Capítulo 308
La mirada de Mateo se posó brevemente en Lucía antes de responder con frialdad: —Déjala entrar.

Lucía apretó los labios, pero antes de que pudiera decir algo, Camila ya entraba con sus tacones altos.

Lucía no la miró, pero la voz de Camila resonó cerca: —Mateo, vine a traerte ropa.

Camila se acercó a Mateo. Había cambiado su atuendo por un vestido sastre verde claro que, combinado con sus ondas grandes, la hacía lucir alta y hermosa.

—No era necesario que te molestaras en venir —dijo Mateo.

Lucía lo miró de reojo. La expresión de Mateo seguía siendo fría, sin grandes cambios. Pero sus palabras...

Camila habló con dulzura: —No podría quedarme tranquila sin venir. Veo que están cenando, ¿lo preparó la señorita Díaz?

—Sí —respondió Mateo secamente.

Camila miró repentinamente a Lucía con expectación: —Señorita Díaz, ¿puedo probar de lo que cocinas? Ya que estoy aquí y tengo tiempo, ¿podrías enseñarme a cocinar?

—Puedo pedirte unos cubiertos, pero lo de enseñarte a cocinar lo dejaremos para
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App