Alexa Fernández. Nunca pensé en lo difícil que sería el proceso de la maternidad, no duermo desde hace tres meses, estoy por volverme loca, cuando no llora Ámbar, lo hace Armando y el abuelo tratan de ayudarme pero no son de mucha ayuda. Algunas mujeres se quejan del sobrepeso, en cambio en mi caso las niñas y parecen estar consumiéndome viva, estoy muy delgada, me da pena que Armando me vea desnuda, el está muy frustrado por eso. Estoy agotada y dándole pecho a Ángel, mientras Ámbar duerme, el me mira con sus preciosos ojos verdes mientras le doy mi pecho, en ese momento entra Armando se ve cansado pero sonríe Se acerca a nosotros, siento esa mirada sobre mí, como si quisiera comerme, lo he rechazado muchas veces, no quiero que me vea de esta forma, no quiero que me mire con asco. —Mi niño hermoso. — Susurra dándole un beso a Ángel pero rozando mi pecho, ¡me hace estremecer de pies a cabeza!, sus ojos brillan de esa forma, no entiendo cómo puedo llamar su atención en el estado e
Desde duermo en otra habitación, ella cree que no me doy cuenta, pero siempre pone excusas estúpidas para que no la toque, sé que finge dormir…Mientras me muero de ganas por estar con ella, siento que Alexa perdió el interés por mí desde que estaba embarazada. Esa es la razón por la cual me entregue por completo al trabajo, ahora que los mocosos tienen niñera, no me necesita. — ¿Papi polque estas tliste?— Me pregunta Alejandra, que me acompaña hoy al trabajo invadiendo mi escritorio con colores y cosas de niñas. Finjo una sonrisa—Es que tengo hambre, ¿quiere ir a comer algo conmigo?— —Sí, ¿Podemos comer pizza?— Me pregunta. —Hoy se me antoja comida mexicana ¿quieres?—La invito ilusionado, mi hija llena mi corazón de formas. —Nunca la he comido, deberíamos plobal. — Me dice pensativa — ¡No has comido guacamole!— Exclamo fingiendo estar sorprendido. — ¿Guaca qué?— Pregunta ella. —Es lo más rico que probaras en tu vida. — Prometo — ¿Mas que pizza?— Pregunta emocionada —No tiene
Armando Fernández Al día siguiente, me doy un baño temprano, adopte la costumbre de llevar una muda de ropa completa en mi auto, así que no tengo problemas para cambiarme. En esta casa todo el mundo se despierta temprano, me saludan y la esposa de Carlos me sirve un desayuno, que me gustaría haber despreciado, no todo lo que brilla es oro ¡cocina horrible!, pero jamás se lo diría, toda su familia come tranquilos lo que ella hizo, eso es muestra de amor y respeto. —Gracias por la estadía y la comida, estuvo deliciosa.— Le digo, me despido de mi hija con un beso y cuando voy a salir Cristina me detiene. —Espera por favor.—Eso hace que me detenga. —Me gustaría hablar contigo a solas un instante.— Me dice con las mejillas rojas, no parece la osada y temeraria abogada que tiene la fama de ser. —No quiero hablar de mi relación.— Le digo antes de que comience —No te voy a preguntar nada.— Me dice mordiendo sus labios rojos, no me había fijado pero es muy linda. —Bien.— Respondo. —De
Armando FernándezVoy a casa a buscar mi ropa, y Paloma me dice apenas me ve—Siento mucho lo que está pasando, si necesita alguna ayuda, estoy de su lado.— Me dice en un susurro entregándome un papel con su número telefónico.—Gracias.— RespondoEs increíble como apenas conociendo a esa mujer, Alexa me acuso de infiel. No soy ningún tonto para desaprovechar a esta aliada, la custodia de mis hijos es importante para mí, si ella se quiere ir del país que lo haga pero sola.Subo y la puerta de la habitación de Alexa esta entreabierta, hace meses que no la veo desnuda, ella se está viéndose de forma apreciativa frente al espejo y aunque siento mucha rabia contenida, se me hace agua la boca. Es perfecta, y esta mas deliciosa que nunca, su senos esta mas grandes, muero por devorarla lentamente, mis pies avanzan sin que pueda detenerlos, me atrevo a cruzar el lumbral de esa puerta y cerrar tras de mí.Ella intenta cubrirse pero me acerco muy rápido—Una última vez.— SuplicoCon la respiraci
Armando Fernández Vivo desde hace dos meses en un apartamento cerca de mis hijos, dejo encargado de la empresa a José Luis, casi no estoy allí mi abuelo volvió casado con la señora Elizabeth que al fin se decidió a vivir el tiempo que le queda con él. Estoy feliz por él, ojala ella no le rompa el corazón, definitivamente no soy el hombre que fui antes, me dedico a trabajar en el club y hacer crecer mis ganancias, visito a mis hijos todos los días, mi abuelo me dice que me quede en la casa pero no quiero incomodar mas a Alexa. La miro de lejos y cada día se pone más linda o tal vez siento eso porque sigo loco por ella, me toco pensando en ella, no he estado sexualmente con nadie más, porque mi cuerpo solo la desea a ella. Nuestra primera audiencia, Alexa exige la custodia total de mis hijos, pero lo que más me sorprendió, fue las pruebas que presento para dejarme como un desgraciado, y a su lado se encuentra apoyándola Leo, eso es el detonante para que no tenga compasión alguna, ell
Armando Fernandez Inmediatamente después del juicio me voy a vivir nuevamente a la mansión con mis hijos y por supuesto que Alexa que no se va a ir de allí. En mi caso tengo la libertad de irme con mis hijos como ella planeaba hacerlo, nunca pensé que ella fuese capaz de intentar hacerme daño a ese nivel tan extremo pero lo hizo. Apenas entro con mi maleta de vuelta, lo primero que veo es a ella, no quedamos viéndonos sin palabras, siento cosas estúpidas dentro de mí, ella da media vuelta y sale corriendo hacia las escaleras, en ese momento sale Katia llorando con su sobrina. —¿Qué sucede?.— Pregunto. —Me despidió, porque dice que ya no me necesitan, que, que soy una traidora.— Gimotea, se ve tan patética, con el rostro rojo bañado en lágrimas y mocos. —No te preocupes, ahora trabajas para mí, has hecho un buen trabajo con mis hijos y yo sí te necesito.— Respondo , Soy el responsable sobre mis hijos ahora y estas decisiones me competen, se que a mi ex mujer no le va a gustar m
Alexa Castro Después de la follada que me dio en su habitación, trato de evitar a Armando a toda costa, está pasando más tiempo con los niños, ya que él tiene la custodia y yo, su madre debo agradecer que me permita vivir con ellos. El fin de semana, la familia García va a la playa con mi hija he invitaron a Armando y a los bebes, me entero cuando Paloma lo comenta con su tía en la cocina, Katia ha sido imparcial, pero el resto a apoyado a Armando incluyendo a mi abuelo. El viernes a las seis de la mañana, cuando se están subiendo al auto de Armando, Paloma por seguridad entra con los bebes atrás, subo a su lado como copiloto, sin decir una palabra. Aparentando seguridad, con mi bolso lista para ir con ellos el fin de semana, a la playa, odio la idea de usar bikini delante de Paloma, ella se ve tan bien Mi seguridad está por los suelos después del parto, ya he ganado algo de peso, pero creo que no el suficiente, Armando está usando lentes de sol, no puedo ver su expresión, no deci
AlexaLas dos mujeres tratan de llamar la atención de Armando, se ven tan necesitadas, que me dan pena ajenaGracias a Dios nunca roge por su atención la tuve siempre… así no la quisiera, me siento a la orilla del mar en la arena y dejo a los gemelos jugar con ella.—Deja eso.— Le llamo la atención a Ambar, y ella sonríe, tratando de manipularme para que la deje tranquila, le sonrió igual, pero le quito la pequeña piedrita que tiene en las manosElla me hace un puchero, y yo le hago una cara graciosa, juego con ellos se ven todos regordetes están preciosos, les coloco protector solar y a ellos les encanta.Me llenan de besos babosos, pienso que nunca podre alejarme de Armando por los niños, pero siendo sincera no me imagino la vida sin el pululando a mi alrededor.Cada quien en lo suyo, el matrimonio Garcia está cuidando a los niños, mientras se bañan en el mar, pero el bebe se hace caca y Cristina debe ir a asearlo a la camioneta, mis bebes se duermen, y los coloco en una colchonet