Hoy estoy muy feliz de compartir con ustedes los cambios de Armando que si bien no es perfecto quiere hacer las cosas bien, soy de las personas que creen que todos los procesos nos sirven para bien, Alexa debía sufrir el rechazo de Armando para sacar a relucir la mejor versión de si misma, esa que finalmente lo enloqueció de amor a él, besos y gracias por todo su apoyo.
Armando Fernández Llego a la casa a las siete de la noche y me encuentro a mi abuelo con los ojos brillantes, y abrazado a Alexa, siempre voy a envidiar esa conexión que ellos tienen, pero ya no siento rabia. —Creí que no llegarías a cenar. — Dice un poco molesta haciéndome reír, me encanta verla molesta y más si está sintiendo algo similar a celos — ¿Estás loca?, tengo una esposa toxica y me puede golpear si llego tarde— Bromeo. —Qué bueno que estas aprendiendo, así te evitaras muchos problemas entre nosotros. — Responde. Mi abuelo se carcajea con nuestros juegos —Me hace feliz que al fin se dieran cuenta que son el uno para el otro. — Menciona mi abuelo — ¿Te sientes bien?— Le pregunto al verlo como algo decaído, me siento culpable que haya pasado malos momentos por mi culpa. —Me cuesta salir de casa. — —No podemos dejarte, solo y este negocio es muy importante. — Le dice Alexa —Solo serán seis meses. — Le expreso. —Si lo que sea. — Responde —Si llegabas después de la cena
Armando Fernández Despertamos juntos y tarde nos arreglamos apresurados y la veo correr de un lado a otro, seleccionando las cosas indispensables para el viaje, tan organizada que es y no tuvo las maletas hechas con antelación. —¡Ya creo que es todo!. — Supira agitada observando sus tres maletas, ¡pero aun esta en pijama!. — ¿Y tú no piensas arreglarte?— Cuestiona señalándome. —Me tengo que bañar, ¿Me acompañas?— Pregunto mirándola con deseo. —¿No es muy tarde?. — Me pregunta con los ojos brillantes, mientras se muerde los labios, no tiene idea de lo loco que me vuelve ese gesto, quiero morderlo también —Solo vamos a bañarnos. — Aseguro fingiendo inocencia, me encanta verla desnuda, ella sabe que es mentira, por lo menos voy a acariciar todo su cuerpo —Ya sabes, ¡nada de propasarse!. — Me advierte quitándose la poca ropa que cargaba delante de mi, tiene una sonrisa maliciosa sabe que no podremos contenernos por completo. —Trato hecho. — Susurro con la garganta seca, viéndola ca
Alexa Castro. La empresa con la que hicimos trato, exige que los dueños sea un matrimonio estable, por que pase lo que pase, debemos ser un matrimonio perfecto. Leo me bloqueo, por todos los medio cuando le confesé que le di una oportunidad de Armando, pero no sin antes advertirme — Cada una de las lágrimas que te haga derramar, tiene una sola culpable, tú misma. — Abordamos en avión a las ocho de la mañana, el viaje tarda dos horas, mi abuelo luce contento, mientras Armando se encuentra muy pensativo y Alejandra parece disfrutar el viaje... — ¿Qué ocurre?— Le pregunto llamando su atención. —Nada, no me hagas caso, me duele un poco la cabeza. — Me dice él. — ¿Desea una pastilla?— Le pregunta Alejandra, no entiendo que pasa acá, sé que no está con ella, pero por algún motivo la mantiene a su lado. —No es necesario, ya me tome una. — Responde sin verla, él está ubicado a mi lado, tomándome la mano. La azafata, da instrucciones para que nos coloquemos el cinturón de seguridad que
Armando Fernández, Compre online antes de venir a Milán, una cabaña cerca de la mansión y contrate un personal para limpiarla y decorar todo de la forma más romántica posible bajo mi supervisión. Soy tan estúpido para estas cosas, ¡ni siquiera sé cuáles son sus flores favoritas! por lo que compro orquídeas y rosas rojas, margaritas, jazmines… Estoy mas que nervioso emocionado, intento hacer todo perfecto, quisiera cambiar mi pasado, pero no tengo una máquina del tiempo para hacerlo, sin embar hare que nuestro futuro sea algo que valga la pena Con las rosas ordeno hacer un camino de pétalos y velas aromáticas encendidas, cuando amas das hasta lo que no creías tener, nunca he hecho algo así. Globos rojos flotan sobre la cama, también compre comida suficiente para dos días, ¡pienso secuestrarla durante ese tiempo!, solos los dos sin interrupciones de ningún tipo. No me gusta mucho la música pero como a ella le encanta, instalo un teatro casero, los muebles los traía la cabaña, nunc
Alexa Castro Estoy a punto de violar a mi esposo, nos bañamos juntos y aunque estaba excitado se contuvo, parece un maldito microondas, me tiene super caliente, intento tocarlo y no me deja, se me hace agua la boca de tan solo verlo. Me vuelve loca, verlo desnudo, me encanta cada parte de su cuerpo, quiero comérmelo a pedazos ¡No se que espera! Salimos hacia un lugar que según él va a ser especial para los dos, yo creo que no me importaría que él me tomara en el asiento trasero del auto… ¡Cualquier lugar puede ser especial! ¿Qué tanto? Alejandra me ve con ganas de matarme, por tener la atención de mi esposo, lo único que me molesta es que no la haya eliminado por completo de su vida, no lo entiendo, ¿Qué demonios hace aquí? Nunca había estado así, ni había tenido ganas de experimentar el sexo con otra persona, cada uno de sus besos ha despertado mi cuerpo como nunca antes en verdad lo necesito Si así se sentían todas entiendo porque tenía tantas mujeres detrás…Entiendo porque una
Alexa Castro Regresamos a casa al día siguiente, no me pasa desapercibida la mirada de celos mal disimulados de Alejandra. Me ocupo de las cosas pendientes de la empresa, y de pronto mi teléfono comienza a repicar, es un número desconocido, pero igual respondo —Nunca te ha amado—Dice sin saludar, la voz de una mujer que no logro ubicar Estoy confundida —Está equivocada—Respondo —Solo está contigo por la herencia, el me lo dijo— Y solo hasta ese momento la ubico, es Amanda —Tú solo estas envidiosa—Respondo y cuelgo, con el coazon latiéndome de forma apresurada, vuelve a marcar pero no contesto, la semilla de la duda ha sido sembrada. Cuando bajo a la cocina, Armando discute con Alejandra. —¿Qué sucede?.— Cuestiono seria —Nada cariño, es una tontería.— Responde nervioso —Muero de hambre.— Suelto y me preparo un emparedado —¿Quieres?.— Le ofrezco a mi esposo. —No gracias.— Me responde, esta muy sospechoso. Ella está a punto de llorar apenas logra contenerse Subo con mi abue
AlexaEn este momento no estoy lista para una relación de nuevo, razón por la cual no lo desmiento.—Tenemos mucho trabajo por delante. — Señalo caminado hasta lo que supongo es la sala de juntas, mi asistente no vino, ya que ella junto con José Luis se ocupan de la empresa en España.—Me siento en mi puesto comenzando a trabajar mientras Allan me ve como si fuese un ser de otra dimensión y Armando se incomoda ¡Yo no estoy haciendo nada! Y además soy un desastre ahora mismo, mi cabello parece un nido de pájaros y las profundas ojeras oscuras evidencian mi mala noche.— ¿Quiere un café preciosa?— Ofrece Allan, levantándose después de al menos dos horas de trabajo—Gracias. — Respondo amable—El mío negro con dos de azúcar, por favor. — Dice Armando tratándolo como un trabajador y no como nuestro socio.—Necesitamos hablar. — Dice, cruzando sus dedos en gesto nervioso.— ¡Por favor! estamos trabajando. — Le digo yo—Siempre el trabajo es más importante que nosotros. — Se queja, hacién
—Bienvenido, señor. — Le dice uno de los hombres que custodian la entrada Descubrí el BDMS a los dieciocho años y soy socio mayoritario de este lugar desde hace cinco dice abriendo el mismo la puerta a lo que jamás imagine… El ambiente en el lugar es elegante este edificio fue diseñado por el, tiene su sello por todos lados, llevo puesta una máscara dorada no se aun porque, mientras que Armando lleva el rostro descubierto. Escucho música desde el pasillo, mientras nos dirigimos a un salón, el se ve seguro caminado a mi lado, tomado mi mano, pero tiembla ligeramente, eso me intriga. Apenas me hablo del BDMS, me vino a la cabeza la trilogía de E james… y pon algún motivo me excite, no creo que yo tenga una gramo de sumisa dentro de mí, pero la imaginación es algo que no podemos controlar. —Wow. — Pronuncio apenas entro…Todo es rojo, hay hombres vestidos elegantes y mujeres semidesnudas por todos lado, por un momento no puedo articular palabras, Armando me toma la mano con fuerza. —