Por la mañana la menor de los hijos Black, abría sus verdes ojos, se había quedado profundamente dormida y se sobresaltó al ver la luz, no había llegado a dormir a la casa de sus padres, de imaginaba como estaba de furioso su papá en estos momentos — ¡Carajo, me quedé dormida! ¿cómo le voy a explicar esto a mis padres? ¿cómo les digo que caí de nuevo en tus encantos? ¡pensaran que soy una completa imbécil por dejarme convencer por ti de nuevo debo irme Julien, debo ir a mi casa!— ¿De qué hablas, Luciana? estás en tu casa, este tu hogar, estás a salvo aquí a mi lado, compré está residencia para ti, para nosotros, por favor Cálmate por qué no le hace bien al bebé que te alteres, no necesitas angustiarte así, tu padre llamó por la madrugada y me pidió que lo comunicara contigo, pero estabas tan profundamente dormida que no te desperté — Julien, debiste despertarme, tenía que darle una explicación a papá, seguro es que estaban preocupados por mi y por qué no llegué a casa, soy una inco
Con mucho esfuerzo, Lucien logró calmar un poco la irá de su padre, Julien Torrenegro, estaba bastante golpeado pero a pesar de su indomable carácter permanecía serio, sabía que se lo merecía por haber sido un hijo de puta con una chica como Luciana y que su padre tenía derecho a desquitar su furia por haberla lastimado No pasó mucho tiempo para que Luciana arribara a la mansión de sus padres, ella venía con los ojos llorosos a hablar con su padre, tocó suavemente la puerta del despacho— Adelante, Luciana — el padre habló— Papá, querías hablar conmigo, ya estoy aquí, puedes decirme lo que quieras, me lo merezco todo — Luciana, no podía contener las lágrimas, amaba y respetaba demasiado a su padre, además que ella no era como sus hermanos, sobre todo como Lucien que era insensible e indiferente, ella era como Angelina, sensible y dulce — Acércate Luciana, no te voy a comer, soy tu padre, si de verdad me tuvieras tanto miedo no me harías tanta barbajada, solo finges para que no me e
A la velocidad de un rayo, el joven w impaciente CEO, llamó a su asistente para que consiguiera al chef de uno de los mejores restaurantes españoles que había en la ciudad, debían llevarle el platillo a su mujer para casi de inmediato— Dago, necesito que te pongas en algo de inmediato— Joder Lucien, son las tres de la mañana, ¿que puede ser tan importante que no pueda esperar a que amanezca? soy tu mano derecha pero salgo a las ocho de la noche y no hago horas extras— ¡Esto es de vida o muerte, Milán tiene antojo de una paella de mariscos, consíguete al mejor chef y tráeme el platillo pero de prisa! yo voy a tratar de mientras tanto calmar a mi mujer — Lucien, ¿por qué tengo que ser yo el que se ocupe de los antojos de tu mujer? ¡el padre del bebé eres tú, o en ese caso lo voy a registrar a mi nombre!— Primero muerto que darte a mi bebé, vé y encárgate de todo, te espero aquí en... media hora Dago, salió de la cama todo adormilado, se tropezó con una de sus pantuflas y cayó en l
Luciana y Julien Torrenegro, se fueron a vivir a una hermosa mansión donde preparaban con mucha ilusión la llegaba de su bebé, le habían acondicionado un cuarto cerca de la recámara conyugal, lo habían pintado de amarillo, blanco y algunos pequeños lugares de rosa y azul, todavía no sabían que sería si niño o niña, estaban esperando con ansias la próxima ecografíaMilán, fue ganando un poco de peso, este se le fue a la barriga, el bebé ya estaba pesando normal y creciendo en buen tamañoLucien Black, estaba muy pendiente de sus dos futuros nietos, tanto Luciana, como Milán le habían llevado una foto de la ecografía, él las sostenía en sus manos estando de pie frente a la tumba de su abuelo, Lucano Black, hacía cinco años que había muerto, ¿de qué? simplemente su cuerpo se cansó y se deterioró, el CEO lo extrañaba muchísimo, había sido su padre, su guía, su maestro, había amado a sus hijos Angelo, Lucien y Luciana, más que su propio padre Robert Black— Abuelo he venido a verte, no está
Las palabras de Milán, quemaban como hierro en el corazón de Lucien, su tristeza, su dolor pero sobre todo su desprecio hacia él, lo estaba haciendo sacar el demonio interno que llevaba, Cecilia, Jamás debió haberlo provocado, ella jamás debió haber lastimado así a la mujer que amaMilán, se dió la vuelta y se fue del lugar corriendo, su mirada nublada por sus ardientes lágrimas no le dejaban ver bien y sin esperarlo cayó por unas escaleras que llevaban a la amplia cava de los Black, lastimando su vientre y provocándole un dolor insoportableLucien, quiso salir del cuarto pero Cecilia lo detuvo a su paso— Lucien, yo te amo, te acepto tal como eres incluso con tu problema en la pierna, ¿por qué te casaste con esa insignificante mujer? es bella sí, pero yo soy mucho más hermosa... Lucien, yo puedo darte hijos, déjala, quedaré conmigo — Cecilia, subió sus brazos al cuello del CEO, quiso volver a besarlo, creía que con seducirlo con su cuerpo él no se iba a pode resistir a sus encantos,
Después de haber tenido que dejar a Milán en manos de los doctores, Lucien, se lamentaba, aunque no era su culpa por qué jamás había engañado a Milán, se culpaba por qué estaban pasando su amada y su hijo, veía todo en rojo, quería venganza y llevarla a cabo con sus propias manos, sentía que se volvería locola figura imponente de su entrajado padre se hizo presente, el frío Lucien, se arrojó a sus brazos como cuando era pequeño y solo en los fuertes brazos de su padre se sentía a salvo, solo que en esta ocasión no había nada que calmara su profundo dolor e inmensa preocupación— ¡Papá, el bebé, creo que no va a sobrevivir, Milán estaba sangrando tanto! no puedo perderlo no a él ni a mi esposa, siento que muero lentamente , sin ellos yo... no soy nada — No voy a mentirte Lucien, las cosas se ven demasiado graves, pero debes ser fuerte, es tu deber ser la fortaleza de Milán, en caso de que pierda al niño, ella va a necesitar de ti— Milán dijo que yo estaba muerto para ella, creyó que
El alma me ha regresado al cuerpo después de que los médicos lograron salvar a mi bebé y a mi esposa, sé que todavía siguen en peligro y eso no hace más que enfurecerme y volver mi sangre lava, fue muy estúpido e incompetente al permitir que Cecilia, permaneciera en la mansión de mis padres mientras mi boda con Milán, se llevaba a cabo, creí que tenía claro que solo había sido una de mis amantes y que no teníamos más nada que un buen sexoDeje al pendiente a mi hermano Angelo, de mi mujer, está diligencia tenía que hacerla, no puedo dejarla de lado, Cecilia, tiene que pagar por haberse pasado de lista, por su culpa mis dos amores están sufriendo, quiero matarla, hacerla pedazos, pero eso sería demasiado piadoso, lo que se merece es la tortura, desear la muerte y no tenerlaLlegó a mi penthouse donde mis hombres tienen a la obsesionada mujer en una de las habitaciones, ella grita que la dejen ir, que es la mujer de Lucien Black, todavía no se cómo carajos es que de verdad se creé eso,
Al día siguiente Angelina y su dominante esposo estaban a media mañana en el hospital, ahí encontraron a su hijo que seguía en la sala de espera, él estaba enviando unos correos Venían a relevarlo pero lo mucho que pudieron hacer es convencerlo de que fuera a comer algo y tomara una ducha, Milán no despertó en todo ese día hasta ya casi al anochecer— Yo... ¿dónde estoy? ¿qué me pasó? — ella quiso levantarse pero una enfermera se lo impidió, la joven estaba tratando de entender que estaba pasando, se podía escuchar el ruido de las máquinas, unas estaban conectadas a ella para monitorear al bebé, las demás eran de otros pacientes que también se encontraban en estado crítico— No se levante señora Black, su estado es delicado, no puede hacer ningún movimiento brusco, el bebé aún está delicado, por favor ayúdenos con eso— ¿Qué...? ¿cómo está mi hijo? no quiero perderlo, ¡tienen que salvarlo! — Milán, tenía una intravenosa puesta, en ella además del suero había una pequeña bolsa de sang