Después de un largo camino y una conversación amena. Melissa y su suegro llegaron a la empresa. Melissa se sorprendió al ver lo lujoso y extravagante que era el lugar. El viejo Santoro, puso una mano en su hombro y la sacó de sus pensamientos. —Melissa, puedes tomar la decisión que quieras. Tienes todo mi respaldo. Melissa asintió y un mal presentimiento se alojó en su pecho, pero su venganza contra su marido comenzaba hoy. Los hombres de seguridad, o escoltaron hasta la sala de juntas. Melissa observaba con asombro el majestuoso lugar, pero había algo de desconcierto en su mirada. El viejo Santoro leyó su inquietud y le respondió. —Todos están reunidos esperando por nosotros en la sala de juntas, por eso no hay nadie —le susurró el viejo a Melissa al sentir su desconcierto. El viejo no pudo evitar reír al ver a los hombres de Fabiano custodiando la puerta. Era evidente que su hijo, había buscado refuerzos. Ellos salieron
Melissa salió del edificio y le pidió al chófer que la llevará al Centro Comercial más cercano. Ella debía enviarle un mensaje directo y definitivo a su esposo. Mientras tanto, los empleados y los tres caballeros seguían en espera de la nueva CEO. Aunque el ambiente era ameno, claro, omitiendo la coquetería de las mujeres que no perdían oportunidad de lanzar sus anzuelos para intentar pescar a un hermoso tiburón blanco, guapo y millonario. Vicent fijó su mirada en cada mujer y detalló cada atuendo. Definitivamente, ninguna de estas gerentes estaban vestidas acorde al lugar ni al momento. Entonces, él entendió lo que planeaba su esposa. Aunque no había terminado de organizar sus ideas cuando la puerta se abrió. Todos fijaron su mirada en la hermosa mujer que llegó. —Disculpen la demora, pero apenas entré hace un momento me di cuenta de que desentonaba con el ambiente. Ahora sí podemos comenzar. Melissa vestia un hermoso vestido azul ceñi
Todas las mujeres se quedaron sorprendidas. Ninguna había escuchado nada sobre el matrimonio de su jefe. Pero era evidente quién llevaba los pantalones en esta relación. Para ellas era muy agradable ver al magnate engreído, rendido a los pies de su dulce esposa. Vicent miraba de reojo a Melissa y muchos corazones salían de sus ojos. Mientras, ella permanecía inmune a su intensa mirada y a las sutiles caricias en su mano. Melissa les brindó una cálida sonrisa a sus empleadas y se dirigió a ellas en un tono amistoso. —Espero que podamos trabajar en armonía y conformar un equipo eficiente de trabajo. Todas las empleadas asintieron y demostraron respeto y obediencia ante su nueva jefa. Vicent se sintió muy orgulloso de su esposa. Su postura era firme y elegante. Definitivamente, su padre era un zorro astuto y había reclutado a la mejor sucesora él iba a apoyarla para que llegara la cima del éxito. Vicent encendió el reflector en la pared y l
Fabiano y el viejo salieron hacia el ascensor, pero cuando estaban por entrar, escucharon una voz masculina que los detuvo.—¿A dónde creen que van?—les preguntó Vicent.El viejo se giró y sonrió al ver a su hijo mayor tomado de la mano de su esposa.—No. Ya no pertenezco a esta nómina, así que no me jodas. Además, por tu culpa tengo miel en las bolas. Así que adiós. —El viejo Santoro entró al ascensor y se giró hacia su nuera —Meli te espero para cenar, tenemos que celebrar tu nombramiento.Melissa asintió con la cabeza y se aferró al brazo de su marido, esta acción no pasó desapercibida para Fabiano.—Vamos viejo. Dejemos a los tortolitos disfrutar la noche. Además, creo que te vendrá bien una super pijamada. Debes conocer el lado oscuro de tus nietos. Ja, ja, ja —Fabiano giró su mirada hacia su hermano y su cuñada y los señaló con el dedo —Ustedes no se preocupen, ya tengo experiencia con mi zorrillo apestoso. Nos vemos mañana.Fabiano señaló el trasero del viejo para que Vinz lo n
Mientras tanto, en la mansión Santoro...El Roll Royce entró por el gran portón. Albert se acercó para recibir a sus patrones. Fabiano salió y caminó hacia él con una sonrisa perversa en su rostro.El viejo Santoro estaba inmóvil en su puesto, sabía muy bien que le esperaba una ronda de bromas y burlas. Él observó, a través del espejo a su hijo, susurrarle algo al mayordomo al oído e inmediatamente los dos comenzaron a reír.Los dos se pararon frente al auto, era evidente que no querían perderse ningún detalle del viejo y sus bolas acarameladas.Vicente suspiró resignado y salió lentamente del vehículo.Su andar era lento y divertido, antes los ojos de sus acompañantes. Al viejo no le quedó de otra que comenzar a reír y a caminar hacia ellos.—Ja, ja, ja. Señor, qué manera tan dulce de comenzar la semana. Ja, ja, ja.El viejo Santoro acarició su trasero y con la mano llena de miel, acarició el rostro de Albert golpeando levemente su mejilla.—Quiero compartir mi suerte contigo.Alber
Vicent sonrió al sentir a su esposa vibrar entre sus brazos y decidió acabar con su dulce agonía. Melissa sintió ser invadida de nuevo por la lengua de su marido, pero esta vez él no fue evasivo todo lo contrario, la devoró como a la más dulce de las frutas y no la dejo hasta que obtuvo hasta la última hora de su néctar. Melissa se sintió en la gloria, pero esto no acabó con su deseo, solo lo aumentó. Vicent comenzó a desvestirse Ante la mirada perversa de su esposa. Melissa no desaprovecharía la oportunidad de devolverle el favor. Ella se sentó en la cama y lo atrajo hacia él. Vicent, al sentir la lengua de su esposa, rodear su ombligo, cerró los ojos y se dedicó solo a sentir placer. Melissa recorrió toda su longitud con su lengua antes de rodearlo con la calidez de su boca. Un gruñido travieso escapó de los labios de Vinz y Melissa entendió que él estaba perdido. Ella comenzó a mover su cabeza de arriba hacia abajo, acariciando con su lengua la punta, y V
Milena dibujó una sonrisa perversa en su rostro y se acercó a Fabiano. Él retrocedió y se sentó en la cama. Sin embargo, ella no se detuvo, se sentó en sus piernas y puso cada brazo alrededor del cuello del hombre, que ahora parecía nervioso. Milena achicó su voz y lo miró fijamente a los ojos, para después susurrarle al oído. —Como dices que soy una niña pequeña, quiero que me arrulles y me cantes una canción para dormir. Fabiano se quedó inmóvil y cerró los ojos para imaginarse a doña Gertrudis en traje de baño para evitar excitarse. Definitivamente, esta niña estaba jugando con fuego. —Mi-mi- Milena le-levántate, por favor —le susurró Fabiano en un tono de súplica al verla moverse entre sus brazos. Milena hizo un tierno puchero y negó con la cabeza. —Vamos, tío Fabi, cántame una canción. Fabiano mordió sus labios para tratar de controlar sus impulsos y golpeó levemente la pierna de Milena. —No, Milena no eres una bebé, t
El viejo Santoro recibió una llamada que lo llenó de ansiedad y preocupación.Había un nuevo clan que quería reclamar el trono en la mafia italiana. En realidad, esto ocurre con frecuencia, pero Fabiano y Vicent han defendido su territorio de manera implacable.Pero ahora, era diferente. El viejo no quería que sus hijos arriesgaran su vida. Todo lo contrario, el viejo Santoro quería entregar el trono al nuevo clan y que sus hijos comenzarán a vivir de manera legal, que disfrutarán de su cuantiosa fortuna y cuidarán de su familia.Vicente llamó al líder del nuevo clan y le solicitó una reunión. Era extraño que un nuevo clan surgiera de la nada. La reunión se pautó para el día siguiente.El viejo Santoro tomó sus calmantes y bajó a desayunar con su familia. Qué hermoso sonaba para él esas dos palabras "su familia".Vicente se sentó en la cabecera de la mesa y esperó pacientemente a los demás.Unas risas y unos susurros de amor le hicieron saber que su primogénito había llegado. Vicent e