Capítulo 115

Ariadna le promete que no le hara daño, solo quiere hablar con ella y saber si es Viviana o una alucinacion.

—Te puedo ayudar, yo no te guardo rencor.

—¡No debe guardarlo! Todo fue una mentira, solo querían hacerlo daño por interferir dónde no debia.

La loba sale corriendo, Ariadna quiere alcanzarla Pero se pierde en el bosque.

Decide regresar, Pero sabe que Bruno no le creerá, el aún cree que todo ha sido producto de su imaginación.

Tiene que investigar, no puede quedarse con la duda, de no saber que sucedió en el pasado y porque Vivíana no quiere ser rescatada.

Al regresar, Catalina ha tomado el control de muchas cosas, es imposible que Ariadna no la compare con Úrsula y su manera de querer controlar todo.

—Podrias calmarte —le pide Ariadna en un tono pacífico al ver que Catalina le grita a todas sus sirvientas, algo que siempre le desagrado.

—Ya accedí al capricho de Lucrecia de casarse en una boda doble con tu hija, Pero no voy a permitir que pase desapercibida, ¡Ella