C10-NECESITO PROBARTE.Zayden arrugó la nariz ante el hedor que Briella le causaba. Su lobo gruñó con desprecio en su mente.«Zorra.»La palabra resonó con un tono gélido y repulsivo.Briella, sin embargo, no se inmutó.Se deslizó un paso hacia él, con una sonrisa insinuante y una mirada que recorrió su torso desnudo. Trazó con los ojos cada línea de los tatuajes sobre su piel, la forma firme de sus músculos.Ragnar era fuerte, sí, pero Zayden... Zayden era otra cosa. Era más letal. Más dominante. Más... tentador.—Solo quiero que te sientas bien —dijo en un susurro meloso, cargado de intenciones—. ¿Qué puedo hacer por ti?Zayden apenas la miró.Su expresión era de puro desdén. Su lobo quería alejarse, al igual que él, pero se quedó inmóvil, dejándola desnudarlo con la mirada. Le acababa de quedar más que claro que Briella era una put4 descarada.—¿Ragnar te envió a mi cama? —preguntó cortante.Ella parpadeó, sorprendida, y el color en su rostro vaciló por un segundo.—No… no es así…
C11- NO SOY COMO TU EX.Zayden no le dio oportunidad de retroceder. En un solo movimiento la atrajo contra su cuerpo, sujeta, atrapada, su boca reclamando la de ella con una intensidad que hizo que el mundo se difuminara. Su lobo interior rugió, satisfecho. Y Odette se quedó inmóvil un segundo antes de ceder, su cuerpo respondiendo con una necesidad que ni siquiera sabía que podía sentir.El beso se volvió más profundo, más hambriento. Zayden la giró con facilidad, presionándola contra la pared, acunando su rostro entre sus manos grandes y firmes. Su pulgar acarició su mejilla, y su otra mano descendió por su espalda, atrayéndola más, asegurándose de que no quedara ni un centímetro de distancia entre ellos. Odette sintió el calor recorrerla como un incendio, cada fibra de su ser gritando que esto era correcto, que lo quería.Pero de repente el nombre de Ragnar cruzó su mente, y con él llegaron los recuerdos. La traición. El dolor. La sensación de haber perdido algo que nunca podr
C12- ¿QUÉ ERES?El carruaje tembló de nuevo, y Zayden apretó los puños, sintiendo cómo la bestia dentro de él se agitaba, ansiosa por salir. Sabía lo que estaba en juego. Sabía que si perdía el control, Odette vería lo que realmente era. Lo que él siempre había intentado ocultar.—Quédate aquí —gruñó—. No salgas. No mires.Odette quiso protestar, pero algo en su mirada la detuvo. Era feroz, pero detrás de esa dureza había un dolor profundo, una lucha que no entendía. Antes de que pudiera decir nada, Zayden salió del carruaje y cerró la puerta de golpe.Desde dentro, escuchó los gruñidos, los gritos y el sonido de cuerpos chocando contra el suelo. Quiso asomarse, pero algo en su interior le decía que no debía hacerlo. Que había algo más allá de los lobos. Algo más peligroso.De repente el carruaje se sacudió con violencia, arrojando a Odette contra el respaldo del asiento. El pánico la atenazó, pero también una curiosidad imprudente la impulsó a mirar por la ventana.Lobos salvajes, oj
C13- DECLARACIÓN DE GUERRA.La manada Luna Roja bullía con su rutina diaria. Algunos lobos trabajaban en las forjas, otros se movían por el patio, llevando provisiones o discutiendo asuntos del consejo. En la zona de entrenamiento, los guerreros practicaban con ferocidad, mientras los más jóvenes observaban con admiración.De repente, un centinela apareció corriendo desde la entrada del territorio, su respiración agitada delatando la urgencia del mensaje.—¡El Alfa está de regreso! —anunció.Las palabras recorrieron el lugar como fuego en pólvora. Una loba de cabello rojizo se giró de inmediato, con los ojos iluminados por la emoción.—Zayden… —susurró.Sin dudarlo, alzó su vestido y corrió hacia la entrada del castillo. Su corazón latía con fuerza, estaba ansiosa por verlo. Pero cuando llegó, no era la única esperando.Willow, la prima de Zayden, también ya estaba allí. Vestía sus habituales pantalones oscuros y una camisa de lino, remangada hasta los codos, con un chaleco ceñido a s
C14-SENTIMIENTOS FUERA.Los lobos alrededor contuvieron la respiración. Nadie desafiaba al Alfa así. Pero Zayden no levantó la voz. No necesitaba hacerlo.—¿Desde cuándo necesito tu aprobación? —preguntó.Kendra tragó saliva y no retrocedió. Estaba demasiado herida para obedecer, clavó sus ojos en Odette con hostilidad.—¿De dónde te sacó, Zayden? —escupió—. ¿De una taberna de humanos? ¿O acaso te recogió de la calle como a un cachorro abandonado?Un murmullo incómodo recorrió la manada. Y Odette sintió que su piel ardía bajo el escrutinio, pero mantuvo la cabeza alta. Aunque fuera una recién llegada, no permitiría que la humillaran.—No tengo que darte explicaciones —declaró, sus ojos brillando con una determinación—. Pero lo haré: no soy una humana. Soy una loba guerrera y te convendría no subestimarme.Kendra soltó una risa cortante.—¡Loba guerrera! —se burló—. ¿Pretendes que crea eso? Bien… —continuó y se inclinó hacia ella, el veneno goteando de cada palabra—. Entonces exijo un
C15-SOLO SERÁN SEIS MESES.―Creo que estás loco.Willow estaba sentada frente a su primo, con los brazos cruzados y una expresión seria. El silencio entre los dos se sentía pesado, como si cada segundo aumentara la tensión.—No puedes traicionar el recuerdo de Iridessa —dijo. Su voz era firme, pero no agresiva.Lo miraba directo, esperando que sus palabras hicieran eco en él.Zayden bajó la mirada y dejó escapar un suspiro. Se veía cansado, como si estuviera peleando consigo mismo.—Esto solo es temporal —respondió—. Odette se irá después de que tenga el bebé. Solo tiene que quedarse un tiempo, nada más. No es como si me fuera a enamorar de ella, ya se lo dije a Noah y ahora te lo repetiré a ti. Es la única salida si no queremos que Rodrick sea quien lidere la manada los próximos 100 años.Willow dejó salir un suspiro. Aunque no estaba de acuerdo con las decisiones de su primo, tenía que concederle un punto. La tensión en la manada estaba cada vez peor, desde que su otro primo decidie
C16- ESTÁ ESPERANDOTE.Odette estaba de pie frente al espejo, mientras Willow y las sirvientas trabajaban a su alrededor. El vestido, un diseño delicado y ajustado, descansaba sobre una mesa cercana junto con un conjunto de lencería que parecía más atrevido de lo que ella esperaba. Cuando lo vio, frunció el ceño, pero no dijo nada.Willow, que estaba ajustando los detalles de su cabello lo notó y soltó una risa suave. —¿Qué pasa? ¿Demasiado para ti? —preguntó, con una sonrisa que parecía más burla que simpatía.Odette miró el conjunto nuevamente y luego a Willow. —¿Siempre eres así o es solo conmigo? La pelirroja levantó una ceja, claramente entretenida. —¿Así cómo?—Así de… molesta —respondió Odette. Luego, su tono se volvió más serio—. ¿Es porque crees que voy a ocupar el lugar de la primera compañera de Zayden?La pregunta hizo que Willow se quedara en silencio por un momento, sus manos se detuvieron. No respondió de inmediato, pero cuando lo hizo, su tono fue más bajo, casi co
C17- RECLAMADA POR EL ALFA.La puerta cedió y Zayden cruzó el umbral como un depredador que finge desinterés, pero sus pupilas se dilataron al instante: allí estaba Odette, sentada frente al tocador, con los hombros tensos y los dedos enredados en su propio reflejo.«Mírala», rugió su lobo. «Quiere escapar… pero también quiere que la atrapes.»Él lo silenció y, en cambio, cerró la puerta detrás de él. Se aclaró la garganta antes de hablar.—Cumpliré mi parte y me iré —dijo, dando un paso, luchando con su autocontrol—. No voy a quedarme a pasar la noche.Odette asintió, pero por dentro, cada músculo le ardía. Ella se puso de pie y Zayden no pudo evitar admirar la sensual bata. Aquel maldito tejido se pegaba a cada una de sus curvas, lo que lo hizo tragar saliva con furia.«Desátalo. Un tirón y sería tan fácil…» Su lobo no le daba tregua.Odette comenzó a caminar hacia él lentamente, y él notó cómo su garganta se movía al tragar.—Está bien —susurró ella—. No estoy pidiendo que lo hagas