Ángel
—¿Dónde trabaja Mae? —pregunto a la chica de la recepción quien me mira con el ceño fruncido.
—Segundo piso —asiento y voy directo al elevador, pero hay demasiada gente así que decido ir por las escaleras.
Al recorrer los pasillos percibo que hay bastante gente a pesar de que ya casi es hora de cerrar. Miro el enorme número dos en unos vitrales. Y es cuando la veo... mi cuerpo y mi mente se tranquilizan de inmediato. Ella está aquí y es cuando un hombre con bata blanca se acerca a ella, está demasiado cerca, le sonríe... ¿por qué le sonríe?
Cruzo el vitral y Mae rápidamente mira en mi dirección, tiene los ojos bien abiertos y se ha sonrojado, es sumamente hermosa.
—Ángel... —carraspea y sonríe de forma débil—. Yo...
—Bien Mae... entonces te e
MaeNo puedo creer que haya renunciado a mi trabajo de hace años por… Ángel. Tal vez mañana me arrepienta de haberlo hecho, pero en mi mente solo escuchaba "hazlo". Es una estupidez, me siento como una jodida adolescente perdida en el chico popular de la escuela… sin embargo, lo he hecho.¿Qué voy a decirle a Daniel ahora?, tu mamá se ha puesto como una adolescente caliente y ha caído... mierda no he caído, no de nuevo. Trato de alejar esos pensamientos de mi mente y concentrarme en él. Me ha dicho que tengo un nuevo trabajo, no pienso vivir de su dinero, necesito indagar sobre ese extraño comportamiento y encontrar que hay detrás de ese enorme peleador. Me ha dicho que tiene problemas, que todos los peleadores los tienen, bueno que va, sé que Daniel los tiene pero… ¿esto no será peligroso o si?No puedo dejar de mirarlo, desde el
Ángel Mae cocina delicioso. Jamás había probado comida así y eso que mi madre es buena en la cocina. Hemos terminado de comer y Mae ha dicho que limpiará un poco así que tomo asiento con Daniel frente al televisor. Comenzamos a hablar sobre técnicas, peleadores y coloca un par de peleas en YouTube. El chico es muy bueno solo que no quiero hacercelo saber o dejará de esforzarse con el resto de compañeros. Son las 8 de la noche y ambos estamos por caer rendidos cuando el chico anuncia que va a dormir. —Buenas noches entrenador —dice golpeando mi piño —Descansa Daniel —y lo escucho desearle buenas noches a su madre. Mis ojos se están cerrando casi por inercia, creo que es el olor de Mae que ronda por toda la casa que me hace relajarme de manera inmediata. —¿Cansado? —escucho su voz y abro los ojos que siento sumamente pesados —A dormir —digo casi en un balbuceo y escucho su risa, me toma de la mano y juntos subimos por l
MaeDespierto totalmente descansada y al recordar que es Jueves me apresuro a ver la hora.—Mierda… —digo al ver que son las 7:50 am, pero al instante recuerdo que ayer he renunciado a mi trabajo. Me siento en la orilla de la cama y puedo percibir que aún huelo a Ángel.Me pongo de pie y voy al baño, me deshago de la ropa y empujo mi cuerpo a la ducha. No tardarán en llegar y no he preparado el desayuno. Siento como el agua recorre mi piel y eso me relaja bastante pero no pierdo más tiempo y enjabono cada parte de mi cuerpo y después esparzo un poco de shampoo para terminar por dejarlo caer con el agua. Salgo de la ducha y quito el agua de mi piel con ayuda de la toalla y recojo mi cabello con otra más para pasar corriendo por el pasillo hasta llegar a mi cuarto.Tomo un vestido liso de color negro que hace tiempo quería lucir y lencería del mismo color a juego. Me
ÁngelAparcamos en un parque cercano y dudo un poco en si deberíamos de tener esta plática o no, pero bueno esto es necesario. Bajamos del auto y caminamos hasta llegar a una de las bancas cercanas. Mae mira a nuestro alrededor y es cuando podemos ver un para de niños jugando en la resbaladilla.—¿Listo? —pregunta de manera relajada y yo niego—La verdad es que no, yo no suelo hablar al respecto, pero supongo que para ti esta atracción ha sido un tanto extraña —tomo su mano y puedo sentir que está un poco sudadas.—Lo es, pero todo lo que tu eres resulta algo agobiante —alzo ambas cejas y bufo—No es la primera vez que escucho esto —Mae me toma la mano con ambas manos—No, no quiero decir que…—Sé lo que quieres decir —niega de nuevo—. No te equivocas, como te dije ayer yo…
MaeSubimos al auto después de la plática e iniciamos el camino a casa. No puedo negar que mi mente va a mil por hora, apenas puedo creer que he vuelto a ver a César. Siento que lo que me ha dicho es mucho más confuso de lo que puedo procesar en este momento, Daniel estuvo a punto de conocer a su padre... ausente, pero al final es su padre. Solo espero no estarme segando, por él, por su físico, por mi necesidad de amar, por esta extraña atracción.—Daniel va muy bien en los entrenamientos —dice de manera seria y asiento—Me alegra y sobre todo que este tipo de entrenamientos lo dejan con menos tiempo para reunirse con esos chicos… —digo mirando por la ventana.—Te han dado problemas —niego—No, siempre se mantienen al margen pero siempre existe el miedo… como madre —lo miro asentir y justo da vuelta por nuestra calle. Aparc
MaeAmbos se han ido a entrenar, de hecho están a punto de llegar, he terminado de preparar la cena. Aun me siento algo intranquila por lo sucedido con ambos, no sé si estoy capacitada para superar esta situación, para entender a Ángel, para comprender que Daniel ya no es un niño.Tomo el té de manzanilla que me he preparado y voy hacia mi habitación, a pesar de que no es muy tarde mis ojos pesan y estoy casi segura que en poco tiempo terminaré dormida. No tengo mucho apetito así que aprovecho y voy a recostarme. Tomo el último sorbo del té cuando coloco la taza en la mesita de noche y cierro los ojos. Mi cuerpo se siente sumamente cansado, la cabeza duele un poco y tengo esa extraña sensación cuando crees que vas a caer resfriado.Escucho un par de pasos, luego como se hunde el colchón y el olor de Ángel. Tengo mucho frío su cal
MaeCuando por fin termino de lavar los platos utilizados para hacer la cena mis piernas duelen, necesito un baño y hace calor a pesar de que el aire acondicionado está encendido. Ángel y Daniel miran en el televisor un juego de béisbol cuando escucho que un móvil suena.—Si... no, no iré a casa, sí estoy aquí —luego un silencio—. Adiós.Me inclino un poco hacia la sala de estar y todo sigue igual, solo Ángel teclea un par de cosas en el móvil que luego deja a un lado.Me dirijo hacia el baño debido a que ya no puedo más con el calor y me deshago de la ropa. Abro la llave del agua fresca y esta de inmediato cae a mis espaldas... es tan relajante, cierro los ojos y mi cuerpo se afloja, hoy fue un día... de locura, una total locura.Tomo un poco de champú y lavo mi cabello, luego mi cuerpo, luego escucho la puerta.<
MaeSiento mi cuerpo sumamente cansado, pero totalmente satisfecho. No hay nadie en la cama, miro el reloj y son las 9 de la mañana. Poco a poco me siento en el colchón, estoy deshecha y húmeda aún, sonrío… siento mi sexo palpitar.Tomo el camisón que traía hace un par de horas y la misma lencería, no quiero deshacerme de su olor nunca. Voy hacia la cocina y comienzo a preparar un par de huevos y pan tostado, escucho la puerta y el corazón se me alborota.—Buenos días mamá —dice Daniel acercándose a mí y besándome la frente.—Buenos días hijo —pero Ángel no aparece.—Ah… Ángel dijo que revisaras tu móvil —asiento y sirvo el desayuno de Daniel, después voy por el móvil y lo enciendo, son dos mensajes.De: Ángel (8:45am)