El psicólogo se despidió de Arantza y se retiró de la habitación con un gesto de reverencia ante ella. Esta quedó pensativa y preguntándose por qué no lo conoció antes, seguro que nada de esto le hubiera pasado. Estaba reflexionando sobre esto, cuando entró su hermano Marcos.—Buenos días, Arantza ¿Cómo te sientes? —preguntó él acercándose a ella abrazando y besando su frente.—¡Bien! Y lista para irme —respondió ella, más tranquila.—¡¿Sí?! ¿A la mansión? —Preguntó Marcos con una amplia sonrisa.—¡Gloria a Dios! —Gritó ella emocionada, abrazando de nuevo a su hermano— ¿Cómo lo conseguiste? ¿Y Angélica? —cuestionó esta.—Con ella hay más protocolos, en todo caso ya le avisé. Por eso me vine para acompañarte junto con el funcionario que será tu custodio en la mansión. A Angélica, la trasladan más tarde. Allá, quedaron dos de los abogados asegurándose que se cumpla hoy mismo, la medida —explicó él para que ella, no perdiera la calma.—¡Dios mío, hermanito! ¡Gracias, gracias! Por todo l
Don Kelvin, quien había acompañado a Mateo y a Adriana desde la sala de espera de la Clínica, tocó la puerta muy suavemente, lo cual no fue escuchado por ellos. Este, emocionado y ansioso por la espera, los interrumpió, cuando la abrió…—¡Ejem, ejem! —con un carraspeo, hizo que ellos se separaran, quienes sonrieron, al ser sorprendidos por él.—¡Adelante! —anunció Mateo con una sonrisa amplia de felicidad, pero sin moverse de donde estaba sentado para seguir apoyando a Adriana, mientras amamantaba a la bebé.—¡Felicitaciones, a los dos! Es una hermosa princesa —declaró este también emocionado y acercándose a la niña.—¡Gracias, Don Kelvin! —respondió Adriana complacida de ver que estaba ahí, como cuando nació Mateo. Ella, en un acto involuntario se tapó más el seno.Este, colocó sobre una mesita los presentes que había traído para Abryl. Estaba tan feliz, que sentía la necesidad de confesar a Adriana que era su padre. No obstante, sacudió este pensamiento y decidió esperar el momento
Y así pasaron esa noche en la clínica, tranquilos. La niña, solo despertaba cuando le tocaba la hora de su comida. Mateo, para estar pendiente de ellas, no durmió. Estuvo, toda la noche en vigilia aun cuando ellos estaban en una suite especial y la cama era amplia.Al siguiente día, los tres salieron de la clínica y los hijos de Marcos hicieron un video para proyectarlo cuando su prima cumpla sus quince años. Al decir esto, todos sonrieron. Marcos, su esposa y sus hijos, estuvieron con ellos, por tres días más.El día que partieron a Ciudad El Dorado, Luisa llegó de visita a la mansión cargada de regalos, tanto para Mateo como para Abryl. Ella, sintiéndose un poco avergonzada, entró con temor. Sin embargo, el recibimiento que le hicieron, rompió el hielo y las dudas que ella pudiera sentir.Mateo, prefirió alejarse y dejar a estas solas, para que conversaran tranquilamente y sobre todo para evitar cualquier malentendido de parte de Adriana, si se acercaba a Luisa. Este, comprendió que
Arantza sintió tristeza y pesar al ver al psicólogo Mauricio Rincón, acompañado de una afamada modelo en una de las redes sociales. Esta, lo estaba abrazando y se encontraba apoyada sobre su pecho.Según la fuente, eran una de las parejas más estables en el medio. Ella, de inmediato devolvió el celular a su hermana y solo le dijo:—¡Gracias! A final de cuentas, en ningún momento él me dijo o me dio a entender algo. Fui yo quien se ilusionó —aseveró ella.»Por favor, hermana ¿podrás recordarme mañana para hablar con Marcos y que él se encargue de plantear a Diego, que me busque otro psicólogo? Prefiero alejarme de este.—Sí, hermanita. Nosotras ya no estamos para volver a equivocarnos, creo que será mejor concentrarnos y poner toda nuestra atención en el proyecto que tenemos —agregó Angélica, triste. Le dolía ver el rostro de infelicidad de su hermana. Pero, no podía quedarse callada.—Sí, y por mí no te preocupes, esto no era nada definitivo —respondió Arantza.—Ya sabes cualquier co
—Jefe, sé que soy el encargado de todo lo que ocurre en la empresa, cuando usted no está, no tengo excusa alguna que valga. Lamentablemente, hubo algún descuido de mi parte y por eso pasó lo que pasó —exclamó su asistente.—¿Podrías tranquilizarte? —Cuestionó Mateo, haciendo un gesto con su mano abierta, en posición horizontal, moviéndola hacia abajo— Ahora, ¿podrías explicarme, qué pasó?—En la construcción del nuevo centro comercial se han estado robando los materiales. Nos dimos cuenta, porque uno de los propietarios del proyecto, paso en horas de la madrugada, hace dos noches y le llamó poderosamente la atención, que salieran camiones cargados de material de la construcción a esa hora.—¿Y el personal que habitualmente vigila nuestras obras? ¿Qué pasó? —preguntó Mateo, serio, con una mirada fría.—Los despidieron por faltar mucho, por pequeñas pérdidas de material, por incumplimiento en las normas de seguridad y en fin, al parecer, alguien interesado en sustituir todo el personal
Al día siguiente, a primera hora Mateo se reunió con los abogados para definir las acciones a tomar. Contaba con la declaración del propietario de uno de los locales en construcción, quien además tenía un vídeo inédito sobre esto.Aunado a estas pruebas, estaban los videos de los locales vecinos en donde se apreciaba claramente la salida de los camiones cargados con la mercancía en la madrugada. Mateo entró a la delegación escoltado por sus custodios y por sus abogados.Obviamente, esto provocó una gran movilización del personal y con ello la atención de los medios de comunicación que ahí se encontraban. Sus escoltas no permitieron que los periodistas se acercaran a él y les explicara su presencia en dicha institución.No obstante, hubo noticieros que en vivo trasmitían directamente su llegada y el número de personas que lo acompañaban, dando a entender que al parecer el billonario y magnate de la industria de la construcción como de otros servicios, estaba siendo investigado por algú
Angélica, estaba como desubicada, realmente no se imaginó que él, precisamente le visitara en estos momentos. Es más, no creía que lo volvería a ver. Aunque, ellos terminaron su relación en buenos términos.—¡Me alegro que estés bien! —comentó Diego— Vine, para decirte que aquí estoy, cuentas conmigo para lo que sea. Me gustaría visitarte más seguido ¿si no hay problemas? ¿Tienes novio? —preguntó él con temor a su respuesta.—¡No, no tengo novio! Y si, puedes visitarme cuando quieras. Seguramente, ya sabes que cometí muchos errores, por los cuales estoy pagando esta condena. Estoy, bajo libertad vigilada junto con Arantza —explicó ella, también con temor de que no vuelva.—Sí, desde que llegue he mantenido contacto con Marcos y Mateo —le confesó él.—¡Ah, ok! —comentó ella triste, porque nunca la visitó.—Ellos, me contaron lo que pasó la noche que recibí a Arantza en el hospital —aclaró él pasando su mano por el cabello de ella, acercándose más a su ex novia.»Cuando le comenté a Ma
«Diego es muy apasionado, recuerdo que cuando estuvimos juntos me confesó que lo que más le encantaba de mí después de mi cuerpo, eran mis besos. Entonces, no entiendo por qué se fue», pensó Angélica con tristeza.Respirando y exhalando el aire profundamente, subió a su recámara, buscando en su closet los álbumes donde guardaba parte de sus recuerdos. El resto los tiene grabados en su corazón. Él, ha sido su único y gran amor. Nunca lo pudo olvidar.«¡Dios, Diego! ¿Por qué volviste? ¿Por qué encendiste de nuevo esta hoguera? Ya este fuego lo había apagado, lo fui haciendo poco a poco», reflexionó con tristeza ella y dejando que sus ojos se inundaran de lágrimas.¡Toc, Toc! —sonó la puerta.—Entra, hermana —contestó ella secándose las lágrimas.—¡¡Bueeeno!! ¡Cuéntame! ¡Anda no seas mala, dime! —exigió Arantza halando a su hermana de la cama por un brazo para que se sentara y le contara lo que había pasado con Diego.—¡Nada! —respondió Angélica con una leve sonrisa, ocultando su tristez