermandad, los experimentos, y lo que le habían hecho a mi bebé —Lágrimas silenciosas se derramaban por las mejillas de ella, un recordatorio de su amor por su hija. —Él me ayudó, nos ha ayudado desde entonces, Tanto así que cursó la especialidad en cardiología solo para que sirviera de tapadera, mientras tanto desarrolló un medicamento le
Derek llegó hasta la guarida, una cueva en medio del bosque que tenía múltiples corredores, cuando la habían descubierto Liam y él hacía unos años, les pareció el lugar indicado para que su gente fuera a tener un momento con su lobo, en ese lugar podían ser ellos mismos, tomar la forma que quisieran, había muchos que como él no pudieron experimentar a fondo su lado animal y la guarida les daba esa oportunidad, nadie vivía permanente ahí, a excepción de los soldados y el personal médico. Los niños que no eran mucho disfrutaban el lugar plenamente. Nadie tenía la ubicación exacta. Las personas que llegaban a hoy lo hacían por medio de una agencia por llamarlo de alguna manera, así que le pareció un poco extraño que atacarán el lugar. Tomo nota para hablar sobre eso con su personal de confianza, pero de momento se pondría al día con las tareas que vino a realizar. Revisó rápidamente el perímetro, visitó a los heridos y dio nuevas órdenes. Quería quedarse y darle apoyo a su gente, pero e
Derek se puso inmediatamente de pie, tenía el pulso acelerado, la cabeza que antes parecía explotarle, ahora iba a mil por hora, todo encajaba perfectamente, ahora lo entendía todo, por qué se miraba tan tranquila y relajada mientras se iba con ellos. Ese era su plan desde el principio, entregarse a esa gente, a La Hermandad para darle tiempo. A caso sabia en lo que se estaba metiendo.Ella se sacrificaba por él, por su gente, porque creía que iba a morir. Si tan solo hubieran hablado con ella, si sus padres hubieran sido honestos con Liesel nada de esto estaría pasando, ella estaría con él en sus brazos, en esta misma cama.Porque a Liesel no la habían secuestrado, ella se entregó por voluntad propia creyendo lo peor, hasta donde llegaba su amor y su enorme corazón.«Liesel»Quería romperlo todo, destruirlo todo, lo quemaría todo de ser necesario, pero él iba a traerla de regreso, junto a él, donde pertenecía. La furia de su animal tomo el mando, y entre un parpadeo y otro un enorme
El tiempo dentro de la habitación donde la mantenían cautiva, le estaba pareciendo eterno, cada vez estaba más cansada y necesitaba dormir, sobre todo la habían privado del sueño con esas luces tan brillantes. Se daba cuenta de que era una clase de tortura, aunque no sabía para que, nadie se había dignado en hablar con ella.No tenía idea de cuántos días llevaba ahí dentro, era imposible medir el tiempo en su situación. Lo único que habían hecho por ella era darte una muda de ropa, unos pantalones de chándal y una playera manga corta que no le ayudaba nada cuando el frío del cuarto bajaba hasta hacerla castañear los dientes.«Estoy cansada» últimamente era su pensamiento más constante.No sabía que pretendían con hacerle esto, que querían lograr o que querían probar, ya ni siquiera podía pensar en nada más que no fuera dormir. Sus tripas gruñeron de hambre, esa era la otra parte de la tortura, únicamente le habían ofrecido un poco de agua y de vez en cuando un trozo de pan duro. Se de
Derek tomó asiento frente a él, juntó ambas manos frente a su pecho, y esperó a que Eliot decidiera tomar la palabra. Después de un rato de buscar en los cajones y de sacar carpetas, tras carpetas, Eliot Dunham finalmente volvió a mirarlo.—Esto es toda la información financiera y de otra índole, que he logrado reunir en los años que he sido consejero de La Hermandad.El hombre miraba el enorme archivo y Derek sabía que, en otra situación, estaría orgulloso de su trabajo como espía, pero no hoy, no ahora cuando su hija estaba en peligro y todo eso solo servía para intentar recuperarla.Derek tomó las carpetas y las USB. Comenzó a revisar los documentos, sólo estaba ojeando las carpetas, pero pudo darse cuenta que era información de cómo estaba conformada La Hermandad, así como los subgrupos que se d
Eliot llegó hasta la sala de recepción del consultorio de George, hacía años que no se paraba por ahí, desde que Liesel era una niña. No es que tuviera celos de la amistad con su esposa; pero como le había dicho una vez a Lysa, mientras menos sepa de lo que está pasando con Liesel y de lo que les están suministrado a para bloquear lo que sea que hayan hecho con ella en esos laboratorios, ella estará más segura, por esa razón nunca las acompaño a ver al médico.Eliot se acercó hasta la chica de recepción y se anunció, un momento después George estaba en la puerta de su oficina dándole la bienvenida. Eliot Dunham le ofreció la mano en señal de saludo y el otro hombre imitó el gesto.—¿A qué debo tu visita? —George estaba tan extrañado por la presencia del esposo de quien fuera el amor de