Capítulo 554
—¡Genial! —exclamó la joven, acercándose con cuidado—. Prometo ser suave.

Y, en efecto, la punta de sus dedos rozó la barriga con total delicadeza.

—¡Wow! ¡Es asombroso! Tener un bebé debe ser algo increíble. ¡Eres toda una heroína, de verdad!

Luciana se rió en voz baja y cambió de tema:

—Bueno, cuéntame, ¿buscas a alguien o tenías algún pendiente en el hospital?

—¿Yo? —repitió la chica, dejando el bolso que llevaba al hombro en el suelo—. Vine a buscar a Mario Rivera. Él me dijo que viniera aquí.

—¿Mario Rivera? —repitió Luciana con curiosidad—. Él está en cirugía.

—¿De veras? —la chica se quedó perpleja por un segundo, y después soltó una carcajada, aplaudiendo—. ¡Genial!

Entonces tomó de nuevo su mochila y se la echó al hombro, con prisa:

—Doctora, por favor, cuando Mario regrese, avísele que vine… pero como no lo encontré, me voy de una vez.

Sin darle tiempo a contestar, la desconocida salió corriendo a toda velocidad, como si escapara de un lugar peligroso.

—Eh… está bien —respond
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP