Steven, luego de tomar aquel café que Vanessa le había preparado, estaba atento al celular encerrado en su propio mundo, miraba a cada rato el chat de Claudia esperando que esta le escribiera en cualquier momento. Anoche discutieron, ni siquiera él lo había entendido, fue tan de la nada. Para la noche ella había regresado a la casa de su madre y desde entonces no se ha comunicado con él. Ella era una mujer muy difícil de comprender, a veces parecía que en serio lo quería, otras veces actuaba como si no lo soportara.
Levantó la cabeza, con un gesto de cansancio, y vio que Ricky ya no se encontraba en la mesa. Lo buscó con la mirada y lo vio salir del comedor. —¿A dónde vas? —Jackson le preguntó. —Al baño. Se alejó de sus amigos y salió del comedor,Prologo —¿La has visto por los pasillos? —No, a veces me habla a través de sueños. —¿Cuántas veces soñaste con ella en esta semana? El doctor lo observaba con intensidad a través de sus anteojos de vidrio redondos, como si buscara penetrar más allá de sus palabras y adentrarse en su mente para descifrar sus pensamientos. Cada gesto, cada mínimo movimiento, parecía ser objeto de un minucioso examen. Sin embargo, por más que intentara, nada parecía revelar sus verdaderas intenciones. Era imposible leerlo. —Siete veces. El paciente apenas movía los labios, con las manos reposando sobre sus muslos, erguido en su asiento y mirando hacia adelante. Mientras tanto, el doctor luchaba por mantener su compostura frente al joven, aunque su sola presencia desencadenaba un torbellino de emociones internas. A lo largo de los años que había estado a cargo de él, había desarrollado una obsesión por comprender su comportamiento, una obsesión que iba más allá de lo normal. En su lucha interna, se
Cerró el libro con pereza y apoyó la cabeza en la mesa. Dejando caer sus brazos a los lados. Literatura no era su materia favorita. De hecho, todas las materias le aburren, Julien era de esos alumnos que apenas y pasaban el año con un siete. Su padre nunca estuvo contento con eso, la había inscripto al mejor colegio de Derrion. Se sentía avergonzado de hablar sobre las calificaciones de su hija cuando sus amigos presumían la de sus hijos, y se lo había dicho a ella varias veces. Pero Julien no se siente mal por eso, había dejado de esforzarse en sus estudios desde que sus ganas se habían desvanecido con cada problema que tenía con él cada vez que llegaba a casa. Con los problemas que solían venir solos en el colegio. Desvanecieron sus ganas en todo. La profesora de literatura lee un cuento corto de romance, tema que a la mayoría les estaba aburriendo. Todos luchaban para no dormirse, pero la profesora solo se concentraba en ella, y luego negó con reproche para continuar con su lectura.
Ni siquiera lo esperó, pero el tobillo de su pierna izquierda dolió demasiado cuando el rubio casi rapado pisó con fuerza, apropósito. Había levantado la pierna para dejarla caer con fuerza justo en el tobillo de Julien, ella soltó un grito desgarrador.El recreo ni siquiera terminaba, apenas salió del comedor y el trío de problemas la tomaron de sorpresa para alejarla de los demás. Ella forcejeó, quien sea que estuvo sosteniéndola desde su espalda recibió codazos en la cara por parte de ella. Eso hizo que la soltara, y cuando intentó escapar, uno de los estudiantes que estaba presenciándolo todo le puso un pie para que cayera. Y lo logró.Cayó de cara, razón por la que ahora tenía el labio sangrand
Ni siquiera lo esperó, pero el tobillo de su pierna izquierda dolió demasiado cuando el rubio casi rapado pisó con fuerza, apropósito. Había levantado la pierna para dejarla caer con fuerza justo en el tobillo de Julien, ella soltó un grito desgarrador.El recreo ni siquiera terminaba, apenas salió del comedor y el trío de problemas la tomaron de sorpresa para alejarla de los demás. Ella forcejeó, quien sea que estuvo sosteniéndola desde su espalda recibió codazos en la cara por parte de ella. Eso hizo que la soltara, y cuando intentó escapar, uno de los estudiantes que estaba presenciándolo todo le puso un pie para que cayera. Y lo logró.Cayó de cara, razón por la que ahora tenía el labio sangrando. Aprovecharon eso para que entre los tres pudieran llevársela al pasillo D. El cual estaba vacío. Ahora
—¿Esa es Julien?Él asintió. Sonriente viendo como la adolescente se marchaba.—¿Porqué no la llamas? Hace mucho que no la veo. —el rápidamente negó. Conoce el mal carácter que Julien posee, sabe que si Claudia llegase a tener un mal comportamiento, su amiga no lo dejaría pasar. Y la verdad es que no quería problemas.—Quiero que esta tarde solo seamos tú y yo. —dejó un beso en los nudillos de su mano y le sonrió. —¿Y si nos sentamos?Steven abrió su bolso deportivo y sacó una manta lila de seda. Con ayuda de Claudia lo dejaron sobre la arena, y se sentaron en ella. Claudia palmeando
Cerró la puerta a su espalda, entrando a la mansión en completa oscuridad y silencio. Se supone que debía llegar temprano a casa, pero podríamos decir que a la hora se le dio por avanzar demasiado rápido. Marcaban las nueve de la noche en el reloj redondo y antiguo colgado justo arriba de la puerta principal. Con pasos silenciosos se adentró a la cocina, dejó su mochila en el suelo y lavó el taper que utilizó, eliminando evidencias. ¿Qué estuvo haciendo todo ese rato afuera que llegó tarde a casa? En realidad nada, después de comer la tarta y disfrutar de la brisa y el sol. Se quedó dormida.Abrió el refrigerador y buscó algo para comer. Habían tantas cosas, pero al final se optó por tomar una manzana. De repente, la luz se enciende. No se molesta en m
El timbre sonó, despertándolo. Con pereza se incorporó en la silla y pasó sus grandes manos por su rostro. Automáticamente miró hacia un lado, Julien buscaba algo en su mochila. Quedaban ellos y dos alumnos más. Aun con sueño quiso volver a bajar la cabeza y envolverse entre sus propios brazos, pero la voz femenina de Laura captó su atención. Gruñó en sus adentros, no tenía ganas de charlar. Jean era de esas personas que por no poder dormir, el mal humor los dominaba. Tomó un respiro profundo y la miro a ella estando en frente de su mesa. —Lo siento, no te escuché. —se disculpó amablemente. Sus ojos estaban adormilados, tanto que Laura también los notó. —Solo pregunté si quisieras venir con nosotras. —dijo señalando a una chica detrá
Se despertó creyendo que la mujer del día anterior era parte de un sueño extraño, bajando las escaleras estiró los brazos mientras bostezaba. Escuchó la voz de su padre, pensó que lo encontraría en el comedor desayunando, pero en la mesa no había nadie. Había una maleta de color marrón detrás del sofá grande. Juntó las cejas, pensando. Posiblemente su padre se iría de viaje otra vez. —Buen día. —no había notado su presciencia hasta que él habló. Se encontraba saliendo de la cocina yendo directo hacia esa maleta, y con una mano la levantó. —Amelia se irá por una semana. —dijo. Segundos Después, Amelia sale de la cocina sin dejar de conversar con Kayla, quien llevaba su pijama puesta y una bata purpura encima. —¿Amelia? —la anciana la miró, y caminó hacia ella para abrazarla antes de