Liesel estaba agotada, los días y sobre todo las noches al lado de Derek eran peor que hacer pesas en el gimnasio, aun así, no cambiaría esos días a su lado por nada en el mundo.Se había vuelto parte de la rutina diaria, despertar hasta media mañana, y desayunar juntos después de que él regresara de supervisar los puestos de vigilancia. Liesel había preguntado la noche anterior sobre cuánto tiempo más debían permanecer en la cabaña.—Mientras estés conmigo y sobre todo en mi cama, yo puedo quedarme aquí para toda la vida. —Derek se acercó a ella y colocó una mano sobre su mejilla para atraerla hacia él y besarla, por dios nunca se cansaba de besarla.Liesel se había estremecido de felicidad, pero pensar en “toda la vida” era algo muy relativo, ya que la vida de ella no iba a durar por mucho tiempo más. Había estado escondiendo unos dolores de cabeza que habían comenzado después del incidente con Jake, para no empañar esa nueva felicidad, pero cada vez eran más recurrentes, era como
Derek y Natasha llegaron al lugar que habían visto en el satélite durante la vigilancia, encontraron restos de personas ahí, pero nada que les proporcionará una información clara y contundente de que podía ser gente de La Hermandad.—Tienen que ser ellos, ¿Quién más?—Yo creo que tienes un informante en la casa, —la confesión de Natasha lo dejó perplejo —él había certificado a esos hombres, y le dolería saber que lo habían traicionado a él, pero sobre todo a la manda.Derek dio la orden de regresar a la casa, de ser ciertas las sospechas de Nat, Liesel ya no estaba segura en ese lugar.Lo primero que hizo al llegar fue ir hasta la recámara, se sorprendió al no encontrar las pertenencias de Liesel en la habitación que habían compartido, así que se dirigió a su antiguo dormito
Derek fue de tras de ella una vez más, pero en esta ocasión, dejó que su lobo se hiciera cargo, ya se había cansado de jugar limpio en esta persecución, Liesel sería cazada por un lobo alpha que no se encontraba de muy buen humor después de haberla perseguido por toda la montaña con ya amenaza sobre la cabeza de su mujer.Liesel corrió tan rápido como se lo permitían sus pies, pero estaba fatigada y hambrienta, pero, sobre todo, ya no tenía el ánimo para seguir luchando. Callo de rodillas y dejó que todo el cúmulo de sentimientos que la estaban intoxicando fluyera fuera de ella.Grito y lloró, lloro y grito y siguió llorando, debía sacarlo de su sistema a como diera lugar, se negaba a pasar sus últimos días sufriendo por un amor que nunca tuvo razón de ser.Derek la escuchó gri
Derek logró sostenerla antes de que Liesel cayera al suelo, por muy poco, su cuerpo también estaba débil, no obstante, sacó fuerzas para llevarla en brazos hasta el coche.—Vámonos de aquí.Natasha ordenó a los soldados una rápida toma de fotografías de la escena, lo que veían sus ojos no era algo normal.—Llama a Liam, necesitamos esa extracción lo más pronto posible y que avise a Müller que esté preparado para llevar a Liesel a la clínica.—¿Y tú?—Podrás curarme en cuanto lleguemos, la que me preocupa ahora es Liesel, cómo carajos es que pudo hacer eso.—Tendríamos que preguntarles a los científicos de La Hermandad, de seguro ellos tienen la respuesta, y tal vez sea por eso que ahora la quieran.—Tu teoría, por disparatada que suena, me pare
Los ojos de Derek eran los de un hombre desesperado, afligido por hacerla entender que ella era su todo, el centro de su universo.Liesel estaba hecha un ovillo en una de las esquinas de la cama, intentando acallar su corazón errante, e intentando disimular el ardiente fluido entre sus piernas, que era ambrosía para su alma.Derek se había colocado en la esquina más alejada, dándole espacio para que estuviera tranquila, él jamás la tocaría sin su consentimiento.—Puedo olerte Liesel, puedo oler el dulce néctar de tu deseo por mí; me siento abrumado por la desesperación con que te ansío y sé que tú sientes lo mismo, me lo dice el latido de tu corazón y tú aroma cargado de seducción imposible de olvidar.Algo dentro de la mente de Liesel hizo clic y encajó las palabras de Derek con toda
—¿Algún día te cansaras de mí? —Liesel descansaba su cara sobre el pecho masculino—Como se te ocurre siquiera pensarlo.—Entonces piensa en mí.—Siempre. —la beso. —Te amo.—Yo también te amo.—Eres mi vida entera Liesel y nunca jamás permitiré que te vayas de mi lado…Ella quiso decirle, sincerarse con él, pero no sé sentía capaz, no cuando en ese momento era tan feliz en sus brazos. Cómo arruinarlo diciendo que le quedaba poco tiempo de vida, que ese para siempre no duraría mucho. Así que agito la cabeza y desechó ese pensamiento.Horas más tarde Liesel preguntaba por la naturaleza de su lobo y porque a él parecía no gustarle.—La Hermandad siempre ha querido cazarnos, desde hace cientos de
Liesel terminó con los estudios que George quiso realizar, estaba cansada y hambrienta, había pasado todo el día en el hospital, pero antes de irse, George la mandó llamar a su consultorio.—¿Y entonces? ¿Qué es lo que tengo? —pregunto no queriendo darle importancia a la situación, a ninguna de ellas.—Debes hablar con tus padres Liesel.—¿Por qué no puedes decírmelo tú? Eres mi doctor de toda la vida. ¿Pasa algo malo? ¿Hay algo que no me estás diciendo? George, es mi vida, necesito saber. Ya no soy una niña Doc. —Liesel se había levantado del asiento, y estaba exaltada. Así la encontró Derek.—He ¿Qué pasa?Liesel no dijo nada, solo se abrazó a él y comenzó a llorar. Le había llegado la hora, y por eso George no se atrevía a decirle
Cuando Derek despertó Liesel seguía dormida, anoche la había amado en más de una ocasión y en más de una forma, ella debía estar agotada. Sonrió orgulloso al recordar las veces que ella gritó su nombre al tocar el éxtasis y la forma en la que se había entregado a él, por completo y sin inhibiciones.Se llevó una sorpresa al consultar su agenda y ver qué no tenía ningún pendiente, lo único importante del día era acudir a la casa de Liesel para hablar con sus padres. El informe del día anterior indicaba que La Hermandad había concentrado a todos sus hombres lejos de la región, lo que sugería que por lo menos de momento Liesel estaba a salvo.En la recámara Liesel pensaba en la manera de como escapar de la casa y encontrar a alguien que la llevara con la gente de La Hermandad, debía salvar al