InglaterraLas cosas se complicaban cada vez más para Oliver, pues se había tropezado con la horma de sus zapatos, o eso era en lo que se iba a convertir Adriano Di Santis.Adriano levanto su mirada nuevamente, y vio que Rebeca no estaba dispuesta a quitarse del medio. Pues ella no iba a permitir que Alex tratara a su padre de esa manera.—Pero muy pronto se convertirá en una señora totalmente amargada si sigue bajo las órdenes de su querido papito —vociferó Adriano con evidente sarcasmo.—Eso es algo que a usted y nadie le interesa, así que le voy a pedir el favor que no vuelva a tratar de pegarle a mi padre, por qué no voy a responder. —Rebeca se paró firmemente ante la mirada de Adriano, la misma que la escaneaba de cuerpo completo.—Entonces eso debería decirle a su padre, ¿No cree?, Por qué si no mal recuerdo esta es mi oficina —hablo Adriano señalando todo lo que había a su rededor.—Eres un imbécil Connor, pero ni creas que esto se va a quedar así —comento Oliver claramente of
InglaterraLos pasos de Oliver eran largos y precisos, está vez iba a colocar a Alex en su sitio, no permitiría que siguiera pasando por encima suyo.Tan pronto estuvo parado en la puerta de la oficina de Alex, la empujó fuertemente logrando que Adriano dirigiera su mirada directo hacia la puerta.—¿Cómo te atreves a no firmar?, Claramente fue un arreglo al que tú accediste y ahora te niegas a firmar —levhablo Oliver totalmente furioso.Adriano levantó la mirada dejando ver su reluciente sonrisa.—Eso era antes, cuando estaba ciego, ahora no veo necesario seguir manteniendo a una cuerda de cuervos, que lo único que aspiran es a sacarme del camino —respondió firmemente.—¡Eres un imbécil!, No puedes echar nuestro acuerdo atrás —habló aún más furioso Oliver.—Claro que puedo y más cuando yo no tengo ningún beneficio, es más queda totalmente anulado cualquier negocio que no sea estrictamente laboral en cuestión de dinero, ahora solo recibirás tu pago por lo que trabajes, aquí no debe hab
Rebeca y Caroline caminaron justo hasta una mesa que se ubicaba en frente de Álex, quien por lo visto ni siquiera se había percatado de la presencia de Rebeca, quien estaba que estallaba de la ira al ver lo cínico que era Alex.—Amiga, ¿Te sientes bien? —le preguntó Caroline, mientras Rebeca trataba de acabar con la botella entera de un solo jalón.—Por supuesto que estoy bien, ¿Que te hace pensar lo contrario? —respondió.—Entonces me imagino que no te das cuenta como tu querido primo está devorando a esa mujer, ahhh, no sabes cómo quisiera ser yo quien estuviera en sus brazos en ese momento no, por qué déjame decirte, tu eres la única ciega que no te das cuenta del bombón de chocolate que tienes al frente —vociferó Caroline mientras mordía su labio inferior.—Pues si tanto te gusta Alex bien puede ir a su mesa, ya estoy cansada que él se crea el centro de atención y ahora tú también quieres rendirle pleitesía —comentó molesta, mientras Caroline rodaba los ojos.En la otra mesa la cu
La pobre joven tomó su ropa y caminó directo hacia el baño, en dónde se vistió y salió de ahí azotando la puerta.Adriano pegó fuertemente con sus nudillos sobre la cama, aún no entendía cómo era que Rebeca no salía de sus pensamientos, ninguna otra mujer le había llamado tanto la atención como lo hacía Rebeca.Además, su padre le había enseñado muy bien que en las mujeres y en el amor no se puede confiar, así que enamorarse de Rebeca no era una opción.—Señor disculpa, que entré de esta manera sin tocar, pero me imaginé que estaba despierto y más al ver a esa joven salir como alma que lleva el diablo —hablo William entrando a la habitación.—Si, me fui imposible dormir —respondió Adriano mientras se colocaba de pie —Si, eso veo señor, y menos con esa mujer que salió de su habitación hace unos minutos —respondió sonriendo.—Me imagino que se fue hecha una furia —habló Adriano.—Si señor de eso no hay la menor duda, pero vine por qué solicitan su presencia en una de las empresas, el a
Evidentemente Alex se iba a convertir desde ahora en adelante en la piedra en el zapato de Oliver y eso lo estaba comprobando en ese mismo momento. —Quiero que vuelvas ahora mismo a la empresa, yo te lo ordeno —habló fuertemente Oliver, solo que el hombre al otro lado de la línea se negó rotundamente.Los gritos de Oliver inundaron la casa tanto así que terminó por despertar a Rebeca, por así decirlo pues Rebeca no había podido pegar el ojo en toda la noche.Y eso era lo que más le preocupaba pues en toda la noche pensó en Álex, y lo arrogante que se había convertido últimamente, pero no estaba dispuesta a darse por vencida y menos ahora después de que se percató de la forma en que la miraba Alex, era un punto a su favor el cual iba a saber utilizar a la perfección.Así que se puso de pie se ducho y se puso el vestido más atrevido que tenía, había empezado la guerra y Álex Connor se iba a arrepentir de meterse con ella.Bajo rápidamente las escaleras, estaba entusiasmada por alguna e
Era imposible no pensar en ella y más cuando Rebeca no colaboraba mucho, Adriano llevó una vez más el vaso a su boca, solo que por poco y lo escupe por completo al ver que la puerta se abrió de par en par.—¡Aquí estoy!, Debe ser algo muy importante para enviarme un mensaje para que viniera a tu oficina. —Adriano se puso de pie de inmediato al ver a Rebeca justo parada enfrente de él.—Por lo visto no te enseñaron a tocar la puerta antes de entrar —habló Adriano mirando de arriba abajo a Rebeca, tanto así que se la comía con la mirada.—La puerta estaba entreabierta, así que solo entré. —Rebeca caminó como toda una diosa en la oficina, sabía que Alex no le quitaba la mirada de encima, lo podía sentir.Adriano trago saliva, y se quedó en silencio por unos minutos, no sabía que decir, se había quedado sin palabras, en verdad Rebeca parecía una diosa y de eso no había duda y más en ese vestido que resaltaba a la perfección su figura y su enorme trasero redondo, cómo no desearla y querer
Rebeca no entiende esa obsesión de su padre con Alex, últimamente siente que su padre no tiene tranquilidad de nada y ella debe tratar de arreglarlo todo.—Papito, mejor por qué no te vas a casa, y así descansas un poco, y no me mires con ganas de quererme matar, pero es mejor —hablo Rebeca abrazando a su padre para que se tranquilice un poco.—Está bien hija, si mejor me voy a descansar, pero voy a ir al club, y de paso juego un rato con mis amigos —respondió Oliver, mientras dejaba un beso en la frente de Rebeca.Aunque a Rebeca no le gustaba para nada la idea que su padre se fuera a jugar al club, ella sabía muy bien cómo se ponía cada vez que lo hacía y la verdad no le gustaba para nada Además, sin contar que la última vez perdió mucho dinero y eso la preocupaba más que nada, pues no quería que su padre le llegase a pasar algo malo por apuestas de juego.Oliver salió de la oficina dejando con el corazón y alma a Rebeca, camino y bajo hasta el sótano en dónde sus ojos se abrieron
Era imposible no caer rendido ante la belleza de Rebeca, y más cuando el que tuvo que separarse de inmediato fue Adriano y no Rebeca, la miró fijamente a los ojos, y sonrió, sonrisa que se le borró a sentir la mano de Rebeca estamparse en su mejilla.—Es un bruto, que piensa que todo gira a su rededor, no se crea tan importante Connor, porque créeme que no va a lograr nada tratando de seducirme, a y le prohíbo que vuelva a colocar un solo dedo encima de mi —hablo Rebeca totalmente furiosa.Adriano la miró con bastante picardía, en verdad esta mujer era candela pura, pero se quedaría quieto por ahora la dejaría marcharse.Rebeca prefirió marcharse, no está dispuesta a seguir discutiendo más con Álex, subió a su auto y aceleró como alma que lleva el diablo, no podía ocultar su disgusto, y más cuando en el rostro de Alex había satisfacción.Rebeca nunca se había enamorado de alguien, y no estaba dispuesta a sentir cosas por Alex, un ser cobarde y poco hombre como se decía en su mente.Al