Una loba disfrazada de oveja, se los he dicho siempre.
Armando Fernández Apenas pisamos el aeropuerto Estados Unidos, Enviamos a Alejandra en taxi, no pudo disimular la mala cara…E inmediatamente es seguida por mi gente, en Milán estaba limitado pero acá en Madrid puedo mover con facilidad a mi sequito. Alexa me acusa de mantener muy cerca la gente de mi pasado, esa gente es de gran utilidad, incluyendo a varias de mi ex sumisas, con varias de ellas quede en buenos términos, algunas se casaron con mis amigos, yo en realidad no creía mucho en el matrimonio, sobre todo después que María me abandonara por culpa de mi abuelo. No puedo creer que este años después totalmente satisfecho y de acuerdo con la decisión que él tomo sobre mi vida. Otro en mi lugar nunca admitiría haberse enamorado de la que consideraba su peor enemiga y además usurpadora del lugar que me correspondía con mi abuelo. Viajamos hasta la mansión, ella duerme entre mis brazos con un rostro sereno como si no quebrara un plato, mientras el chofer se encarga de manejar y
Alejandra Pisar Estados Unidos, removió muchas cosas dentro de mí, mientras compraba unas cosas en el centro comercial, tratando de llenar mi soledad, miro un cuadro que me parece increíble. Mi ex, se pasea con mis hijas de la mano y están preciosas, el también se ve diferente, ¡tiene un cuerpo trabajado, que se le nota por encima de la ropa, hasta su estilo de vestir cambio…No lleva los lentes con los cuales ocultaba sus ojos bicolor, se ve seguro y feliz. Ríen por algo que dice la más pequeña, ni siquiera sé su nombre, — ¿Me compras un helado?— Escucho la voz dulce de Isabella, es idéntica a mí, su cabello rojo en ondas le llega a la cadera, ya tiene nueve o diez años… Cambie todo esto por Armando un hombre que nunca me quiso dar un lugar en su vida…Pero ser invisible para él termina hoy.— Pienso haciendo un puño de mis manos. ¿De qué sabor lo quiere?— Pregunta complaciente, Carlos esta bello, lleno de músculos que no tenía cuando me fui Armando nunca quiso tener hijos, no me
Alexa de Fernández Hay cosas en la vida que no tienen precio, estoy casada y esperando un hijo del amor de mi vida, el mismo hombre que hace un tiempo odie con todas las fuerzas de mi corazón. Por un instante llegue a pensar lo peor de el al despertar sola, de madrugada, ¡estaba tan furiosa que pensé en terminar todo! Sin importarme que llevo a nuestro hijo en el vientre. Baje y lo busque por toda la casa, marque su teléfono y me enviaba a la contestadora, no quise molestar a mi abuelo porque él esta mayor y además se encuentra triste ya que la señora Elizabeth se quedo en Milán. Tenía ganas de ahogar mis penas en licor, pero pensé en mi bebe, me acosté a llorar como una magdalena en la cama, de verdad supo romperme el corazón, antes no porque no creía en el, pero ahora que teníamos todo lo que una persona puede desear en la vida… Los hombres son unos idiotas ¿Cómo pudo hacerme esto?.— Me pregunte secando mis lagrimas, yo no soy una llorona pero el embarazo me tiene así A las tre
Armando Fernández Me siento satisfecho con el rumbo de mi vida, tengo a la mujer que amo y me ama a mi lado, el juicio duro muy poco tiempo al encontrar a Alejandra infraganti, la condenan a cinco año de prisión y un tratamiento psicológico, al estar desequilibrada. Me da lástima que una mujer tan bella, e inteligente este en esa situación, pero ella nunca procuro salir adelante por sí misma, le gusto la comodidad de gastar a manos llenas sin trabajar para nada, ella vendió su dignidad al mejor postor y no fui yo precisamente, ella acepto de buena gana estar sexualmente con mis amigos, nunca se le obligo a nada, a ella le encanta el sexo duro y no tiene límites . Lo cierto es que después en desgracia, nadie vino a ayudarla, está totalmente sola, podría salir bajo fianza, pero no hay nadie dispuesto a dar tanto dinero por ella, así que ni siquiera le hago seguimiento a la situación, así que Alejandra es un mal capitulo ya cerrado en mi vida. Hoy sabremos el sexo del bebe, estoy ansi
Alexa Castro de FernándezNo podemos justificar lo injustificable, todo marchaba genial en nuestra empresa, no nos dimos cuenta de lo que venía…Estábamos perdidos en la emoción que causo el descubrimiento de nuestras bebes, por su parte José Luis en una situación similar con su sobrino, y no pudimos percatarnos que había alguien interesado en saquearnos.—Señor, el gerente del banco nacional lo está llamando. — Me dice mi nueva asistente.—Comuníquelo por favor. — Respondo, extrañado, mientras me tomo el café de la mañana.—Buenos Días, señor Armando. — Saluda el señor educado como siempre, es el banco en donde tenemos la mayor cantidad de dinero de la empresa—Buen día, Miguel, a que debo el honor de tu llamada. — Respondo con una sonrisa en los labios.—Señor, los fondos de la cuenta son insuficientes para cancelar la nomina de su empresa. —Me dice el señor Miguel Ascanio Me carcajeo en su cara, eso es imposible su banco tiene para cancelar la nomina durante veinte años, pienso, n
Alexa —Le dije que no podía entrar. — Chilla la secretaria, respirando agitada, obviamente preocupada por su nuevo empleo. —Tienes que ayudarla, se va a morir si no lo hace. — Lloriquea impotente la mujer mientras es sacada cargada por los dos gorilas que cuidan las instalaciones del edificio, no hago nada por ella en ese momento, ¡me quede paralizada!. —Armando no reacciona, no hace nada por ayudarla. —Ayúdela si pudiera, daría mi vida por ella. — Solloza la mujer desde lejos,m esta desesperada, estoy segura que si la niña no estuviese en una situación de vida o muerte ella no hubiese venido a suiplicar nada. Después que la sacan pienso, tengo el poder de manipular, hasta el mismísimo diablo, la loba disfrazada de oveja soy yo, no voy a permitir que por falta de sensibilidad deje morir a su hija, ¡porque esa pequeña quiéralo o no él es su hija! Se perfectamente cómo lograr que haga lo que quiero, para él no hay nada más importante que el dinero, y luego estoy yo, eso creo, por
Armando Fernández — ¿Tu eres mi otlo papá?— Susurra, apenas pestañeando —Si cariño, vengo a salvarte. — Respondo, con voz cortada, apenas habla sé que estoy perdido, ella hará lo que quiera conmigo a partir de ahora —Y yo te salvale a ti. — Promete cerrando sus ojitos, se ve muy débil, unas lágrimas se me escapan de los ojos al verla en ese estado lamentable. —Debemos apresurarnos, que el señor tome control de todo lo que pase acá y los traiga de vuelta. — Ora el doctor quisiera burlarme Pero en este momento me aferro a toda fe perdida, a todo en lo que no creo… También le pido a ese Dios que nunca me escucho, que la traiga de vuelta a ella, es tan pequeña, tiene toda una vida por delante. Lloro en silencio pensando que no estaría aquí si no fuese porque Alexa me obligo. Señor, siempre me has dado más de lo que merezco, te pido por ella que es inocente de todo lo que su madre y yo hicimos. — suplico dentro de mí. Siempre pensé que no era mi hija, y es que Alejandra nunca insist
Armando Fernández. Alexa está a mi lado se que, no lo merezco… Siempre meto la pata con ella Los problemas en nuestro matrimonio son mi culpa, el hombre frente a mi tiene los ojos más extraños que he visto en mi vida, pero no son horribles como decía Alejandra, son de dos colores. Alexa me observa en silencio, como tratando de descifrarme, cuando discuto con el hombre frente a mí. —¿Y bien, que burrada piensas hacer ahora?— Cuestiona Alexa mirándome a la cara, pensando que tome una decisión a la ligera. —En los asuntos de mi hija no tienes permitido inmiscuirte.— Le respondo molesto me sale naturalmente, ella rueda los ojos por mi respuesta, estoy amargado y adolorido por el trasplante —No voy a permitir, que me separes de mi hija.—Continua parloteando el hombre, ami ni nadie me quita a mi mocosa de nuevo. —Es mi hija, y además le salve la vida.— Respondo viéndolo desafiante, no podrá conmigo. —Sí y no te la mereces.— Suelta Alexa, tomando partido por el enemigo, me siento i