¿En serio me está diciendo que me vaya o son imaginaciones mías? Debe de estar de coña, no puede estar diciéndolo en serio. Además, adónde iba a irme a las putas seis de la madrugada.
Comienza a entrarme el pánico, aunque estoy demasiado entrenada para no mostrar lo que realmente siento o pienso.
Pongo cara de póquer y me quedo quieta, como si fuera una estatua.
—¿Y dónde voy a irme a estas horas? —murmuro.
—Quiero que te vayas —repite con resolución.
Se tapa la boca con la mano para reprimir un sollozo mientras alterno la mirada entre uno y otro para saber si están hablando de verdad o me están vacilando, pero la forma en la que me miran me dice que van completamente en serio.
Clavo la mirada en Richard, pidiéndole ayuda, pero él la aparta de la mía y se acerca a Elizabeth.
«¡Traidor!» grita mi subconsciente. En este momento entiendo que Richard y yo nunca podremos llevarnos bien, aparte de porque está casado con la persona que más odio en
Abro la puerta con cautela y me quito los tacones para no hacer ruido al caminar por los pasillos. Me agarro a la barandilla para subir el tramo de escaleras que me esperan y camino de puntillas, pero sólo tengo tiempo de llegar al segundo piso.Oigo pasos y gimoteos ahogados.—Becca, ¿eres tú? —gimotea Dylan.—Sí, soy yo —murmuro—: vuelve a la cama —digo con el tono más dulce que encuentro.Camino hasta él y me agacho para ponerme a su altura. Sus mejillas están empapadas en lágrimas y aprieta su peluche con fuerza. Le limpio las mejillas con la manga de la sudadera y esbozo una pequeña sonrisa para animarlo.No me gustan los niños, pero Dylan me recuerda tanto a mí que me resulta imposible no quererlo, bueno, a lo que determino querer.—¿Has tenido una pesadilla? —susurro.Asiente con la cabeza y me cog
Debe ser cierto eso de que Dios o el Karma o todas esas mierdas existen, porque me la están jugando ahora de la peor forma posible. Mis malas acciones comienzan a dar sus frutos. Sé que he hecho cosas malas, puede que, hasta horribles, pero no creo que me merezca esto.Alyssa me da palmaditas en la espalda mientras sigue mi mirada y la clava en los tres chicos que entran por la puerta.Amanda nos mira como si nos acabaran de salir dos cabezas.—¿Ese no es Tyler y tu hermano? —le pregunta Alyssa, señalando a los chicos con la mirada.—Hermanastro —la corrige.—Qué más da. ¿No son ellos? —le contesta.Tiene que estar de coña y mi chico de ojos avellana no puede ser el hermanastro de Amanda y amigo de Tyler. El Karma me está vacilando una vez más y esto es toda una broma de mal gusto.Alyssa me pasa la taza de té para que le dé un trago y me calme la tos. Pero lo único que hace es revolverme el estómago y hacer que sienta náuseas. Ni siquiera s
Cuando me reúno de nuevo con el grupo, estoy más calmada y todos parecen listos para irse. Ninguno parece darse cuenta de mi estado de ánimo, excepto Amanda, que me mira inquisitiva, seguro, intuyendo lo que acaba de ocurrir.Niego con la cabeza y pongo los ojos en blanco a modo de respuesta. Ella frunce el ceño y lo deja correr.—¿Por qué has tardado tanto? —me pregunta Tyler.Ni siquiera hace falta que le conteste. Sam le pasa un brazo por los hombros a su amigo y me mira de refilón mientras le susurra algo que no llego a escuchar, ambos empiezan a reírse y paso a un segundo plano al instante.—¿Qué os parece si nos pasamos por Oak Street? —propone Amanda. Coge su bolso y nos pasa una ojeada a todos—. Venga, será divertido. Además, hoy me apetece gastar —se defiende. Por la expresión de los demás, deduzco que Amanda es un
Oak Street es una gran aglomeración de tiendas de marca ocupando casi tres manzanas, desde grandes almacenes hasta pequeñas boutiques, las calles están abarrotadas de gente que va de un lado a otro con bolsas y más bolsas de cosas que seguro ni siquiera necesitan.Detesto ir de compras, pero no me desagrada mirar los escaparates y reírme de los escandalosos precios por un vestido de Dior o Gucci, o unos tacones de seiscientos dólares por ser de Jimmy Choo.Me parece exagerado.Cojo a Sam de la mano y caminamos por las abarrotadas calles esquivando viandantes, hasta que me detengo delante de un escaparate de BCBG, al verlo más de cerca sé que tiene que ser mío. Un vestido rojo de tela sin mangas y escote en forma de corazón, con una altura hasta los muslos. Es como si me llamara y me dijera que tengo que comprarlo, y eso es justo lo que hago.Sam comienza a reírse cuando me ve abrir los ojos como platos y comerme el vestido con la mirada. Lo arrastro conmigo d
Sam no me ha seguido y empiezo a preocuparme que de verdad me haya dejado tirada, aunque tiene toda la pinta. Por suerte tuve la cabeza de coger el móvil, pero recuerdo que no tiene batería... Ahora sí que empiezo a preocuparme de verdad. Esto no se lo voy a perdonar jamás. Estoy completamente sola en una ciudad que no conozco.Avanzo hasta la barra y espero que alguien me atienda.—¿Qué quieres, cielo? —me pregunta una camarera.Pongo la mayor cara de inocencia que puedo y le muestro una sonrisa triste.—Podría ponerme el móvil a cargar, por favor —pido casi al borde de las lágrimas—. Es que me he perdido y no soy de por aquí —explico. Me pellizco la rodilla hasta que me saltan las lágrimas—, y mi novio me ha dejado tirada —sollozo.Es una mentira a medias.Debo tener tal cara de desesperación que se compadece de mí.Asiente y le entrego mi móvil.—Menudo capullo tu novio —comenta mientras se mete dentro de la cocina.—Ni te lo
Cuando logro entrar, subo a mi cuarto y cierro la puerta, y me dejo caer en la cama con pereza. No me puedo creer que Sam sea tan cabrón. Lo que le hizo a Alyssa fue horrible, hasta para una persona como yo. La utilizó a su antojo y luego se burló de ella cuanto quiso...Ahora comprendo porque no se hablan y cuando hablaba sobre él, lo hacía con resentimiento e irritación.Me meto en el cuarto de baño y me doy una larga ducha hasta que el agua se queda fría. Hace un calor horrible, así que me tomo mi tiempo. Cuando termino, miro el reloj para darme cuenta de que son las ocho y veinticinco y todavía no han llegado.Me aburro como una ostra.Entro en la cocina, abro el congelador y meto la cara dentro para refrescarme. Durante los próximos tres minutos ni me muevo, hasta que siento como se me entumecen las facciones, así que cierro el congelador y abro la nevera en busca de algo de beber. Por suerte, no tengo que rebuscar mucho cuando encuentro una lata de cerv
Todo parece funcionar a la perfección, sigue siendo extraño tanto para él como para mí, pero ninguno de los dos detiene la situación y sé que debería hacerlo. No está bien que lo utilice de esta manera, pero soy lo suficientemente egoísta como para utilizar sus sentimientos hacía mí para desquitarme y solucionar mis inseguridades.De repente, es mi conciencia la que me ataca, recordándome que no puedo ser tan perra como para utilizarlo. Eso me hace reaccionar y abrir los ojos. Me aparto de Tyler y dejo distancia entre los dos. Sigue con los ojos cerrados y cuando los abre parece confundido. Me observa intensamente y sonríe, pero no puedo corresponderle esta vez.Tengo una cosa clara: No quiero utilizarlo como distracción.No creo que se lo merezca. Además, lo quiero como amigo y nada más. No obstante, la cosa es un poco complicada cuando sé que siente algo por mí y yo vuelvo a darle esperanzas con algo que no va a suceder.Aprieto los labios y agacho la mirad
Sólo es lunes y ya estoy harta de ir a clase, dado que Alyssa está enferma y Amanda se ha quedado a cuidarla..., dejándome tirada en medio de una universidad que apenas conozco.Tenía la esperanza de que Sam apareciera y pudiera hablar con él, pero no hay suerte y tampoco tengo nada que hacer hasta el final de las clases. Eso se debe a que tengo la mala suerte de no tener coche y no puedo llamar a nadie que me recoja porque todo el mundo me ha dejado tirada.Panda de cabrones.Estoy frustrada y cansada, así que me dirijo hacia la cafetería en busca de mi chute de cafeína diario. Hay una cola infernal delante de mí.Alguien me posa la mano en el hombro y doy un respingo por la sorpresa. Al darme la vuelta doy de lleno con los ojos azul cielo de Aiden, que me sonríe de un modo burlón mientras me indica que podemos pasar al principio de la cola, donde se encuentra Dave con su grupo de amigos tatuados.Lo miro un poco perpleja porque haya sido él quien me h