Alexa Fernandez Conocer a Alejandra fue algo impactante para mi, ver a Armando en el papel de padre es algo que nunca saldrá de mi cabeza Reconsidero todo lo que él hizo, si fuese querido les quita a la niña sin importarle nada. Por otra parte, la mocosa como le llama él estaba feliz de estar a su lado, no tiene nada de su madre, es como ver a Armando renacido, es perfecta. La llevamos juntos a casa de sus otros padres, ella es toda parlanchina durante todo el camino, no deja de hablar con su papá y yo de observo atenta la interacción entre ellos. La entregamos juntos a sus padres que salen emocionados a recibirla, ella se despide de nosotros con besos y abrazos. Nos despedimos con apretones de mano, aunque su otro padre nos veía con mala cara. Cuando subimos al auto, sin su hija de por medio comienzo a hablar — Me sentí mal ayer, por lo que fui al médico.— —¿Estás bien?.— Pregunta preocupado. —No mucho, me está subiendo la tensión y debo estar tranquila para evitar que el
Alexa Castro Estamos almorzando juntos mi abuelo, Armando y yo cuando suena el teléfono de él en un tono infantil que me llama la atención —La vaca loca, la vaca lola tiene cabeza y tiene cola.— El responde sin importar que siempre hemos respetado la mesa, pero sé que es su hija. —Hola papi.— Saluda ella —Hola mocosa ¿Cómo estás?.— Responde el —Bien, te llamo pala invitalte, mañana cumpleaños mi helmanita y le van a hacel una fiesta.— —¿Tus papas no se molestaran porque yo vaya?.— Le pregunta él —No ya les dije que vendrías ¿vendrás verdad?.— —¿Tú quieres que valla?.— Pregunta. —Por eso te llamo, porque quielo velte, te amo.— Le dice la niña, hasta a mi me derrite, pero como soy necia no voy a ceder tan fácil —Dile que yo también la amo.— Dice el abuelo dejando de comer, es increíble como estos dos besan el suelo que pisa la niña, Una risita inunda el comedor con el altavoz, me imagino cómo será esta casa llena de niños riendo y llorando, un cielo y una pesadilla a la vez.
Alexa Castro Después de hacer el amor con mi esposo me siento muy bien, tal vez solo tengo que dejar que las cosas fluyan, pienso que fue un error ponerme del lado contrario a él con respecto al tema de su hija Es una situación muy delicada, pienso estirándome en la cama y escuchando la regadera en el baño…Creo que es buena idea acompañarlo. Me levanto decidida, pero mi reflejo en el espejo me detiene, jadeo frustrada, ¡parezco una vaca!, por lo que espero vestida con mi pijama hasta que el salga, secando con una toalla su trabajado cuerpo sin percatarse que lo observo. Trago grueso antes que fije su mirada verde en mi —Te extrañaba. — Me dice viéndome con deseo ¿Cómo le puede gustas una bola con patas?, el es muy buen actor ja, pero cuando él va yo vengo. — ¿No vas a la oficina?— Cuestiono, evadiendo un pico que intentaba darme, me avergüenza mi aliento mañanero, no me veo nada bien en la mañana. —No me quedo contigo disfrutando de nuestra reconciliación. — Susurra él —Ok. —Re
Alexa FernándezMe siento un poco incomoda en la fiesta de cumpleaños de la hermanita de la hija de Armando.Los adultos, nos tratan con distancia, Armando finge que no le importa, busca llevar una buena relación con la pareja, yo entiendo que no nos pasen, nos invitan por madurez y por el bienestar de Alejandra.Si estuviera en su lugar yo no los dejaría acercarse a mi familia, eso dice mucho de ellos son muy buenas personasComienzo a contar los niños en la sala, todos se mueven haciendo que sea imposible, lloran, saltan y me siento mareada, creí que quería muchos hijos, pero al ver este caos me retracto.Solo comenzare a cuidarme, nada pasara no le contare a Armando que no se hizo ninguna vasectomía y todos en paz.El abuelo Alexander, juega con los pequeños, mientras Alejandra no quiere despegarse de Armando, esto hace que García lo mire mal, ¡esta celoso!, es normal Armando es un imán para las mujeres sin importar la edad el tiene ese no se qué…— ¿Quieres pastel?.— Me pregunta
Alexa Fernández. Nunca pensé en lo difícil que sería el proceso de la maternidad, no duermo desde hace tres meses, estoy por volverme loca, cuando no llora Ámbar, lo hace Armando y el abuelo tratan de ayudarme pero no son de mucha ayuda. Algunas mujeres se quejan del sobrepeso, en cambio en mi caso las niñas y parecen estar consumiéndome viva, estoy muy delgada, me da pena que Armando me vea desnuda, el está muy frustrado por eso. Estoy agotada y dándole pecho a Ángel, mientras Ámbar duerme, el me mira con sus preciosos ojos verdes mientras le doy mi pecho, en ese momento entra Armando se ve cansado pero sonríe Se acerca a nosotros, siento esa mirada sobre mí, como si quisiera comerme, lo he rechazado muchas veces, no quiero que me vea de esta forma, no quiero que me mire con asco. —Mi niño hermoso. — Susurra dándole un beso a Ángel pero rozando mi pecho, ¡me hace estremecer de pies a cabeza!, sus ojos brillan de esa forma, no entiendo cómo puedo llamar su atención en el estado e
Desde duermo en otra habitación, ella cree que no me doy cuenta, pero siempre pone excusas estúpidas para que no la toque, sé que finge dormir…Mientras me muero de ganas por estar con ella, siento que Alexa perdió el interés por mí desde que estaba embarazada. Esa es la razón por la cual me entregue por completo al trabajo, ahora que los mocosos tienen niñera, no me necesita. — ¿Papi polque estas tliste?— Me pregunta Alejandra, que me acompaña hoy al trabajo invadiendo mi escritorio con colores y cosas de niñas. Finjo una sonrisa—Es que tengo hambre, ¿quiere ir a comer algo conmigo?— —Sí, ¿Podemos comer pizza?— Me pregunta. —Hoy se me antoja comida mexicana ¿quieres?—La invito ilusionado, mi hija llena mi corazón de formas. —Nunca la he comido, deberíamos plobal. — Me dice pensativa — ¡No has comido guacamole!— Exclamo fingiendo estar sorprendido. — ¿Guaca qué?— Pregunta ella. —Es lo más rico que probaras en tu vida. — Prometo — ¿Mas que pizza?— Pregunta emocionada —No tiene
Armando Fernández Al día siguiente, me doy un baño temprano, adopte la costumbre de llevar una muda de ropa completa en mi auto, así que no tengo problemas para cambiarme. En esta casa todo el mundo se despierta temprano, me saludan y la esposa de Carlos me sirve un desayuno, que me gustaría haber despreciado, no todo lo que brilla es oro ¡cocina horrible!, pero jamás se lo diría, toda su familia come tranquilos lo que ella hizo, eso es muestra de amor y respeto. —Gracias por la estadía y la comida, estuvo deliciosa.— Le digo, me despido de mi hija con un beso y cuando voy a salir Cristina me detiene. —Espera por favor.—Eso hace que me detenga. —Me gustaría hablar contigo a solas un instante.— Me dice con las mejillas rojas, no parece la osada y temeraria abogada que tiene la fama de ser. —No quiero hablar de mi relación.— Le digo antes de que comience —No te voy a preguntar nada.— Me dice mordiendo sus labios rojos, no me había fijado pero es muy linda. —Bien.— Respondo. —De
Armando FernándezVoy a casa a buscar mi ropa, y Paloma me dice apenas me ve—Siento mucho lo que está pasando, si necesita alguna ayuda, estoy de su lado.— Me dice en un susurro entregándome un papel con su número telefónico.—Gracias.— RespondoEs increíble como apenas conociendo a esa mujer, Alexa me acuso de infiel. No soy ningún tonto para desaprovechar a esta aliada, la custodia de mis hijos es importante para mí, si ella se quiere ir del país que lo haga pero sola.Subo y la puerta de la habitación de Alexa esta entreabierta, hace meses que no la veo desnuda, ella se está viéndose de forma apreciativa frente al espejo y aunque siento mucha rabia contenida, se me hace agua la boca. Es perfecta, y esta mas deliciosa que nunca, su senos esta mas grandes, muero por devorarla lentamente, mis pies avanzan sin que pueda detenerlos, me atrevo a cruzar el lumbral de esa puerta y cerrar tras de mí.Ella intenta cubrirse pero me acerco muy rápido—Una última vez.— SuplicoCon la respiraci