Al día siguiente, Kloe evitó salir de su habitación a toda costa, no quería ver a Oliver y que este le preguntara sobre su plan, quería esperar para tomar una decisión, sobre todo después de lo que Tom pudiera averiguar. Tom llegaría en la noche y tendría información extra para ayudarla a tomas la decisión correcta, de eso estaba segura, su huida sería pronto y viviría en un buen lugar para tener a su hijo en libertad.Kloe también sabía que todavía no podía cantar victoria, pero hasta ahora sentía que había tomado una buena decisión.La hora de la visita habitual se acercaba, con esto él corazón de Kloe se aceleraba, con cada día que pasaba la relación se consumaba un poco más, lo que ambos querían, ya solo era cuestión de tiempo para huir de la mansión Harper y poder seguir recorriendo un largo camino juntos.— ¿Dónde estás Tom?— se preguntaba Kloe en su mente, apenas se pasaba cinco minutos de la hora habitual y aunque esto no era motivo para preocuparse, ella presentía que al
Oliver no era precisamente más pequeño que Tom, en realidad, en el tema de estatura estaban muy parecidos, pero al sentirse maniatado tan fácilmente por él, el niño Harper no quiso intentar nada más en contra del trabajador de su padre. En su interior sentía el deseo de golpearlo, no solo por irrumpir de esta manera en sí habitación, su frustración más grande era que le arruinara sus planes, sin saber como se había enterado, pero era obvio que George ya estaba enterado de cuales serían sus próximos movimientos. — Ella confía en ti y aunque sigo sin estar muy convencido yo también debo hacerlo, sobre todo si quiero sacarla de aquí lo más pronto posible.— reveló Tom, dejando aún más desconcertado a Oliver, se suponía que estaba al lado de George, no apoyando a Kloe o en su caso enamorado ciegamente por ella.— ¿Qué quieres decir con eso?— preguntó Oliver, no entendía lo que pasaba, primero su entrada de una forma muy extraña en su habitación, después escuchaba esto.— Soy
— No tiene sentido lo que me dice del joven Tom, él juró frente a mí que la liberaría de todo esto, además, en sus ojos podía ver lo enamorado que está de usted, no puede ser que se haya olvidado de esta manera.— decía Marta, no podía entender lo que le había dicho Kloe, ¿Cómo podía desaparecer después del primer beso?— Es lo que ha ocurrido, yo también creía eso, pensé que sí estaba enamorado de mí, pero ya pasó una semana de eso.— repetía Kloe, sintiendo un vacío en su pecho, ella no quería creer que eso fuera verdad.— mañana me iré de aquí, no puedo perder esta oportunidad que me ha dado Oliver.— Eso también me preocupa demasiado, el joven Oliver está corriendo mucho peligro al hacer esto, si algo le llegara pasar...— expresaba Marta, a pesar de que ella también deseaba que Kloe huyera de las garras de los Harper, preferiría que fuera sin correr tantos riesgos.— Soy consciente de esto, por eso le he dicho que no varias veces, pero él ha insistido en hacerlo, dice
Llegaba la hora de la verdad, el momento por el cual Kloe tanto había soñado, la oportunidad que tanto añoraba para huir de las manos de un verdadero bastardo. Todo saldría bien, sobre todo al saber que Tom y Oliver estaban trabajando juntos para liberarla, aunque esto no solo eran buenas noticias, sería muy difícil para Kloe romper uno de esos corazones que tanto hacían y sacrificaban por ella.Era difícil de comprender la forma en la cual dos hombres como ellos se habían enamorado ciegamente de Kloe, sobre todo al estar embarazada, esa era una relación difícil de llevar, sobre todo por la sociedad, que aprovechaba cualquier cosa para siempre criticar e intrometerse en asuntos que no le competen. Esto aplicaba más que todo para Tom, pero para Oliver era mucho más difícil y así él no lo viera, sobre todo con las advertencias de Kloe, su relación jamás podría ser, jamás podría funcionar, ¿Cómo Kloe podría explicarle a su hijo que el hombre que lo crio como su padre en realidad es su h
Fue un abrazo muy fuerte, muy sentido para ambos, desde que Kloe empezó a confiar en Oliver, se dio cuenta de la extraordinaria persona que era, haciendo que toda esta situación se convirtiera en algo difícil de hacer.— Descuida, no tienes nada porque disculparte, en cuestiones de amor siempre fui un ciego, bueno, ya sabes lo que ocurrió entre la esposa de Martial y yo, ahora entiendo que eso no puede volver a ocurrir nunca más, así mi corazón se empeñe en repetirlo.— respondió Oliver, sosteniendo la mano de Kloe, entendiendo que este podría ser su último encuentro, tenía decidido irse del país de inmediato, era cuestión de tiempo antes de que su familia se volviera loca buscándolo.— tienes la oportunidad de hacer feliz a una mujer maravillosa, espero que la sepas aprovechar.— se refería esta vez Oliver a Tom, quien también extendió su mano, ya todo estaba claro, Kloe lo había elegido a él y no había necesidad de seguir con la misma confrontación.— Eso lo tendré siempre pres
Solo para confirmar lo que ya estaba claro, Martial terminó de revisar toda la habitación, Kloe no estaba por ningún lado y era imposible que se estuviera ocultando en algún lugar de la mansión, por más grande que esta fuera, los más de quince trabajadores que la buscaban ya debían de haberla encontrado. En medio de todo lo que Martial sentía, vio algo raro en el closet y cuando entró en él, terminó de confirmar lo que no sabía cómo podría explicarle a su padre, faltaban algunas pocas prendas de su madrastra, lo suficiente como pasar un par de días afuera de la casa.— Maldita seas Kloe, pero si crees que arruinaras mis planes, estas totalmente equivocada.— masculló Martial, viendo la bailarina de oro con curiosidad, este no era el tipo de adornos que su padre colocaría en su habitación. — Jefe, no está, hemos buscado en cada rincón de la casa, pero…— intentó decir uno de los jardineros más leales a la familia.— Ya lo sé, ve a buscar a quien esté a cargo de la seguridad
En algún otro lugar de la ciudad, bien escondidos, esperaban ellos, Kloe se relajaba un poco después de tanta incertidumbre, habían sido momentos de mucha angustia metida en el maletero de Oliver, pero ahora podía decir que era libre, al fin libre, ni siquiera sus padres podían estar por encima de ella para decirle todo lo que debía hacer en su vida. Tom solo la apreciaba desde lejos, le daba su espacio, tampoco era nada cómodo estar prácticamente viviendo con un nuevo hombre así, de la nada, como si llevaran años conociéndose, este también sería un proceso lento y él estaba dispuesto a hacer todo de la manera correcta. — ¿Tienes hambre?— le preguntó Tom al acercarse a ella, seguía con la misma ropa, la acomplejaba mostrar demasiado un embarazo que no era de él, Kloe estaba segura de que esto sería un problema. — La verdad, no, pero debo comer igual, han sido días bastante difíciles y mi bebé no debe pagar solo por ello.— respondió Kloe, algo nerviosa ahora, estar completam
En la prisión George gozaba de todas las comodidades, entre ellas un teléfono celular conectado a Internet, de donde podía llamar y escribirle a quien quisiera en cualquier momento. Claro, esto no era algo que todos los reclusos podían hacer, solo él como el más adinerado del lugar podía tener estos beneficios.Bastaron hacer solo un par de llamadas para saber a donde se había ido su hijo más problemático, el único que no disfrutaba de ser un Harper, el que George sabía que en algún momento le haría una jugada como esta. — Martial, hijo mío, tengo ubicado a nuestro hombre.— dijo George al teléfono, él sabía que sus conversaciones podían ser escuchadas, así que solo se limitó a decir esto y esperar la pronta visita de sus hijos al lugar.— Entendido papá.— respondió Martial, aunque nunca supo si su padre lo llegó a escuchar.— ¿Qué te dijo?— preguntó Dasha, quien seguía al lado de su hermano, no quería arriesgarse a poner su integridad en juego después de todo. — Debe