Capítulo 131
Ana seguía preocupada por la condición de Tomás cuando escuchó los chismes de otros, y molesta dijo:

—Lily, puedes decir lo que quieras de Tomás, ¡pero no puedes decir que no se preocupa por Diego! Todos estos años, ¿cuándo no se ha hecho cargo de él? ¿Cuándo no ha tenido que limpiar sus desastres? Pero ustedes no pueden buscarlo cada vez que tienen problemas para que él los resuelva, ¿qué está haciendo tu familia?

—¿No ves que estoy desesperada? Si pudiera resolverlo yo misma, ¿crees que vendría a buscarlos para consultarles? —respondió Lily.

Y entonces comenzó a llorar.

—Mamá, no llores, encontraremos una solución —la consoló su hija.

A Ana le molestaba que Lily estuviera llorando cuando ella ni siquiera había empezado a hacerlo.

Durante años, su familia había sido arrastrada por los problemas de ellos. Siempre los buscaban cuando tenían dificultades, pero nunca los recordaban en los buenos momentos. Por ser familia, nunca habían dicho mucho al respecto.

Ana tenía sus quejas, pero no
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