Mae
Siento mi cuerpo sumamente cansado, pero totalmente satisfecho. No hay nadie en la cama, miro el reloj y son las 9 de la mañana. Poco a poco me siento en el colchón, estoy deshecha y húmeda aún, sonrío… siento mi sexo palpitar.
Tomo el camisón que traía hace un par de horas y la misma lencería, no quiero deshacerme de su olor nunca. Voy hacia la cocina y comienzo a preparar un par de huevos y pan tostado, escucho la puerta y el corazón se me alborota.
—Buenos días mamá —dice Daniel acercándose a mí y besándome la frente.
—Buenos días hijo —pero Ángel no aparece.
—Ah… Ángel dijo que revisaras tu móvil —asiento y sirvo el desayuno de Daniel, después voy por el móvil y lo enciendo, son dos mensajes.
De: Ángel (8:45am)
MaeEl tiempo pasa y decido que es hora de ponerme de pie. Tengo que hacerlo, es suficiente. He salido de cosas peores.Tomo un par de mayas deportivas y una blusa de mangas cortas, me coloco zapatillas deportivas y voy hacia la cocina para tomar un vaso de agua. Mi teléfono vibra, voy hacia él y miro un sinfín de mensajes y llamadas de Ángel, ni siquiera quiero leerlos así que elimino las notificaciones y voy hacia la llamada de Daniel, marco su número y escucho el timbre cuando él contesta.—Iré con mis amigos a… dar una vuelta, ¿está bien? —supongo que debe de estar demasiado aturdido por lo que pasó.—Está bien, cuídate Daniel, por favor y llama —contesta afirmativamente y luego termina la llamada, tomo mis llaves y voy hacia mi auto. Yo tampoco quiero estar aquí. Por una extraña razón quiero salir de
Ángel.No puede estar pasando esto, no pude haberla perdido. Ella es mía. Doy vueltas por el pasillo y llamo de nuevo, luego vuelvo a llamar y nadie responde. Tecleo el número de Mae pero nadie atiende.—Chico… Daniel, abre la puerta —pero nadie responde. Alguien sube las escaleras, es cuando veo a papá.—Ángel, debemos irnos, llamarán a la policía.—No me importa, escucha papá no me importa, ella no quiere verme y yo no puedo estar sin ella, no puedo dormir sin ella, no puedo…—Si puedes Ángel —pero yo niego y vuelvo a llamar a la puerta.—Mae… por favor, ¡Mae! —golpeo más fuerte la puerta y luego veo a mamá.—Ángel… hijo, es suficiente, mañana puedes venir a hablar con ella, ya que esté todo más tranquilo y…—No ma
MaeMe deshago de la camisa y las mayas deportivas, luego del sostén y tomo un camisón de color rosa pálido para colocarlo de pijama. Me siento molesta aún y algo confundida por todo lo que pasó hace un par de minutos, sinceramente no es que quiera tenerlo cerca pero tampoco quiero tenerlo lejos. Escucho como Ángel se deshace de su ropa y luego como se sienta en mi cama. No dice nada y es él quien tiene que hablar, no yo, así que me quedo mirándole detenidamente, sus ojos me recorren de arriba abajo todo el cuerpo y fuera de hacerme incomodar frunzo el ceño y me animo a hablar.—¿Te gustan con más caderas?, ¿o más tetas? —él niega rápidamente y se endereza incómodo.—Mae… te lo he dicho, es la postura que él promotor dijo que…—¿Y siempre haces lo que te dicen?, sobre todo si ti
Mae Vamos de camino hacia el lugar donde Ángel tiene que estar para… no sé muy bien para qué. Conduce con una mano en el volante y con su mano libre sostiene la mía pegada en mi pierna. —Me estoy muriendo de hambre —dice Daniel detrás de nosotros. —Yo también —contesta Ángel justo para dar la vuelta en un bonito restaurante donde es posible observar mesas al aire libre. Rápidamente ubico a la madre de Ángel y a su padre junto a una bonita muchacha, obviamente es su hermana pues es el vivo retrato de su madre. —No me dijiste que veníamos a desayunar con tus padres… —carraspeo y casi de inmediato tomo mi bolso para tomar el labial color rosado y arreglar mi cabello aún húmedo por el baño. —Bueno, no solo es con mis padres, también vendrá el promotor y mi agente, dejaremos claro algunas cosas en este desayuno —pestañeo varias veces y Daniel suelta una carcajada. —Vamos mamá, eso era lo que querías, ajustarle el pantalón a… <
ÁngelAl volver a la mesa donde mi familia nos espera el ambiente sigue muy tenso. Me gustaría que papá se sintiera feliz por mi, por nosotros, pero es demasiado exigente, y le atemoriza que pueda cagarla, como siempre lo hago.—¿Así que… un hombre de familia? —dice empujando el jugo de naranja, ayudo a Mae a terminar de sentarse cuando yo tomo asiento junto a ella y bufo.—Si… ¿no es eso lo que todos aquí quieren?—No se trata de que nosotros queramos eso para ti Ángel… se trata de lo que tu y Mae quieran—. Es mamá la que habla y parece muy tranquila.—Mae lo quiere… —digo apenas cuando mi padre interrumpe—¡Deja que Mae lo diga, Ángel! —dice papá de forma desesperada. Mi chica me mira completamente sorprendida por el papelito que papá está haciendo. Mi ma
MaeEstoy sentada en el bonito sillón de Ángel, me siento furiosa, engañada, no lo sé. Aún tengo en mi mente el rostro de la mujer morena frente a mi, diciendo que ayuda a Ángel con otro tipo de actividades, por Dios, quería arrancarle la cabeza y a Ángel también. Ella ha estado con él, mierda se han acostado, ha estado dentro de ella y ha tocado su cuerpo y… mierda.—Mae —y la ronca voz de Ángel inunda el espacio haciendo que mi mal humor crezca—. Yo… no quería que pasar esto, lo siento…—¿Me llevas a mi departamento o pido un taxi? —digo de la forma más tranquila que puedo. Estoy furiosa, y más con él, ¿qué es tan difícil mantener su bragueta cerrada y sus manos lejos de traseros?—Pero… ¿por qué quieres irte?, te he dicho que lo siento,
MaeEscucho la respiración de Daniel, luego la de Ángel y mis sollozos. Limpio mis lágrimas y voy hacia la cocina. Comienzo a servir la pasta con pollo y crema, luego el pan con mantequilla que ahora parece ser necesario en sus alimentos y una gran ración de verduras.Coloco cada plato en la pequeña mesa, luego la bebida y los cubiertos, además coloco la ración extra de cada uno en pequeños platos. Sin decir una palabra me dirijo hacia mi habitación. Quiero estar sola, necesito estar sola.Dejo caer mi cuerpo en el colchón y lo cubro con una sábana delgada. Y sigo llorando, el día que tanto temí llegó, Daniel lo conoce, sabe quién es y como luce, conoce el rostro de esa persona que tanto daño me hizo.Después está Ángel… con todas sus aventuras y su insistente propuesta de formar una vida juntos. ¿Qu&e
Ángel Siento su cuerpo a mi lado… mi Mae. La abrazo fuerte, no quiero dejarla ir… nunca, ella tiene que ser mía siempre. —Ángel, me aplastas —dice pegada a mi cuello. —Lo siento, me gusta sentirte —beso su frente, sus pequeños dedos recorren mi pecho. Me encanta tenerla para mí, desnuda y… —En 10 minutos tenemos que estar en el gimnasio —dice Daniel detrás de la puerta de la habitación. —Va —digo aún recostado y con Mae en mi regazo. —Tu padre se molestará —dice sentándose en el colchón, sus abundantes senos se contornean con sus leves movimientos. —Siempre se molesta… quiero estar contigo de nuevo —Mae vuelve su mirada hacia mi y suelta una sonrisa traviesa. —Ya vístete —se pone de pie y miro como busca ropa en su armario. Cubre sus pechos con un top deportivo y pasa sus bragas hábilmente por sus piernas. Es cuando se gira un poco y toma mi camisa del suelo y la lanza en mi dirección aterrizando en mi rostro—.