Hola... Lamento la tardanza para subir los capitulos, pero aqui esta la continuacion de la historia Saludos y gracias
Habían pasado dos días desde que Derek encontrará a Liesel desmayada dentro de su auto, habían sido los dos días más largos desde que tuviese memoria.Liesel había sido ingresada en la muy privada clínica del Dr. Müller, y se encontraba en un área restringida de la clínica, a la cual solo tenían acceso unos cuantos enfermeros y otro doctor, todos de la más alta confianza de George.—Estas hecho un asco, —soltó Tatiana —tienes labarba crecida, el cabello despeinado, ¿has comido algo? —en ocasiones no tenía reparo en decir las cosas, pero era porque le importaba su familia; se acercó a él y lo olió, —creo que apestas Derek, a ella no le gustará verte en este estado de abandono.Derek no respondió, se limitó a mirar a Tatiana fijamente hasta que ella decidiera
—De qué demonios estás hablando Steiger, por favor explícate que no te entiendo. —Liesel no quería creer en las palabras de Derek, no podía ser verdad, cómo es que él decía amarla, así de pronto.—No hay mucho que explicar Liesel, es solo que ya no estoy dispuesto a alejarme de ti nunca más.—Así de pronto dices… ¿Qué? ¿amarme? No creo que eso sea verdad—No es de pronto Liesel, te he amado desde siempre, desde la primera vez que te vi en el jardín de mi casa, parecías un ángel esa noche, desde la fiesta de mi cumpleaños, recuerdas… te he amado desde entonces. —Derek se acercó hasta ella y tiernamente colocó un mechón de cabello detrás de su oído.Días antes Liesel hubiera estallado de felicidad, por cuánto tiempo esper&
Dos días después de que Derek visitará a Liesel en el hospital, y que este le declarara su supuesto “amor”, fue dada de alta, el tiempo que pasó en el nosocomio le pareció eterno, estaba harta de estar ahí y solo quería irse a casa. En parte se sentía un poco desilusionada porque muy en el fondo esperaba ver de nuevo a Derek, pero él no había regresado y tal vez fuese mejor así, las cosas como eran, no más engaños ni desilusiones.La recomendación del doctor fue que siguiera descansando. Pero cómo podía perder el tiempo descansando, cuando tiempo era lo que menos tenía. Sentía que su fin estaba cerca y que por eso su madre se atrevió a contarle a Derek sobre su enfermedad, ni, aun cuando estuviera moribunda hubiese querido que él se enterara, prefería su desprecio antes de su lástima, porque ahora estaba má
Jacob llegó puntual a la hora en la que quedó de pasar por Liesel para ir a la fiesta, cuando la vio bajar por la escalera, se le iluminó el rostro, estaba hermosa con ese vestido, y le pareció más hermosa cuando le sonrió. Estaba seguro de que sería la envidia de muchos esta noche.Derek vio llegar a los Dunham, esperaba con ansias ver de nuevo a Liesel, no se había vuelto a acercar a ella desde que estuvo con ella en el hospital, le estaba dando tiempo, no quería presionarla; pero cuando no vio a Liesel con ellos… no quiso hacerse ideas erróneas, era mejor preguntar, así que se dirigió hasta ellos.—Buenas noches.—Oh, Derek. Buenas noches —respondió Lysa girándose, —muchas felicidades hijo, te deseo una larga vida y la mayor felicidad —lo abrazo.—Gracias. ¿Vienen solos? —Pregunto como n
Liesel intentó salir del sanitario, no debía quedarse a solas con él, no podía. Pero Derek bloqueó la puerta con su cuerpo impidiéndole salir. En una batalla cuerpo a cuerpo, era evidente que ella saldría perdiendo.—No quiero hablar contigo, así que déjame en paz. —No quería mirarlo. Así que lo evito.—Necesitamos hablar Liesel.—Tú lo necesitas, no yo.—Mírame… Liesel mírame —levantó su barbilla para instarla a verlo a los ojos. Cuando ella le regresó la mirada, solo pudo ver ira en los hermosos ojos verdes que lo atormentaban. Sin decir nada más Derek se hizo a un lado dejando la salida libre.Liesel tomó la oportunidad que se le presentó y salió casi corriendo, se había llenado de coraje al sentirse avasallada por Steiger, por querer imponerse.Cuando
Liesel no daba crédito de la situación, hasta donde llegaría su familia por hacerla feliz en sus últimos días de vida, porque si estaban armando todo este teatro, era porque a ella ya no le quedaba mucho tiempo.—¿No dices nada?—¿Qué quieres que te diga?—Que tú también me amas sería un buen comienzo de algo.—Hay por favor no seas pretencioso —se negaba a creer en sus palabras, no podía permitir que Steiger le endulzara el oído y caer rendida ante una mentira.—Yo sé que me amas Liesel, que me has amado desde siempre.Ambos guardaron silencio por un instante, tanto que pareció eterno.—Te amaba… —respondió al fin, una pausa antes de decir la mayor de las mentiras; pero de no hacerlo dejaría a su pobre y tierno corazón enamorado, listo para ser devor
Era la cuarta bebida de Liesel, no es que ella no estuviera acostumbrada, pero no era lo mismo beber en una noche loca que hacerlo por tristeza y decepción, así que el alcohol comenzaba a calar en el cuerpo.—¿Me parece que debemos hablar de lo que sucedió en el jardín?—Jacob, discúlpame, pero de momento no quiero hacerlo, yo sé que no fue correcto porque tú eres mi acompañante, pero créeme que nunca planee un encuentro a solas con Steiger, es todo lo que voy a decir, pero créeme cuando digo que quiero borrar de mi mente lo sucedió ahí afuera.—De acuerdo, pero Liesel —espero a tener toda la atención de ella, —solo quiero que sepas que mis intenciones contigo son serias y van más allá de una simple amistad.—Está bien, —sabía que no era la respuesta que su amigo esperaba, pero de mom
Liesel llegó a su casa, y solo deseaba hablar con Tatiana, así que corrió a su habitación para tener privacidad y poder desahogarse, era tarde pero sabía que siempre podía contar con Tatis, quería que su amiga le dijera que la decisión que acababa de tomar había sido la correcta, a estas alturas no estaba completamente convencida, talvez fue que bebió demasiado, o darse cuenta de que Steiger no paraba de jugar con ella, o de su necesidad de tener a alguien en su vida antes de dejar este mundo, o tal vez fuese todo en conjunto, no sabría decir, solo sabía que ya no estaba segura de nada.Después de que todos se marcharan, Derek se dirigió a la biblioteca de la mansión Steiger, desde siempre había sido su lugar favorito. Derek se dejó caer de espaldas en el elegante sillón de piel detrás del enorme escritorio de roble que era la piez