Cuando llegaron abajo, Burhan sacó las llaves del auto. Las luces delanteras del deportivo negro parpadearon mientras él abría la portezuela galantemente para ella. Mabel se adentró en el interior y tomó asiento en el lugar del copiloto. Burhan se unió a ella y pronto hizo rugir el flamante auto. Las calles de la ciudad parecían más concurridas que nunca en esa noche. Durante todo el trayecto, Mabel observaba el camino con una mirada fascinada por la ciudad nocturna. Aunque no sabía a dónde la llevaría Burhan, le gustaban las sorpresas y estaba dispuesta a tener paciencia.—¿Hay algún otro lugar en el mundo que te gustaría conocer? —le preguntó de repente Burhan, girando la cabeza hacia ella.—Sinceramente, hay muchos lugares, Burhan... —comenzó a decir —. Pero Italia es uno de los elegidos, además de Francia, África...—¿No has pensado en visitar los Emiratos Árabes? —interrumpió Burhan.—No lo había considerado, suena interesante. Además, es el país de tus padres... En efecto, es un
—Ya no puedo vivir sin ti...—Estás exagerando, no estás muriendo sin mí —respondió la joven con una sonrisa. El hombre suspiró profundamente y luego rió un poco. La joven rodó los ojos.—En serio, ¿cómo te fue hoy?—Nada fuera de lo común, tuve una sesión de fotos, fue un poco estresante pero al final terminé disfrutando de todos los flashes constantes —comentó él con cierto tono de diversión.—Bueno, ¿nos vemos mañana? No quiero agobiarte...—No digas eso, no me molesta en absoluto. Si pudiera, pasaría todo el día contigo, no hay nada que me haga más feliz que estar a tu lado.La chica suspiró ante sus palabras. Cuando él se ponía romántico, la enamoraba aún más. Era el hombre del que se había enamorado y su corazón latía más fuerte por él.—Me estás haciendo llorar, sabes que cuando te pones así, me enamoro más de ti. Te amo.—Y yo a ti, te amo. Descansa y trata de dormir, no quiero una novia zombie.Ambos se rieron, disfrutando de ese momento de complicidad.—De acuerdo, lo intent
Quedó encantada con el lugar. Era hermoso y acogedor al mismo tiempo, la elección perfecta que el muchacho podría haber hecho. Allí, los comensales disfrutaban de platos como fettuccini con ragú de cerdo, guiso de mariscos con hierbas, gelatina de bourbon de azúcar morena y más. Ellos también optaron por algo igual de delicioso.Mientras esperaban su orden, disfrutaron de una larga conversación. Hablaban acerca de sus días, de la universidad y de lo bien que le estaba yendo a Abdel en su carrera.— No creo que me acostumbraría a un mundo en el que todo es una foto, me gusta sacarme fotos pero no es algo que me apasione...— dijo Valentina.— A mí me encanta mucho, Valentina.— Lo sé, disfrutas mucho tu trabajo y estoy feliz de que así sea. Además, eres perfecto para ello. ¿Todos los árabes son así de lindos como tú?— ¿Así como qué?— preguntó con una sonrisa.— Apuestos, eres muy guapo...— No todos tienen la suerte de ser así.— Perdona, sonó un poco egocéntrico.— Sí, un poco — admit
—Te deseo lo mejor ahora que vas a estudiar en la secundaria, sé que es una de tus metas y también confío en que darás lo mejor de ti en ello.—Gracias abuela, estoy nerviosa y ansiosa a la vez de empezar de nuevo en la secundaria. Más aún en un lugar nuevo.—Todo irá bien, como ha sido hasta ahora. Ya lo verás.—Sí, es lo que más deseo. Regresar a la secundaria es algo que me hace mucha ilusión. No será lo mismo sin Valentina, pero no dejaré que eso me detenga.—Sí, mi niña. Sé que vas a lograrlo.—Abuela, ¿has sabido algo de mi padre? —cambió de tema.Según lo que sabía, ya debía de estar en libertad ese hombre, pero aún no sabía nada de él. Ni siquiera que haya tomado la iniciativa de buscarla. Claro que eso sería raro viniendo de alguien que había sido un violador. No tenía sentido que fuera a buscarla, siendo él solo un violador.—No lo sé, Mabel. Pero Nolan me contó que ya está libre.—Quiero verlo, solo pido no más de cinco minutos. Pero me urge hacerlo, abuela, siento esa nece
Mabel se bebió hasta la última gota de té y luego miró a Burhan larga y detenidamente. Él parecía sumido, completamente afectado. No sabía qué hacer o qué decir al respecto, parecía no querer revelar lo que lo estaba lastimando de esa manera. Trataba de comprender qué le sucedía, pero no lograba dar con la respuesta exacta.—Burhan...—Espera...—Está bien, dime cuando estés listo.—Nunca se está listo para hablar de tus demonios, nunca, Mabel —la miró seriamente.—Entiendo... - dijo Mabel con una expresión dudosa.—Te lo voy a contar, porque es algo que debes saber, es parte de mi pasado, pero necesitas conocerlo. No te lo he dicho porque...—¿Por qué no has tenido el valor de hacerlo? – preguntó en voz baja, sonando calmada. – No te juzgaré...—Creo que lo harás, sé que lo harás.—Confía en mí – le pidió Mabel, tomando su mano para infundirle valor.Burhan le contó entonces sobre su relación con una joven de catorce años llamada Alexa, con quien salía a escondidas. La joven quedó em
—¿Por qué no podría estar solo?—Un hombre como tú, ciertamente no debería andar solo. ¿Tienes planes para esta noche? Porque puedo proponerte algo.—No, no los tengo —respondió sin mostrar ningún tipo de interés hacia ella, lo cual era verdad, ya que no tenía intenciones de tener un encuentro romántico con nadie en ese momento.—Podemos ir a un lugar más íntimo —sugirió ella, mordiéndose el labio inferior.—No me atrae la idea, pero gracias por la oferta —contestó y pagó al barman que estaba observando la situación, pero sin intervenir. Él reconocía a la mujer y sabía que podía ser bastante insistente.Se levantó y, aunque mareado, logró salir del lugar. Una vez afuera, se detuvo un momento. Le costaba encontrar su auto con la vista nublada, por lo que tomó su tiempo para ubicarlo. Finalmente lo encontró y se dirigió hacia él, pero una vez dentro del vehículo, se quedó pensativo con las manos en el volante. La última vez que condujo en esas condiciones tuvo un accidente, y no quería
—¿Sigues tomando la píldora?—Sí, ¿a qué viene la pregunta?—No quiero un bebé ahora, por eso te pregunto, y sé que tú tampoco. Necesitas estudiar, vivir la etapa, ¿no estás de acuerdo?—Sí, sé que es lo mejor. Pero si resulto estar embarazada por algún descuido, o que se yo... No importa, Burhan. Asumiré la responsabilidad, un bebé es una bendición de Dios, y no sabes cómo me ilusiona ser madre...—Todo a su tiempo, hasta parece que vas a quedarte embarazada adrede —comentó divertido.—Oye, no es eso —le dio un golpecito —. Dime, si un día de estos quedo embarazada, ¿qué pensarás al respecto?—Que es un regalo maravilloso, Mabel. Si sucede, voy a amarlo, y viviré la experiencia contigo. Sé sincera conmigo, ¿te estás tomando la píldora o no?—Ya dije que sí, pero puede pasar, así que solo es una advertencia para ti, futuro padre... —susurró y tomó sus labios besándolo.—¿Es que quieres que te haga de nuevo el amor? —le propuso seductor.—No me enfadaré por ello, pero ya es tarde, much
Final —Un poco, sí... Burhan, por favor.—Está bien, ve a vestirte. ¿Quieres que salgamos esta noche? —preguntó.—Mañana. Quiero descansar bien para poder disfrutar al máximo el día de mañana —respondió ella, y se puso de pie.—De acuerdo.Así que ambos decidieron echarse una siesta, todo parecía estar funcionando entre ellos, encajando a la perfección en el momento adecuado. Cuatro años más tarde...Finalmente, llegó el día de la boda, el momento tan esperado después de tantos altibajos.Lilian le dio un beso en la frente y le deseó lo mejor, dominada por un torrente emocional que corría por su interior.—Gracias, abue...—No puedo creer que esto esté sucediendo, no te imaginas lo feliz que me siento por ti.Mabel se miró en el espejo, recordando los preparativos. Entre tantos vestidos rectos y sin apenas volumen, encontró aquellos que dejaban el protagonismo a ligeras aplicaciones de encaje que recordaban la moda ibicenca. Otros apostaban por tejidos ligeros y vaporosos como la mu