Ángel.
No puede estar pasando esto, no pude haberla perdido. Ella es mía. Doy vueltas por el pasillo y llamo de nuevo, luego vuelvo a llamar y nadie responde. Tecleo el número de Mae pero nadie atiende.
—Chico… Daniel, abre la puerta —pero nadie responde. Alguien sube las escaleras, es cuando veo a papá.
—Ángel, debemos irnos, llamarán a la policía.
—No me importa, escucha papá no me importa, ella no quiere verme y yo no puedo estar sin ella, no puedo dormir sin ella, no puedo…
—Si puedes Ángel —pero yo niego y vuelvo a llamar a la puerta.
—Mae… por favor, ¡Mae! —golpeo más fuerte la puerta y luego veo a mamá.
—Ángel… hijo, es suficiente, mañana puedes venir a hablar con ella, ya que esté todo más tranquilo y…
—No ma
MaeMe deshago de la camisa y las mayas deportivas, luego del sostén y tomo un camisón de color rosa pálido para colocarlo de pijama. Me siento molesta aún y algo confundida por todo lo que pasó hace un par de minutos, sinceramente no es que quiera tenerlo cerca pero tampoco quiero tenerlo lejos. Escucho como Ángel se deshace de su ropa y luego como se sienta en mi cama. No dice nada y es él quien tiene que hablar, no yo, así que me quedo mirándole detenidamente, sus ojos me recorren de arriba abajo todo el cuerpo y fuera de hacerme incomodar frunzo el ceño y me animo a hablar.—¿Te gustan con más caderas?, ¿o más tetas? —él niega rápidamente y se endereza incómodo.—Mae… te lo he dicho, es la postura que él promotor dijo que…—¿Y siempre haces lo que te dicen?, sobre todo si ti
Mae Vamos de camino hacia el lugar donde Ángel tiene que estar para… no sé muy bien para qué. Conduce con una mano en el volante y con su mano libre sostiene la mía pegada en mi pierna. —Me estoy muriendo de hambre —dice Daniel detrás de nosotros. —Yo también —contesta Ángel justo para dar la vuelta en un bonito restaurante donde es posible observar mesas al aire libre. Rápidamente ubico a la madre de Ángel y a su padre junto a una bonita muchacha, obviamente es su hermana pues es el vivo retrato de su madre. —No me dijiste que veníamos a desayunar con tus padres… —carraspeo y casi de inmediato tomo mi bolso para tomar el labial color rosado y arreglar mi cabello aún húmedo por el baño. —Bueno, no solo es con mis padres, también vendrá el promotor y mi agente, dejaremos claro algunas cosas en este desayuno —pestañeo varias veces y Daniel suelta una carcajada. —Vamos mamá, eso era lo que querías, ajustarle el pantalón a… <
ÁngelAl volver a la mesa donde mi familia nos espera el ambiente sigue muy tenso. Me gustaría que papá se sintiera feliz por mi, por nosotros, pero es demasiado exigente, y le atemoriza que pueda cagarla, como siempre lo hago.—¿Así que… un hombre de familia? —dice empujando el jugo de naranja, ayudo a Mae a terminar de sentarse cuando yo tomo asiento junto a ella y bufo.—Si… ¿no es eso lo que todos aquí quieren?—No se trata de que nosotros queramos eso para ti Ángel… se trata de lo que tu y Mae quieran—. Es mamá la que habla y parece muy tranquila.—Mae lo quiere… —digo apenas cuando mi padre interrumpe—¡Deja que Mae lo diga, Ángel! —dice papá de forma desesperada. Mi chica me mira completamente sorprendida por el papelito que papá está haciendo. Mi ma
MaeEstoy sentada en el bonito sillón de Ángel, me siento furiosa, engañada, no lo sé. Aún tengo en mi mente el rostro de la mujer morena frente a mi, diciendo que ayuda a Ángel con otro tipo de actividades, por Dios, quería arrancarle la cabeza y a Ángel también. Ella ha estado con él, mierda se han acostado, ha estado dentro de ella y ha tocado su cuerpo y… mierda.—Mae —y la ronca voz de Ángel inunda el espacio haciendo que mi mal humor crezca—. Yo… no quería que pasar esto, lo siento…—¿Me llevas a mi departamento o pido un taxi? —digo de la forma más tranquila que puedo. Estoy furiosa, y más con él, ¿qué es tan difícil mantener su bragueta cerrada y sus manos lejos de traseros?—Pero… ¿por qué quieres irte?, te he dicho que lo siento,
MaeEscucho la respiración de Daniel, luego la de Ángel y mis sollozos. Limpio mis lágrimas y voy hacia la cocina. Comienzo a servir la pasta con pollo y crema, luego el pan con mantequilla que ahora parece ser necesario en sus alimentos y una gran ración de verduras.Coloco cada plato en la pequeña mesa, luego la bebida y los cubiertos, además coloco la ración extra de cada uno en pequeños platos. Sin decir una palabra me dirijo hacia mi habitación. Quiero estar sola, necesito estar sola.Dejo caer mi cuerpo en el colchón y lo cubro con una sábana delgada. Y sigo llorando, el día que tanto temí llegó, Daniel lo conoce, sabe quién es y como luce, conoce el rostro de esa persona que tanto daño me hizo.Después está Ángel… con todas sus aventuras y su insistente propuesta de formar una vida juntos. ¿Qu&e
Ángel Siento su cuerpo a mi lado… mi Mae. La abrazo fuerte, no quiero dejarla ir… nunca, ella tiene que ser mía siempre. —Ángel, me aplastas —dice pegada a mi cuello. —Lo siento, me gusta sentirte —beso su frente, sus pequeños dedos recorren mi pecho. Me encanta tenerla para mí, desnuda y… —En 10 minutos tenemos que estar en el gimnasio —dice Daniel detrás de la puerta de la habitación. —Va —digo aún recostado y con Mae en mi regazo. —Tu padre se molestará —dice sentándose en el colchón, sus abundantes senos se contornean con sus leves movimientos. —Siempre se molesta… quiero estar contigo de nuevo —Mae vuelve su mirada hacia mi y suelta una sonrisa traviesa. —Ya vístete —se pone de pie y miro como busca ropa en su armario. Cubre sus pechos con un top deportivo y pasa sus bragas hábilmente por sus piernas. Es cuando se gira un poco y toma mi camisa del suelo y la lanza en mi dirección aterrizando en mi rostro—.
MaeColoco los jeans en una pila de ropa y agradezco que ya haya terminado la cena para poder dedicarme a separar la ropa de invierno y verano, mis cremas de cuerpo y rostro, los libros y demás cosas para solamente ubicarlos en las cajas que Ángel traerá en poco tiempo. De hecho ya deberían de estar aquí, hace tiempo que terminaron el entrenamiento.Como invocándolos el seguro se libera y escucho a Daniel relatar su pelea.—Pero es lento, bueno… yo soy superior claramente —llega hasta donde estoy y me besa la frente para colocar su mochila y un par de tapaderas grandes—. Hola mamá, ¿necesitas ayuda?—Claramente, ¿han traído las…? —Ángel aparece con una pila de cajas de plástico.—No sé si sean suficientes —asiento divertida—No tenemos tanto… —las coloca en el suelo y v
MaeDespués del único entrenamiento del día hemos pasado a llevar nuestras cosas a la nueva casa. Me siento algo extraña por mudarme así y le sorprendió bastante al señor John que hayamos liquidado, pero que puedo decir, todo ha sido sumamente sorprendente desde que Ángel ha llegado a mi vida.Daniel y Ángel con ayuda de Lois y Martin han logrado transportar todas y cada una de nuestras cosas y colocarlas en la casa para desempacar. La odisea comenzó a la hora de desempacar y acomodar, la verdad es que apenas conseguí desempacar los utensilios de cocina para poder preparar la cena, y esto me ha llevado bastante tiempo, pero tuve mi recompensa.Los padres, Lucy y la abuela de Ángel, Maya han llegaron puntuales, se mostraron muy felices de tenernos aquí y me han hecho sentirme muy cómoda en el circulo. Uno siempre piensa que al ser madre soltera bien pueden d