Capítulo 114

Ana y Ariadna entran a la habitación, Sergio extiende sus brazos, está llorando desconsolado, es de las pocas veces que quiere recibir el consuelo de su madre

—Tranquilizate, yo sé que vamos a encontrar una solución.

Cuando el médico se va, Bruno sube las escaleras, su don ha estado dormido y no funciona igual, sin decirle a sus hijos que desconocen del poder, coloca las manos en Sergio.

—Intenta caminar.

Sergio intenta levantarse de la cama, pero cae al suelo al sentir sus pies de gelatina

—¡No puedo! Maldita sea no puedo caminar.

Le da golpes al suelo desesperado, Ana observa la escena desde la esquina de la habitación, llora, se siente culpable de la tragedia.

Sergio le pide que esté con el

—Ana por favor, no me dejes solo, no ahora que te necesito más que nunca.

Ella asiente con la cabeza, decide cuidar de el, sin importar nada más.

Ariadna y Bruno, salen de la habitación, ella está destrozada, lo que sucedió con Sergio y la verdad sobre los sentimientos de sus hijos