(CALIPSO)
Al menos podía estar tranquila, las palabras de Diego fueron ciertas finalmente, no estaba embarazada, ninguno de sus asquerosos espermas se había agarrado a uno de mis óvulos.
Diego tuvo una fuerte pelea con su padre y con mi madre, cuando les comunicó que no dejaría que mi madre me llevase con ella, que me llevaría con él a casa, y que cuidaría de mí.
Tuve que tomarme un descanso en la universidad, porque aún no me sentía anímicamente bien como para volver a enfrentarme al mundo. Aunque hacía grandes progresos cada día, sobre todo gracias a mi ángel guardián, Diego el todo poderoso.
Mi madre me llamaba todos los días, para preguntar por mi estado y los fines de semana venía a verme, siempre disculpando a Martín, pero yo sabía cuál era la razón de que aquel cabrón no quisiese acompa&nti
Cali no dejó de sonreír en toda la noche, ni siquiera su sonrisa se esfumó cuando vio aparecer a su madre y al hijo de puta que la violó, y no dejó que yo me acercase tampoco. Bailaba junto a ella, una bonita canción que mi madrastra estaba tocando, era muy buena con el piano. Era preciosa, o así nos parecía a Cali y a mí. Deberías de hacerles a todos, una exhibición de esgrima – bromeaba, haciendo que ella riese y negase con la cabeza, en señal de que yo era todo un caso, y estaba de acuerdo. Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ella, tan sólo quería verla reír – te quiero – le dije, observando como ella levantaba la vista para mirarme – y me encanta verte así, justo como tú eres – concluí. Ella sonrió. Marina está aquí – comenzó, perdiendo la sonrisa, mirando hacia alguien que había detrás de mí - ¿la invitaste? ¿No es tu mejor amiga? – pregunté, sin entender su actitud. ¿E
Estaba dormida, en mi habitación, cuando él entró, caminó hasta mi cama, y se metió en ella, sin tan siquiera quitarse el pantalón o los calcetines. Pasó el brazo por encima de mí, y quedó profundamente dormido, junto a mí, al mismo tiempo que mi teléfono móvil me despertaba, pues un nuevo mensaje acababa de llegar. Sonreí al sentirle detrás de mí. Seguramente habría terminado de recoger junto a sus padres, y para dormir quería hacerlo a mi lado, como de costumbre. Alargué la mano, soñolienta y desbloqueé el teléfono, para luego admirar el mensaje entrante que tenía, era de Marina. Marina: “Me alegro mucho que no te lo hayas tomado mal, mi relación con Diego” Moví la mano que tenía entrelazada a su brazo, intentando no despertarle, agarrando el celular como era debido, y empecé a teclear. Cali: “¿relación?, pensaba que sólo os acostabais?” Marina: “No te pongas celosa. No voy a quitarte el
(DIEGO)La miré con cautela, esperando a que ella me detuviese, pero ella no lo hizo, y supe que ella tenía tantas ganas como yo de estar ahí, en su cama, dejándose llevar por aquel deseo que nos conectaba.Acaricié su sexo con las yemas de los dedos, haciendo que se mordiese el labio para evitar gemir frente a mí. Tan sólo quería mirarla mientras le daba placer, tan sólo eso. Volví a rozarla, haciendo que entreabriese la boca y dejase escapar un nuevo gemido. Estaba disfrutando y eso era justo lo que quería lograr.Estaba dispuesto a meter un par de dedos dentro de ella cuando me percaté de algo, ella estaba chorreando, y eso me ponía terriblemente, y fue en ese justo instante cuando mis intenciones con ella cambiaron, ya no sólo quería tocarla y verla disfrutar, en ese momento, también quería follármela.Me detuve, observando com
Me vestía en mi habitación, pues hacía ya largo rato que Diego se había marchado a la suya, y por primera vez desde que me había entregado a él me daba cuenta de lo delicada que era la situación. ¡Por el amor de Dios! Había tenido sexo con mi hermano, y no estaba en lo absoluto arrepentida, por el contrario, tan sólo quería volver a hacerlo. Era la primera vez desde mi violación que me acostaba con un hombre, y me odiaba a mí misma terriblemente, al saber que ese hombre era Diego. Aún podía recordar sus besos, sus caricias, su pene dentro de mí, sus gemidos… podía recordarlo todo, y tan sólo me mordía el labio con deseo al hacerlo, no estaba para nada arrepentida, y eso era lo que más me molestaba en todo aquello. Se suponía que debía estar arrepentida, que debía odiarme a mí misma después de haberme entregado a él. Él era mi hermano, y nada volvería a ser igual después de lo que acabábamos de hacer. ¿cómo iba siquiera a mirarlo a la cara? Y más en aquel mome
(DIEGO)Lo que hacía con ella estaba mal, no penséis ni por un segundo en que no lo sabía. Por supuesto que lo sabía, pero, aun así, en aquel momento, no quería detenerme.Me la follé sin cese en aquel baño, y luego salimos de él como si nada, pero no fue hasta que Marina me besó en la mejilla al llegar hasta ellos, y vi el rostro decepcionado de Cali, que no lo entendí.No podía seguir haciendo aquello, no podía tenerlas a las dos. Sabía que, aunque Cali no quería decírmelo, a ella le molestaba que me acostase con su amiga. ¡Joder! ¿Cómo no hacerlo?Pasamos por casa después del restaurante, pues Marina insistió en que fuésemos a nadar un rato a su piscina climatizada, así que cogimos unos bikinis y volvimos a bajar para reunirnos con nuestros amigos, al menos ese era el plan.¿
(CALIPSO)Me detuve tan pronto como crucé la calle, agachándome junto a un árbol, dejando que mi llanto saliese al exterior. ¿cómo iba a seguir adelante sin mi ángel guardián? No tenía a nadie más a quién acudir.Mi madre estaba cegada con Martín, era obvio que esa opción no era buena, volver a casa con ella, sólo conllevaría a más abusos por parte de mi padrastro.Marina estaba empezando una relación con Diego, y había perdido toda la confianza en ella cuando me ocultó que se acostaba con él. Ya no podía confiar en ella, ya no me sentía agusto.Llevaba meses sin hablar con mis amigos de la universidad.Así que no, no tenía otro lugar al que ir.Me acurruqué en la hierba, dejando caer mi espalda en el tronco del árbol, aterrada, sin poder dejar de pensar en todas las co
DIEGO.Bajé las escaleras corriendo, desde mi habitación hasta el salón, tan pronto como escuché sus risas, admirando a Cali mirando hacia la persona que había a su lado. La forma en la que ella le miraba me alertó tanto que volví la vista con rapidez hacia aquel tipo que la había traído de vuelta, aquel que era el responsable de que ella volviese a sonreír, ¿quién sería aquel hijo de …? Me quedé sin palabras al ver a mi mejor amigo, Teo, junto a ella, mirándola con esa misma complicidad con la que ella le miraba.¡Me cago en la puta! ¿En qué jodido momento aquellos dos se habían vuelto tan cercanos?¿dónde estabas? – pregunté, molesto, haciendo que ambos mirasen hacia mí, perdiendo la sonrisa - ¿y tú? – espeté hacia el traicionero de Teo, baj
(CALIPSO)La vuelta a mi realidad fue abrumadora y fantástica, gracias a mis incondicionales compañeros de clase, me puse al día en un santiamén, y me dieron miles de apuntes para que me estudiase lo que me había perdido en las clases, cosa que agradecí enormemente.En la comida me la pasé enviándome mensajes con Teo, estaba trabajando y apenas contestaba, y gracias a él pude olvidarme de lo que había pasado la noche anterior, en mi habitación, de nuevo, con mi hermano.“Te pondrás al día en un momento, eres una empollona insufrible” – bromeó, haciéndome reír en mitad de la comida, provocando que Boris mirase hacia mí sin comprender que era lo que me ocurría – “te pareces a la sabelotodo insufrible de Hermione Granger” – leí, mordiéndome el labio al darme cuenta de