Lucien Black, vió que su hijo se encerró en un duro caparazón después de los interminables días que pasaron en el hospital, cuando su entonces adolescente Lucien, recibió la noticia de que cojearía de su pierna izquierda por el resto de su vida, eso lo devastó, cayó en depresión por meses hasta que un buen día le comunicó que quería irse a Alemania a estudiar, le mostró los datos y la información de la escuelaLa universidad alemana militar, era en donde los padres millonarios ya cansados del nefasto comportamiento de sus hijos los enviaban a qué les enseñaran disciplina de la manera más rígida y dura que se podían imaginar, así mataban dos pájaros de un tiro, salían de ahí graduados y caminando derechito, ¿pero por qué Lucien, había decidido de pronto ir allá? eso siempre se lo había preguntado— Escucha bien Angelo, vas a apoyar a tu hermano en todo lo que puedas y vas a tratar de ganar tiempo mientras llego yo a la mansión Costelo, Lucien, no se va a detener ante nada y va a pelear
La furia de dibujaba en el apuesto rostro de Alexandro Maldonado, le había costado demasiado esfuerzo enamorar a Milán, incluso estando al otro lado del mundo consiguió estar presente en su vida, primero por mensajes y después por visitas esporádicas hasta que consiguió arrancarle el sí de sus sensuales labios— !¿Dime qué demonios quieres decir con que has venido a por mi prometida, Lucien Black?! ¡¿qué rayos tienes tú qué ver con ella?! ¡habla imbécil!Pocas, pero muy pocas personas habían llamado a Lucien Black, imbécil en su cara, quizás por qué era tan intimidante o por qué sabían que hacer una estupidez como esa les costaría demasiado caro, tal como estaba a punto de pasarle al joven Maldonado— ¿Acaso eres sordo Alexandro? dije que he venido aquí a por mi mujer, Milán, no va a casarse contigo, ella será mi esposa, te sugiero que no te interpongas o sabrás por qué soy conocido como el demonio Black — Lucien, era tan aterrador como atractivo, su fama de despiadado estaba más que
Por unos momentos, Lucien Black, al escuchar todas las horribles cosas que el padre de la mujer que amaba decía de él, se quedó en silencio, pero para nadie pasó desapercibido que sus hermosos ojos verdes se oscurecieron, su rostro se había vuelto frío e inexpresivo, dejando a todos con una pregunta en el aire: ¿cuáles serían los pensamientos del hombre en esos momentos? — No sueñes con que te daré a mi hija en matrimonio, fuiste un error que va a dejar en el pasado al igual que dejara a Alexandro Maldonado, ni en mil años los Costelo, van a emparentar con los Black, ustedes son lo peor de lo peor en el mundo empresarial, siempre destruyendo e intimidando rivalesAdemás tú no tienes madera para ser un buen esposo, no quiero ver a mi hija llorando y viviendo una vida de infierno a tu lado, seguro que la tratarías peor que a una esclava, la dejarías ahí abandonada como a cualquier mueble, le borrarlas la bella sonrisa de su rostro, ¡no! un maldito demonio como tú no puede ser el esposo
Apenas llegaron a la mansión de los Black, la cuál era enorme y hermosa, con una elegancia pulcra y sofisticada, Angelo, tomó del brazo a su cuñada y la llevó a una pequeña de sala donde le dió el control de la televisión y le señaló un frigobar con docenas de bocadillos para que se entretuviera— Espera aquí cuñada, debo ir con papá y mi hermano, reza por nosotros por qué papá está furioso — pidió el apuesto Angelo, para después retirarse hacía el despacho— ¿Dime qué carajos sucede contigo? ¿por qué estás vestido así como si fueras un militar o asesino a sueldo? y esos hombres, todos esos hombres armados, ¿acaso había necesidad de llevarlos a todos? ¡solamente ibas a impedir un compromiso carajo! ¡¿qué tan difícil puede ser robarse a la novia?! — Lucien Black, estaba furioso y muy sorprendido de ver a un Lucien que no tenía idea de que tuviera ese otro lado tan rudo — Papá, sé que te sorprendió verme así, pero es bueno que por fin lo hayas hecho, este también soy yo, en la escuela
Lucien, estaba hablando con Milán, sobre como se había dado cuenta que estaba embarazada, todos los síntomas que tenía, ella le platicaba que no había podido comer y dijeron bien los alimentos, parecía que el bebé los rechazaba y eso la tenía muy débil— Que bueno que está aquí, soy el doctor Martínez, temo que el embarazo de su prometida no va nada bien, ella está anémica por la falta de nutrientes, si no hacemos algo para que su salud mejore, puede ir el embarazo no llegue a término y la vida de la madre también estará en peligro, así que necesitamos ponerla en una dieta muy rigurosa, vitaminarla y calmarle los vómitos — el doctor estaba siendo más que claro, Milán no estaba nada bien de salud— Por eso es que debiste venir a mi apenas te diste cuenta de que algo andaba mal con tu salud, ahora tú y el bebé están pasando por un momento crítico, que sea la última vez que haces esto Milán, siempre debes contármelo todo — a Lucien, se le veía molesto, recogió las indicaciones del médico
Por la mañana la menor de los hijos Black, abría sus verdes ojos, se había quedado profundamente dormida y se sobresaltó al ver la luz, no había llegado a dormir a la casa de sus padres, de imaginaba como estaba de furioso su papá en estos momentos — ¡Carajo, me quedé dormida! ¿cómo le voy a explicar esto a mis padres? ¿cómo les digo que caí de nuevo en tus encantos? ¡pensaran que soy una completa imbécil por dejarme convencer por ti de nuevo debo irme Julien, debo ir a mi casa!— ¿De qué hablas, Luciana? estás en tu casa, este tu hogar, estás a salvo aquí a mi lado, compré está residencia para ti, para nosotros, por favor Cálmate por qué no le hace bien al bebé que te alteres, no necesitas angustiarte así, tu padre llamó por la madrugada y me pidió que lo comunicara contigo, pero estabas tan profundamente dormida que no te desperté — Julien, debiste despertarme, tenía que darle una explicación a papá, seguro es que estaban preocupados por mi y por qué no llegué a casa, soy una inco
Con mucho esfuerzo, Lucien logró calmar un poco la irá de su padre, Julien Torrenegro, estaba bastante golpeado pero a pesar de su indomable carácter permanecía serio, sabía que se lo merecía por haber sido un hijo de puta con una chica como Luciana y que su padre tenía derecho a desquitar su furia por haberla lastimado No pasó mucho tiempo para que Luciana arribara a la mansión de sus padres, ella venía con los ojos llorosos a hablar con su padre, tocó suavemente la puerta del despacho— Adelante, Luciana — el padre habló— Papá, querías hablar conmigo, ya estoy aquí, puedes decirme lo que quieras, me lo merezco todo — Luciana, no podía contener las lágrimas, amaba y respetaba demasiado a su padre, además que ella no era como sus hermanos, sobre todo como Lucien que era insensible e indiferente, ella era como Angelina, sensible y dulce — Acércate Luciana, no te voy a comer, soy tu padre, si de verdad me tuvieras tanto miedo no me harías tanta barbajada, solo finges para que no me e
A la velocidad de un rayo, el joven w impaciente CEO, llamó a su asistente para que consiguiera al chef de uno de los mejores restaurantes españoles que había en la ciudad, debían llevarle el platillo a su mujer para casi de inmediato— Dago, necesito que te pongas en algo de inmediato— Joder Lucien, son las tres de la mañana, ¿que puede ser tan importante que no pueda esperar a que amanezca? soy tu mano derecha pero salgo a las ocho de la noche y no hago horas extras— ¡Esto es de vida o muerte, Milán tiene antojo de una paella de mariscos, consíguete al mejor chef y tráeme el platillo pero de prisa! yo voy a tratar de mientras tanto calmar a mi mujer — Lucien, ¿por qué tengo que ser yo el que se ocupe de los antojos de tu mujer? ¡el padre del bebé eres tú, o en ese caso lo voy a registrar a mi nombre!— Primero muerto que darte a mi bebé, vé y encárgate de todo, te espero aquí en... media hora Dago, salió de la cama todo adormilado, se tropezó con una de sus pantuflas y cayó en l