Dos meses después
Por fin el día más esperado para nosotros había llegado, por fin nacería nuestra pequeña, no sabía quién estaba más asustado… si James o yo.
Todo en ese momento pasaba tan rápido, saber que en unas horas no seriamos James y yo en casa, sino que seriamos oficialmente tres.
Yo había decidido que, para el momento del parto, seria en una bañera en el hospital.
—¿Cómo te sientes? —me pregunta James nervioso ayudándome a subir al auto.
—Bien… —fue en ese momento cuando me retorcí de dolor a causa de una contracción.
Desde que habían empezado mis contracciones, ya hace unas horas, me había dado una ducha de agua tibia y también utilizaba una pelota de pilates para aliviar el dolor de forma natural.
Al llegar al hospita
Las cortinas de la Ventana de mi habitación se movían incesantes a causa del viento, a pesar de que a través de aquella ventana no se podía ver la gran cosa se podría decir que era un díahermoso. A pesar de ser otro día frío de otoño.Mi vida era más bien aburrida y hasta monótona. De hecho, hasta podría decir que mi vida era una doble vida y una vil mentira, donde la Shun Pei que veían en las revistas, cuando iba a acompañar a mis padres a fiestas, reunionés o galas no era yo. En realidad, no era como me planteaban en las revistas, las joyas de diamantes, aquellos vestidos de marca de alta costura, aquellos peinados y maquillaje… no era yo.Aquella imagen que me querían dar de la “hija ejemplar”, no era yo. A decir verdad, mi vida no era algo divertido que contar, aunque lo que se podía destacar en mi vida…, Es que viv&ia
Frente a mí se encontraba un vaso térmico con café, que amablemente me había hecho James.—Esta caliente, no te vayas a quemar. —me avisa James, echándole un poquito de azúcar a mi café—, ¿Cómo te sientes Musa?—Tengo dolor de cabeza, y casi no recuerdo lo que paso ayer.—Es por la droga, no te preocupes… Te recomiendo tomarte todo el café.—Está bien, gracias.Asiento mientras acerco aquel vaso a mi boca para después soplar un poco y sorber de aquel líquido.—Está muy amargo. —me queje sin poder evitar hacer una mueca.—Lo sé, lo sé. Pero es lo más recomendable para que te despiertes y estés más en tus sentidos, ¿estas segura de que te sientes bien y que no quieres ir al hospital?—James, estoy bien. —intento sonre&ia
Ahora mismo más que nunca me he dado cuenta de que mi vida a estado cambiando muchísimo, y en si no podía decir si era algo positivo o negativo.En este fin de semana, donde me lo pase haciendo tareas y yendo a algunas clases, había “algo” que no podía salir de mi mente. James. Por alguna extraña razón él no salía de mi cabeza, lo que me hacía sentir tan diferente. Antes, había estado tan centrada en mí y solo en mí, que creo que se me había olvidado conocerme, tal vez con eso sabría qué estaba pasando con mis sentimientos.Ahora que me encontraba en la biblioteca de la universidad “leyendo un libro”, aunque estaba más metida en mis pensamientos que leyendo el libro, ahora mismo me encontraba sola ya que Fin Mi estaba con su novio, y según ella ahora que me estaba acercando “al bombón de James, era momento de
Estaba ignorando a James, no por la tontería del beso, ni nada de eso… Quería tomar mi propio tiempo para aclarar mi ideas y sentimientos hacía James. Y el ahora mismo se encontraba a unas cuatro mesas a la mía, mirándome con sus penetrantes ojos azules. Cuando estaba concentrada en el libro, la silla de adelante se movió para que alguna persona se sentara.—¿Puedo saber por qué me ignoras? —La voz claramente de James, me hizo levantar la vista del libro.—No te ignoro… no soy como las chicas que cuando las besan imaginan cómo será su boda… —Hice una pequeña pausa… para escoger las palabras indicadas. — Necesito tiempo para pensar…—¿Pensar? ¿Qué cosa?—Que es lo que siento por ti… —Se lo solté así, sin anestesia.El bajo la cabeza, sus mofletes se c
No podía dejar de pensar en James, nuestra cita… todas las sensaciones que me hizo sentir en esta. Pude dormir cuando comencé a pensar en donde lo llevaría en la cita que corría por mi cuenta, ¡muy bien cerebro!, cuando viene lo más difícil no ayudas.—¡Shun Pei! —oigo gritar a mi madre desde el piso de abajo, de cierta manera… no quería levantarme de mi suave y cómoda cama.—Mami… no quiero ir a la universidad. —A continuación, se escucharon los pasos de mi madre acercarse a mi habitación… gruñí para mis adentros.—Shun Pei, ¿Tú te mandas sola o qué?—¿No?—Entonces te levantas. ⸻Mi madre levanto las sabanas, dejándome a la intemperie del horrendo frio. —Y a la universidad. ¡Rápido!Me levante de mi cama y me acerque al ba&n
Antes se podría decir que odiaba los clichés, a pesar de que el mundo en si es un cliché. Pensaba que la única forma de estar en un cliché era a través de un libro, película hasta una serie… Pero ahora me sentía dentro de uno.Me sentía tan feliz de haber conocido a James, y que todos los temores de mis padres de que iba a descuidar mis estudios o que iba a verme afectada tanto física como emocionalmente… Nada de eso paso, de hecho, ahora mismo me sentía muy feliz.«Te adoro»Dos palabras que habían marcado un antes y un después en todo esto.—¿Te llevo a tu casa?—No, quiero caminar. —Le sonreí y camine un poco hasta que escuche su voz detrás de mí.—Entonces vamos juntos. —James tenía la moto arrastrándola.—¿Prefieres caminar teniend
Shun PeiCuando llegue al café de Maid, me sentía como en las nubes. Las chicas con el vestido hasta la mitad de los muslos.—こんにちはクライアント歓迎! 私たちのメイドレストランへ(¡Hola cliente bienvenido a nuestro restaurante de maids!)—Oh... —Hice una reverencia, y ella puso la carta para que eligiera lo que quería comer —, Me gustaría, comer Ramen con carne de cerdo.—En un momento se lo traeremos.Me quede allí, sentada viendo a cualquier lado, las reglas de las maid... Apoye mis codos a la mesa y puse mis manos sobre mi mentón.—Sentimos la demora, que lo disfrute.Tome los palillos que se encontraban en un cajon de la mesa y tome un fideo entre estos y lo acerque a mi boca, un delicioso sabor incomparable comenzó a recorrer mis papilas gustativas.—Oh, esto es delicioso.En
Llego a la universidad muy temprano y voy hacia la biblioteca, al hacerlo veo que otras compañeras al igual que yo, lucen algunas muy sexis con su falda corta que no deja mucho a la imaginación, lo que aquí en corea es muy normal, excepto mostrar escotes y los hombros. Al llegar a la biblioteca me adentro casi al final para buscar un libro que a veces consulto para algunas tareas. Lo tomo y me siento en una de las mesas iluminadas, se me pasa el tiempo tomando notas, y sin querer el tiempo pasa rápidamente y no me doy cuenta de que estaba llegando tarde a clases. ¡Me pensaba que era más pronto! Me levanto y comienzo a recoger mis cosas, dejo el libro en su sitio y salgo hacia la clase, pero cuando llego ha comenzado y está cerrada y los profesores prohíben entrar una vez está la puerta está cerrada. Me quedo mirándola, enfadada por mi estupidez y doy media vuelta hacia la biblioteca otra vez para aprovechar esta hora, pero esta vez no pienso deja